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sábado, 19 de septiembre de 2015

Mélmor Bière au Chouchen

MARCA: Mélmor
MODELO: Mélmor Bière au Chouchen
ESTILO: Blonde de chouchen (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: Esta fue la primera cerveza que bebí durante mi viaje a Bretaña, una rubia a la hidromiel elaborada por Warenghem, una destilería emplazada en Lannion, en el Norte de la región. Esta empresa comenzó sus andanzas a finales del siglo XIX produciendo Elixir d'Armorique, un licor obtenido a partir de la destilación de múltiples hierbas que ha sido galardonado en repetidas ocasiones. Posteriormente en 1967 la familia Warenghem se asoció con Yves Leizour, de origen bretón, y fue uno de sus descendientes, Gilles Leizour, quien tras tomar el mando de la destilería diversificó su negocio introduciendo nuevos productos, entre ellos chouchen, los primeros whisky bretones y cervezas.

Mélmor es una cerveza de un color dorado cristalino (si dijese "color miel" me vería obligado a suicidarme de forma inmediata), con una carbonatación bastante limitada que condiciona una espuma escasa, alimentada por 4 o 5 burbujas despistadas. Esperaba un aroma mucho más llamativo, pero la verdad es que su intensidad es bastante moderada, al igual que su dulzor. Se combinan en él malta sin tostar, bizcocho o galleta, suave mantequilla y recuerdos de manzana asada junto con evidentes notas de miel, como no podía ser de otra manera, bien integradas en el conjunto, y un delicado manto de lúpulo floral.

La entrada en boca es un poco despistada al principio por un exceso de efervescencia pero en pocos minutos se calma. El dominio en el sabor es sin duda de la miel y dulce malta, sin empalagar en ningún momento, y de nuevo aparecen recuerdos de bizcocho, algo más discretas galletas y frutas maduras, entre las cuales además de la manzana golden me parece distinguir membrillo. El final es cálido, de mínimo amargor, y con un punto de alcohol claro pero bien controlado. La hidromiel se hace más patente, e incluso a medida que se calienta la cerveza esto se acentúa todavía más, aunque a mí no me llegó a molestar en ningún momento. Esperaba las agradables notas ahumadas de la cerveza de chouchenn de Diaouligs que me regaló Pau y no las he encontrado, pero aún así me he quedado satisfecho con una cerveza original, quizá algo sencilla, pero bien hecha.

NOTA:

domingo, 16 de diciembre de 2012

La Diaoul Bier An Ankou

MARCA: Diaouligs
MODELO: La Diaoul Bier An Ankou
ESTILO: Cervoise de chouchen (6'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: Pese a las confusiones que pueda haber, el término francés "cervoise" no quiere decir "cerveza", sino que se refiere a un tipo de cerveza rudimentaria que se elaboraba en la antigüedad sin emplear para ello lúpulo, ya que esta planta no se empezó a utilizar hasta la baja Edad Media, sino otras plantas aromáticas. Como si esto no fuese suficiente originalidad, la Brasserie des Diaouligs decidió complicar más todavía una cerveza de este estilo con la ayuda del chouchen que elaboran también en sus instalaciones, un tipo de hidromiel típica de la Bretaña francesa que tiene la peculiaridad de haber potenciado la fermentación con la adición de manzanas frescas prensadas, habiendo creado así una bebida que se podría calificar como única sin miedo a equivocarse.

Esta tentadora rareza bretona llegó a mi despensa hace unos meses por cortesía de Pau y Rosana, a quienes les agradezco enormemente el detalle, y desde entonces he estado tentado de abrirla, aunque sin saber muy bien a qué atenerme poruqe nunca he probado nada parecido. Gracias a la botella transparente se puede ver antes de abrirla que es de un color rojo cristalino, con destellos anaranjados y marrones, que una vez servida se cubre por una importante cantidad de espuma beige. Inunda las fosas nasales un aroma potente que recuerda con claridad a la sidra, al presentarse un dulzor contrarrestado por una importante acidez, de donde se surgen malta tostada y manzana verde, siendo los matices más evidentes. Más de fondo quedan notas de miel, naranja, algún cítrico, y suaves recuerdos florales y herbales, adornados de canela y clavo. 

Resulta mucho menos delicada en boca, irrumpe con rotundidad la malta tostada, que se rodea de pan, cereales, caramelo, y más tenues miel y frutos rojos. El inicio es dulce, pero por poco tiempo, puesto que en escasos segundos impregna todo el conjunto un fuerte ahumado que al principio me costó identificar, aunque sí distinguía notas de madera y cuero que le acompañan, que aporta al trago una sensación áspera y algo seca. Termina derivando en un amargor claro, algo salado, lleno de hierbas que no sabría especificar, recuerdos asidrados, cítricos y especias picantes, quedando estas junto con un punto de humo en el largo regusto. Esta ha sido una de mis grandes sorpresas del año, de una cerveza de la que tampoco esperaba maravillas me he encontrado un sabor potente, un cuerpo robusto y una complejidad apabullante. Bretaña es fantástica.

NOTA: