MODELO: Val-Dieu Bière de Noël
ESTILO: Tripel de Navidad (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica
CARACTERÍSTICAS: La abadía de Val-Dieu fue edificada en 1216 por monjes cistercienses, famosos por su habilidad en la elaboración de cervezas de gran calidad hasta el punto de que solo las producidas por estos pueden recibir el calificativo de Trapenses. Sin embargo, no es el caso de las cervezas Val-Dieu debido a que desde 1997 ya no son los monjes los que trabajan en la fabrica. Esta es la última botella que me quedaba de mi compra en la Maison Belge de Pamplona, y no hay mejor momento para tomar una cerveza navideña que mitad de Julio.
Es de color anaranjado, mate, turbia, con reflejos color miel en el fondo de la copa, y forma un densísimo mar de espuma blanca, de hecho la alta carbonatación me causó algún problema al abrirla, como se puede ver en la fotografía. El aroma es delicado, dulce pero con absoluta moderación y bastante refrescante, presentando una importante acidez cítrica de la naranja, albaricoque y cilantró, aderezado con especias picantes y canela con bastante suavidad, y posiblemente ciertas notas de manzana, aunque muy disimuladas.
En el sabor se equilibra el dulzor con la acidez, no parece que ninguno predomine sobre el otro, comenzando con la malta acompañada con un importante gusto a naranja para después adherirse el albaricoque, con mucha menos presencia que en el aroma, y la manzana. Son muy importantes las especias, principalmente canela y pimienta, dándole esta última un toque picante que no pasa desapercibido y que incluso es alentado por el alcohol, que se mantiene hasta el regusto y lo hace suyo por completo, quedando este bastante seco y con un amargor claro. Buena cerveza, muy disfrutable, aunque quizá marca demasiado el alcohol para mi gusto.
Es de color anaranjado, mate, turbia, con reflejos color miel en el fondo de la copa, y forma un densísimo mar de espuma blanca, de hecho la alta carbonatación me causó algún problema al abrirla, como se puede ver en la fotografía. El aroma es delicado, dulce pero con absoluta moderación y bastante refrescante, presentando una importante acidez cítrica de la naranja, albaricoque y cilantró, aderezado con especias picantes y canela con bastante suavidad, y posiblemente ciertas notas de manzana, aunque muy disimuladas.
En el sabor se equilibra el dulzor con la acidez, no parece que ninguno predomine sobre el otro, comenzando con la malta acompañada con un importante gusto a naranja para después adherirse el albaricoque, con mucha menos presencia que en el aroma, y la manzana. Son muy importantes las especias, principalmente canela y pimienta, dándole esta última un toque picante que no pasa desapercibido y que incluso es alentado por el alcohol, que se mantiene hasta el regusto y lo hace suyo por completo, quedando este bastante seco y con un amargor claro. Buena cerveza, muy disfrutable, aunque quizá marca demasiado el alcohol para mi gusto.