La Brasserie Minne es una cervecera belga relativamente reciente, fundada en el año 2008 bajo el nombre Brasserie de Bastogne, y que se encuentra en la región valona de Las Ardenas. Con sus primeras cervezas, Trouffette Blonde y Trouffette Rousse, tuvo mucho éxito a nivel local, pero fue su cerveza Super Sanglier la que supuso un punto de inflexión y les permitió crecer de forma significativa. En el año 2019, debido a este crecimiento, trasladaron sus instalaciones a Bailonville, en la cercana provincia de Namur.
Es especialmente llamativo y atractivo el diseño de sus etiquetas, con animales propios de los bosques de Las Ardenas haciendo referencia a su origen, y con el jabalí como indiscutible protagonista.
Dentro de su repertorio de cervezas cuentan con tres series distintas: "Clasiques", la gama base; "Humeurs", cervezas estacionales y ediciones limitadas, que incluyen modificaciones de las cervezas clásicas con ingredientes adicionales y estilos como Grape Ale, Sour Ale, Barley Wine, etc; y "Wood", cervezas envejecidas en barrica, tanto nuevas elaboraciones como referencias clásicas.
- Ardenne Minne: matrimonio perfecto entre las Tripel belgas y el lúpulo americano, creando un híbrido potente, rebosante de notas de levadura, de hierba recién cortada y de frutas tropicales. Posiblemente una de las Tripel más fácil de beber que he probado nunca,
- Ardenne Saison: muy aromática y no le falta de nada, tiene malta, mucha levadura belga, y notas de albaricoque y hierba del lúpulo. En boca es intensa y equilibrada, especialmente elegante. Una de las mejores Saison que he bebido últimamente, hay vida más allá de Dupont.
- Super Sanglier: en nariz me ha resultado muy curiosa, con un carga tremenda de levadura rubia belga, y un dulzor peculiar que me ha recordado a algunos vinos blancos. Con más cuerpo de lo que me esperaba, predominan malta, galleta, levadura y un final refrescante, cítrico, herbal y mineral. No llama la atención pero se bebe bien a gusto.
- Ardenne Stout: potente y densa, como suele ser habitual en las Stout belgas, pero con una complejidad extrema, en parte gracias al uso de espelta tostada, que le da un sabor muy particular a los tostados. Todo esto envuelto en frutas del bosque, cacao y caramelo, con una redondez impecable. Cerveza para quitarse el sombrero.
Las referencias de esta fábrica me han parecido excepcionales, y me parece que la poca fama que tienen no hace justicia a su calidad. Atacan con maestría los estilos belgas tradicionales, tampoco tienen reparos en estilos foráneos, y en muchas de sus cervezas añaden un punto de modernidad que las hace muy interesantes, empleando lúpulos americanos, envejecimientos en barrica, etc. Mi recomendación es clara: si se tienen a tiro no hay que dejarlas escapar, hay estilos para todos los gustos.
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