Acostumbro a comer mientras veo Los Simpsons en la televisión, y fue en una de estas ocasiones que al ver a Barney Gumble recibir, como premio por haber ganado un festival de cine celebrado en Springfield, suministros ilimitados de cerveza Duff de por vida, que se me ocurrió un tema que podía resultar interesante para La Ronda:
Imaginen que pudiesen tener a su disposición gratuitamente una marca de cerveza concreta en cantidades ilimitadas de por vida. ¿Cuál sería su elección? Añado que no implica renunciar a tomar cualquier otra cuando apetezca.
Imaginen que pudiesen tener a su disposición gratuitamente una marca de cerveza concreta en cantidades ilimitadas de por vida. ¿Cuál sería su elección? Añado que no implica renunciar a tomar cualquier otra cuando apetezca.
Reconozco que la pregunta no es fácil en absoluto, podría pensar en marcas conocidas internacionalmente la altísima calidad de sus productos, como por ejemplo Chimay, pero ¿realmente quiero tomarla todos los días? Personalmente, no me parece una cerveza para cualquier momento, además de que una de las cosas que más me gusta es disfrutar de ciertas cervezas como un capricho especial, como algo puntual que podré repetir en otra ocasión, con las mismas ganas que la primera vez.
Es por esto que optaría por una rubia, que me resultan apetecibles en casi cualquier situación. Entre todas las que he probado, hay muchas que serían una buena elección, pero si hay una que cuya calidad me sorprendió en su momento es la Ležák Světlý del Pivovarský Dům, brewpub del centro de Praga, cuya cerveza elaborada en el propio local es un excelente ejemplo de lager Checa, repleta de sabor y de la que creo que no me cansaría en la vida (y eso que solo he podido tomar tres litros). El problema sería que, para que supiese igual, tendría que tener una cuba en casa de mi vecino de arriba... y eso ya es irnos a otros temas.
Es por esto que optaría por una rubia, que me resultan apetecibles en casi cualquier situación. Entre todas las que he probado, hay muchas que serían una buena elección, pero si hay una que cuya calidad me sorprendió en su momento es la Ležák Světlý del Pivovarský Dům, brewpub del centro de Praga, cuya cerveza elaborada en el propio local es un excelente ejemplo de lager Checa, repleta de sabor y de la que creo que no me cansaría en la vida (y eso que solo he podido tomar tres litros). El problema sería que, para que supiese igual, tendría que tener una cuba en casa de mi vecino de arriba... y eso ya es irnos a otros temas.