viernes, 20 de agosto de 2010

Flying Dog Old Scratch

MARCA: Flying Dog
MODELO: Flying Dog Old Scratch
ESTILO: Märzen (5'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Estados Unidos

CARACTERÍSTICAS: La verdad es que la historia de la americana Flying Dog es curiosa, pues según dicen en su web la idea del perro volador surgió en 1983, como metáfora de "conseguir lo imposible", tras una ascensión al Himalaya que resultó un fracaso absoluto. No fue hasta 1990 cuando se fundó la empresa en Colorado, en ese momento en forma de brewpub, y al poco tiempo "consiguieron lo imposible", convirtiendose en una de las cerveceras con más renombre a nivel mundial, reconocida por la alta calidad de sus productos.

Esta fue la otra botella de esta empresa que me llevé en mi última compra (y porque era la única que quedaba, sino me habría agenciado más), y tras una satisfacción con reservas con Kerberos me moría de ganas por probar esta. Servida es de color rojo brillante, con reflejos pardo anaranjados, coronada por un dedo de espuma beige de una cremosidad perfecta, tiene una pinta increible. Además al acercar la nariz se mantiene este nivel, con un dominio absoluto de malta dulce y caramelo, leves recuerdos de café, un destacable soplo herbal y dejes de chocolate y alcohol, mezclandose con maestría y consiguiendo un aroma sorprendentemente agradable.

El sabor quizá ya no es para tanto, pero en mi opinión tampoco hay nada que reprocharle. Se presenta desde el primer momento de forma muy similar al aroma, con malta tostada y caramelo, dulce, dando una sensación cremosa, pero muy nivelado, con abundante lúpulo herbal y algo de café negro. En el final el dulzor también es la tónica, con un moderado amargor alcohólico, una mezcla de galleta, caramelo y mucha hierba, y un marcado toque picante con notas de canela y clavo, que hace difícil soltar la copa. No es una cerveza sorprendente ni especialmente compleja pero demonios, está muy bien hecha.


NOTA:

jueves, 19 de agosto de 2010

San Lorenzo 2010

Hace un par de años (cómo pasa el tiempo) hice un comentario sobre aquellas fiestas de San Lorenzo que pasamos en Huesca, centrándome en un día completamente cervecil. Pues bien, hace pocos días terminaron las fiestas del 2010, que han tenido sus correspondientes noches de excesos, risas y bailes. Como hice esa vez, hablaré de un día (creo recordar que fue el jueves) en el que la cerveza se elevó por encima de todo, coincidiendo (casualmente) con la llegada de Embracing a Huesca.

Recibí su visita poco antes de las tres de la tarde, encontrándonos a los pocos minutos con una botella de Ambar en la mano. Mi hermano, como buen anfitrión, decidió ofrecer los restos de una botella de Jägermeister que deambulaba por casa, que nos terminamos con gusto, al ritmo de conversaciones de cine y filosofía aristotélica.

Al poco rato, servimos en copas jarras la botella con tapón de corcho que Embracing había traído en señal de paz: La Trappe Witte. Tras bebérnosla comenzó una encarnizada batalla a la wii, degustaciones de músicas varias y una competición final por ver quién presentaba al violinista/pianista más rápido en youtube. Para entonces habíamos vaciado la nevera de botellas de Ambar, y servimos la Keler 18 que nos habían mandado de Damm. Concluímos la fiesta en casa reponiendo el frigorífico y cogiendo otro par de botellas para el (largo) camino.

Nos dirigimos hacia la casa de Jara, punto de encuentro de cerveceros de todo el mundo, y por el camino nos agenciamos un par de menús arago-catalanes: Ambar Export y Voll Damm. Ya en casa de nuestra amiga, y pensando en el futuro cercano, Embracing adquirió varios pares de litros ambarinos para la fiesta de después. Tras unos cuantos caipiriña (que yo no probé), la selección cervecil en forma de sexteto y un par de cervezas que tuvimos que acabarle a mi amiga, salimos hacia el local donde todos los San Lorenzos se concentra la mayor cantidad de alcohol, diversión y gente nueva del lugar. Continuó la fiesta en el rellano del susodicho habitáculo, entre botellas de Ambar, hasta que se nos echó el tiempo encima y tuvimos que ir en manada hacia la zona de bares.

Reconozco que fue bastante lamentable, pero poco tiempo después, tras unos cuantos hectolitros más en la entrada de un bar, Embracing y yo nos batimos en retirada, completamente desorientados y rebosantes de alta carbonatación. Huímos como ratas, sí señor, pero salvamos la vida, descansando finalmente tras un incesante movimiento contínuo de botella en mano.

El resto de los días de fiesta también incluyen anécdotas, curiosidades y mucha bebida, pero esas son otras historias que contaremos en otra ocasión. Se espera con ganas el próximo San Lorenzo, al que estáis todos invitados.

martes, 17 de agosto de 2010

Cerveza Mudéjar Rubia

MARCA: Cerveza Mudéjar
MODELO: Cerveza Mudéjar Rubia
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Hace ya casi dos años que en Aragón no hay activa una única fábrica de cervezas, puesto que el 8 de Noviembre del 2008 a la ya centenaria La Zaragozana se sumó Cervezas Mudéjar, fundada por los turolenses Alejandro Bes y Antonia Carrera en la Gea de Albarracín, tras vencer varios años de dificultades de todo tipo. Había tomado alguna por Zaragoza con una etiqueta verde como la que mostró Pau cuando comentó estas cervezas, y cuando mis padres me trajeron unas cuantas directamente de la fábrica me sorprendió bastante encontrarlas con la que se ve en la fotografía.

Hacen varios modelos distintos, de los que había probado dos anteriormente, y decidí comenzar primero con esos, en este caso con la rubia, una cerveza turbia color miel. El aroma es dulce, fino, con notas de frutas tropicales y pera entremezclados con la malta, acompañando lúpulos florales que combinan muy bien con las frutas, suaves recuerdos de naranja y canela, y un punto ligerísimo de picante y levadura.

El sabor es igualmente discreto, y la verdad es que mejoraría la cerveza si tuviese algo más de fuerza y el gas hiciese algo más de presencia. Comienza dulce, con malta, frutas tropicales, pera en almíbar y abundante lúpulo floral, con un suave toque de miel, para terminar con un final largo, ligeramente ácido, donde la pera destaca un poco más,y se suman timidas notas de flores, levadura y mínimo picante, dejando un delicado regusto. No me parece una mala cerveza, pero en mi opinión le hace falta un poco más de sabor... de todas maneras también pienso que está bien encaminada y con algún retoque podría acabar siendo realmente buena.

NOTA:

lunes, 16 de agosto de 2010

Keler 18 (Edición especial Real Sociedad)

MARCA: Keler 18
MODELO: Keler 18 (Edición especial Real Sociedad)
ESTILO: Strong Lager
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Una de las botellas que recientemente nos enviaron desde Damm (gracias de nuevo, gracias Carolina) es esta edición especial de la Keler 18. Aprovechando un día de reunión de los dos miembros de este blog, la abrimos para comprobar el estado de la Keler 18 que esta botella albergaba en su interior (cerveza que yo no había probado todavía).

La marca fue fundada en 1890 por los hermanos Kutz, dos maestros cerveceros asentados en San Sebastián. Keler 18 es conocida sobre todo por el norte de España, País Vasco y Navarra, sobre todo. Recientemente adquirida por Damm, Keler 18 lanzó al mercado una botella que conmemoraba el ascenso a primera división de la Real Sociedad. La botella del ascenso de Keler, es una edición especial de la botella de 33cl. que ha sido diseñada a partir de los colores azul y blanco (txuri urdin) del equipo, y está decorada con motivos futbolísticos y cánticos de la Real. Para conmemorar este ascenso, Hemen Gaude reza en la parte central de la botella, haciendo referencia a la esperada vuelta del equipo donostiarra a la primera división.

La cerveza en sí no es nada del otro mundo. La servimos en un vaso largo y contemplamos su color amarillo dorado y escasa espuma blanca no muy duradera, de burbuja grande. Se aprecia una carbonatación medio-alta, y al acercar la copa a la nariz a penas se distinguen matices (y fue una de las primeras cervezas que tomamos esa tarde). Tarda en llegar, pero se entiende la malta básica y algo de caramelo. El trago se ve invadido por un sorpresivo tono dulzón muy intenso, que junto al alcohol empañaba todo el sabor. De nuevo la malta que lleva hacia un final levemente lupulizado y seco.
Ambos coincidimos en opinión: no nos parecía una cerveza interesante, si bien con el rato se deja beber. Eso sí, tuvimos que abstraernos por completo con la wii (a la que gané) para olvidarnos de ese sabor tan antipático. No dudaré en probar una edición no especial, para comprobar el nivel de esta cerveza.

NOTA:

domingo, 15 de agosto de 2010

Flying Dog Kerberos

MARCA: Flying Dog
MODELO: Flying Dog Kerberos
ESTILO: Tripel (8'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Estados Unidos

CARACTERÍSTICAS: Se me iluminó la cara cuando el dependiente de la última tienda cervecil que descubrí en Zaragoza (y desde entonces mi favorita) me dijo que iban a traer en una semana varias botellas de una de las cerveceras más famosas de EE.UU, Flying Dog. Por ello, una semana después estaba de nuevo en el establecimiento con la cartera bien llena (o al menos todo lo llena que puedo permitirme ahora), dispuesto a llevarme unas cuantas de las cervezas ansiadas.

Sentía bastante curiosidad por saber si estos americanos serían tan diestros haciendo una Tripel como diseñando la etiqueta, que es verdaderamente impresionante, y ciertamente no se les da tampoco nada mal. Se aprecia al servirla un líquido dorado anaranjado con una carbonatación fina y consistente, que sin embargo forma una capa de espuma muy fugaz. Al olfato presenta un aroma delicado y al mismo tiempo firme, con malta muy evidente y en el mismo nivel notas de mandarina y naranja, y más secundarias pera y uva blanca, entre las que se introduce con sutileza canela y levísima levadura. Ya de fondo se pueden encontrar miel y flores, junto con un soplo de alcohol ligeramente picante.

El sabor es bastante similar al olor, intenso, con cuerpo consistente, muy cremoso, repleto de frutas (mandarina y naranja principalmente, y melocotón y pera más secundarias), a los que al instante se suma una bomba de picante que no llega a molestar y que además consigue limitar el dulzor de la malta. Deriva en un final largo, muy frutal también, con fuerte gusto a flores y miel, que deja en última instancia un medido toque de amargor alcohólico y picante, con dejes de clavo y mandarina. No es una Tripel sobresaliente para mi gusto, quizá le falta algo de gancho, pero sale al paso bastante airosa.

NOTA:

domingo, 8 de agosto de 2010

Obolon Magnat Light Beer

MARCA: Obolon
MODELO: Obolon Magnat Light Beer
ESTILO: Pale Lager (5'3% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Ucrania

CARACTERÍSTICAS: Gracias a una llamada del compañero de blog Embracing, recordé que guardaba una cerveza ucraniana que él mismo me trajo en una ocasión, de la cuál me había olvidado por completo. El otro día llegó el momento de disfrutarla en una deliciosa comida familiar.

Esta cerveza viene fabricada por la gran cervecera Obolon, en Kiev, Ucrania. La historia de la fábrica se remonta a 1974, cuando se planeó su construcción de cara a los juegos olímpicos de 1980 en Moscú. Obolon, que viene a significar "praderas bajas" consiguió su máximo auge con la independencia de Ucrania, convirtiéndose en la principal cervecera exportadora del país. Obolon se convirtió en seguida en la cerveza tradicional ucraniana en todo el mundo, y hoy en día es una marca muy reconocida que fabrica gran cantidad de estilos y bebidas distintas.

La Obolon Magnat es una cerveza de color ambarino dorado, carbonatación media y una capa de espuma blanca no muy abundante, aunque duradera. Desprende un aroma maltoso presente de principio a fin, con leves notas herbales y un toque a regaliz. En boca retoma el matiz maltoso, con presencia de café y final amargo y seco. Poco a poco se va tornando agria, lo que resta puntos a su sabor, aunque no se llega a hacer aborrecible.

Una cerveza correcta, aunque nada extraordinaria. спасибі, Embracing.
NOTA:


sábado, 7 de agosto de 2010

Reissdorf Kölsch

MARCA: Reissdorf
MODELO: Reissdorf Kölsch
ESTILO: Kölsch (4'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Qué pocas ganas de escribir tengo en verano, y no es por falta de cerveza a deschapar. Sin saber cómo, de una u otra forma los días se pasan volando y no termino de ponerme ante el ordenador para cosas productivas. Aprovecho este momento casual para hablaros de la primera cerveza que cayó del reciente viaje a Düsseldorf y Colonia (procedente de esta segunda ciudad): la Reissdorf Kölsch. No sé qué ocurrió, pero a la hora de seleccionarla para traerla a España nos hizo las mil y una, y llegamos con tres o cuatro ejemplares de esta marca. Aunque he de decir que me he bebido mi par con mucho gusto.

Para hablar de este estilo nos remontamos a 1905, cuando la cervecería Sünner estableció el nombre Kölsch para la cerveza de alta fermentación de Colonia, estandarizándose en 1918. Es en el año 1984 cuando la cervecería Heinrich Reissdorf comienza a producir cerveza en esta ciudad, tocando gran cantidad de estilos, como märzen, pilsen o más adelante la conocida kölsch. Tras la destrucción de la casi totalidad de la fábrica durante la II Guerra Mundial, la cervecera continuó elaborando sus productos hasta el punto de convertirse en la exportadora de la más famosa kölsch de Colonia.
La kölsch es una cerveza de alta fermentación, en contra de su apariencia (y es aquí donde encontramos una de esas fabulosas excepciones), ya que el tratamiento de su levadura se puede confundir a menudo con la levadura de baja fermentación, debido a que fermenta a menor temperatura que las ales comunes.
Esta cerveza luce un color amarillo dorado muy brillante, acompañado de una capa de espuma blanca que no tarda en desaparecer. Se pueden apreciar algunas burbujas de tamaño considerable surcando el vaso hacia la superficie. Su aroma es enigmático, dejando entrever matices herbales entrelazados con los maltosos, algo afrutado y ácido. Su sabor se presenta fresco y lleno de matices, debatiéndose al principio entre la malta y el lúpulo. No tarda en tornarse agridulce y floral, con recuerdos de malta, alcohol, cítrico frutal, almendra y final herbal completando el trago. Mantiene esta fuerza, aunque no llega a resultar pesada, es más, se hace bastante liviana.

No me importaría disponer de un supermercado cerca en el que vendieran este tipo de cerveza. Gran elección la de ir a Colonia.

NOTA:




Actualizado por Embracing Darkness

CARACTERÍSTICAS: Como sobradamente comprobamos en Köln no hay mejor momento para este estilo de cervezas que las tardes de verano, pues todo en ellas es extremadamente refrescante, y fue ese el momento que elegí para beber en Zaragoza las dos botellas de esta marca que nos trajimos mi compañero y yo. Me sorprendió bastante el aroma, pues esta marca solo la pudimos tomar directamente de la botella, que comienza con una fuerte presencia herbal, de marcado carácter cítrico, con notas de manzana verde entrelazándose con suave malta, un relevante toque de levadura y leves frutas tropicales que se intuyen hacia el final, dándole un punto perfecto que fuerza a demorar lo menos posible el primer trago.

De intensidad moderada, el sabor a suave malta dulce y cereales se ve al instante sobrepasado por una acidez frutal cuyo protagonismo depende de manzana verde y limón a partes iguales, con un deje de albaricoque, complementado por recuerdos levadurosos y un soplo de lúpulo que conducen a un final amargo, seco, totalmente balanceado por los cítricos, lo que la convierte en una cerveza refrescante como pocas. De trago facilísimo pero sin embargo con carácter, a lo que contribuye también sin duda una muy acertada carbonatación, me ha parecido una Kölsch estupenda a la que sin duda no perderé de vista en mi próxima visita a la ciudad alemana.

NOTA: