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miércoles, 18 de julio de 2012

Dremmwel Blonde Bio

MARCA: Dremmwel
MODELO: Dremmwel Blonde Bio
ESTILO: Blonde biológica (5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: De nuevo sin tiempo para pasar por aquí regularmente. Recientemente salí a la aventura con el objetivo de abastecer mi despensa para los días venideros. No pude evitar echarle mano a esta cerveza bretona biológica, ya que las referencias que había probado no eran malas.

Dremmwel es fabricada por la gran Brasserie de Bretagne, dueña de otros nombres como Britt, Celtika o Gwiniz Du, entre otras. Es en el comentario de la Britt Blanche donde hablamos de la cervecera en cuestión.

Esta cerveza luce un brillante color dorado y cristalino, aunque con posos que enturbian ligeramente el caldo. Elevada carbonatación y una elegante corona de espuma blanca y espesa, de duración correcta. Un aspecto atractivo.

Su aroma es maltoso y afrutado, con predominancia de las notas cítricas y un toque suave de cilantro y pino. El sabor sigue esa dirección, con mayor predominancia del cítrico. Destacan también la levadura y la malta, que son acompañadas por desgracia, por un matiz metálico nada agradable. En conjunto se queda allí, y aunque no es para nada imbebible, no está al nivel de otras cervezas bretonas del estilo. Más bien normalita. Y quiero ya mi cámara.

NOTA:

martes, 24 de abril de 2012

Gwiniz Du

MARCA: Gwiniz Du
MODELO: Gwiniz Du
ESTILO: Wheat Ale de Trigo Sarraceno (5'4% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: Otra de las cervezas de la Brasserie de Bretagne, fábrica que tantas alegrías me ha dado, es Gwiniz Du, una original ale cuyo nombre es la traducción al bretón del componente que la hace tan especial: trigo negro, también llamado trigo sarraceno. Esta peculiar composición fue la que despertó mi interés en un supermercado francés, y también la que me llevó a atesorarla durante un tiempo hasta que decidí que era el momento de estrenarla, por supuesto bolígrafo en mano.

Su presentación es tan buena como la de las otras bretonas, destellos anaranjados brotan del líquido pardo rojizo, repleto de burbujas, cuya superficie está sellada por dos dedos de una cremosa espuma beige. El corazón del aroma está centrado en el dulce, compuesto por malta y caramelo, a partir del cual salen notas de naranja, manzana verde y maracuyá, impregnadas de levadura belga, clavo, cilantro y lúpulo herbal muy afilado, que llega a asemejarse un poco al americano al evocar con claridad al pino.

La base del sabor también es la malta, que pasa sedosa por el paladar aunque quizá un poco justa de cuerpo, pero el protagonismo se lo llevan nuevamente las intensas notas frutales, en esta ocasión tirando más hacia el dulce, en forma de melocotón y plátano, con suaves pero claros recuerdos de levadura. La hierba y los cítricos del lúpulo siguen presentes, sin embargo da la impresión de que la cremosidad de la cerveza los ha absorbido, limitando así gran parte de su fuerza e impidiendo que participen demasiado en el amargor final, que queda bastante comedido, con un ligero deje especiado. La verdad es que estaba convencido de que, teniendo en cuenta lo que me gustan las rarezas cerveciles, esta iba a ser una de las que más me iban a gustar de esta cervecera bretona; sorprendentemente no ha sido así, para mi gusto algo más de cuerpo y una mayor presencia del lúpulo la habría mejorado bastante. De todas formas creo que es una buena cerveza, que sin duda he disfrutado.

NOTA:

miércoles, 22 de febrero de 2012

Sant Erwann

MARCA: Sant Erwann
MODELO: Sant Erwann
ESTILO: Blonde con 7 cereales (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: Saint Ivo de Kermartin, también conocido como Saint Yvo, Saint Ives o en bretón Sant Erwann, es venerado como patrón de los abogados, de los niños abandonados y de la Bretaña. Probablemente este último es el principal motivo que llevó a la Brasserie de Bretagne a lanzar en el año 2003, 700º aniversario de su fallecimiento, una cerveza en homenaje a este santo, en cuya producción han querido utilizar este número 7 de forma simbólica, siendo este el porcentaje de alcohol y también el número de cereales empleados en la elaboración: trigo, avena, cebada, centeno, espelta, trigo sarraceno y mijo.

Es una cerveza de color naranja, incluso amarillenta si se expone a la luz, ligeramente velada, que al servirse forma un par de centímetros de espuma blanca que el tiempo se encarga de comprimir rápidamente. En el intenso aroma lo más llamativo es, sin duda alguna, la tremenda frutalidad, intrínseca por lo que parece a los productos de Brasserie de Bretagne, donde se pueden encontrar albaricoque, naranja, piña, maracuyá, debidamente reforzadas por unos robustos cimientos de malta y adornada por canela, clavo y flores.

El sabor es muy similar: toneladas de fruta y malta, con suaves recuerdos de miel y cilantro, forman un sólido núcleo que el lúpulo floral y las especias picantes se encargan de perfilar. La principal diferencia está en que el alcohol, aunque perfectamente integrado y controlado, gana fuerza y aporta contundencia al trago. No termina aquí su función sino que en el final, tras un delicado amargor, se entrelaza con notas florales, frutas tropicales e hidromiel, y las arrastra al largo regusto, donde libera su agradable calidez. Tan sabrosa, interesante y acertada como todo lo que he probado hasta el momento de esta fábrica, de verdad pienso que estos bretones merecen mucho más reconocimiento del que se les da.

NOTA:

martes, 13 de diciembre de 2011

Britt Rousse

MARCA: Britt
MODELO: Britt Rousse
ESTILO: Brune con malta de whisky (5'4% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: Dos de dos hasta el momento con las cervezas de Brasserie de Bretagne, y eso sin contar con las que nos trajo Jara desde tierras bretonas, que creo que tanto a Alberto como a mí nos dejaron bastante satisfechos... aunque hay que reconocer que fueron algo eclipsadas por la deliciosa botella de hidromiel que las acompañó. De todas formas Britt Rousse daba la impresión de ir a ser una cerveza algo más complicada por contar con malta de whisky entre sus ingredientes, elemento que si no se controla bien puede destrozar por completo una cerveza.

El comienzo no pintaba nada mal, exhibiendo esta turbia Ale un color pardo oscuro con reflejos anaranjados bajo una crema fina y compacta de tono amarillento. El aroma se presenta dulce y además sin complejos, cargado de malta, toffee y caramelo pero también con una buena provisión de pimienta, canela y frutos secos. Este núcleo es atravesado por un afilado perfume frutal, de albaricoque y sobretodo naranja, que gracias al suave fondo alcohólico que impulsa recuerda en cierta medida al Cointreau, dejando suspendidas agradables notas de cítricos y flores.

Hasta este punto la única queja posible es la poca relevancia del whisky, inconveniencia que se resuelve con el primer sorbo, donde se expresa un sabor que corresponde con bastante fidelidad al aroma, rebosante de malta dulce y frutas tropicales, pero en esta ocasión empapado en tostados, llamativas notas de madera, suave vainilla y un firme ahumado. Da el broche final un amargor medio, ligeramente cítrico, donde los matices del whisky parecen expresarse incluso con más comodidad y abarcan todo el paladar. Peculiar pero aún así amena y fácil de tomar, y sin duda deliciosa. Toda una demostración de técnica y habilidad de un maestro cervecero que consigue ensamblar con maestría sabores tan diferentes sin que el resultado sature o resulte estridente.


NOTA:

domingo, 27 de noviembre de 2011

Celtika 8'8º

MARCA: Celtika
MODELO: Celtika 8'8º
ESTILO: Blonde (8'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: No es raro, cuando encontramos una cerveza acompañada por complementos muy llamativos como puede ser una botella metálica o una copa de forma peculiar, poner en entredicho la calidad del producto. Por experiencia personal he de decir que la mayoría de las veces estaremos en lo cierto, aunque hay que ser consciente de que en ocasiones podemos estar perdiéndonos una buena cerveza, como me ha pasado con esta cerveza de Brasserie de Bretagne, por la que no he mostrado interés durante un par de años debido a su original copa y su imagen diabólica, y que si no fuese porque venía dentro de un pack con otras 5 botellas de la Bretaña francesa probablemente habría seguido ignorándola durante un tiempo más.

Servida en copa tiene un aspecto muy vivo, con fugaces burbujas microscópicas ascendiendo en columna por el líquido cobrizo hasta una capa de espuma capaz de persistir largo rato a pesar del ancho diámetro de la copa. El aroma lo protagonizan malta dulce y toneladas de frutas tropicales, adornadas por intenso lúpulo floral y cítrico, leve miel, y un llamativo toque de especias entre las que casi me atrevería a jurar que se encuentra cilantro, resultando una mezcla deliciosa. Mi principal temor con esta cerveza era el control de sus 8'8º de alcohol pero da la impresión de que esta tarea les ha resultado sencilla puesto que por ahora, aparte de un levísimo picante, no hay rastro de estos.

En el sabor cambia el rumbo y busca un carácter algo más agresivo; se opone la fuerza de la malta, el caramelo y algo de alcohol al frescor del lúpulo floral a las notas de piña, naranja y albaricoque, que consiguen aligeran el trago con mucho acierto. No obstante, a pesar de ser relativamente fácil de beber despide cada sorbo con un amargor cargado de especias que deja una calidez enólica, dándole así la contundencia necesaria para satisfacer a la boca y el estómago por igual. Cerveza verdaderamente buena, casi da pena cuando la calidad se esconde tras el marketing.

NOTA:

sábado, 17 de septiembre de 2011

Britt Blanche

MARCA: Britt
MODELO: Britt Blanche
ESTILO: Witbier (4'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: Vuelvo a tierras galas para comentar una de las cervezas de la octava fábrica independiente de Francia, la Brasserie de Bretagne, que comenzó en 1998 como una pequeña cervecera bretona y a los 7 años ya habían superado el millón de hectolitros de producción anual. Esta cerveza ya se había cruzado por mi camino antes gracias a la amabilidad de Jara, que nos trajo unas cuantas botellas de su Erasmus por la Bretaña francesa, y la experiencia fue tan positiva que de muy buena gana cogí un pack en mi último viaje con la musculosa Ana para repetir.

Es una cerveza rubia pálida, con una porosa espuma blanca que la discreta carbonatación no alcanza a mantener demasiado rato. Esto quizá no le da el aspecto idóneo, pero el aroma es tan delicioso y penetrante que al instante se olvida uno de ello, tras ver sus fosas invadidas por un torrente de cítricos y frutas tropicales, acompañados de malta. Gana mucho en complejidad gracias al lúpulo, que combina la fruta y el picante, y la importante participación del cilantro y cáscara de naranja, haciendo así una Wit de libro, eso sí, bien cargada de cítricos y especias.

En el sabor más de lo mismo, acidez intensa desde el principio dejando el dulzor de la malta algo más apartado, y mientras el trago alcanza cierta astringencia se suman frutas tropicales, naranja y cilantro en abundancia, antes de terminar con suave amargor donde el lúpulo cítrico y floral imprime su huella con firmeza. Incluso mejor de lo que la recordaba, refrescante y ligera pero suficientemente agresiva para evitar volverse aburrida. Además la alta gasificación la hace algo más contundente, lo que en este estilo es de agradecer.

NOTA: