MODELO: Oud Beersel Oude Kriek Vieille
ESTILO: Kriek (6'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica
CARACTERÍSTICAS: Oud Beersel es una cervecera fundada en 1882 en Beersel, a 10 km de Bruselas, y dedicada en exclusiva a la elaboración de Lambic. Durante 120 años estuvo bajo la dirección de la familia Vandervelden, involucrando a 4 generaciones, hasta la interrupción de su actividad en diciembre del 2002 por motivos económicos. Por suerte poco tiempo después, en el año 2005, Gert Christiaens y Roland De Bus la volvieron a poner en marcha, y sigue desde entonces bajo su supervisión. En el momento actual elaboran 5 cervezas de tipo Lambic, además de vender 2 cervezas de alta fermentación bajo la marca Bersalis, elaboradas en Brasserie Huygue.
La que comento hoy fue un regalo navideño de origen muscular, y se trata de una Lambic madurada con al menos 400 g de cerezas por litro. Es de un bonito color granate, rubí al trasluz, con una mínima turbidez. La corona una espuma rosada de burbuja fina, algo escasa pero muy resistente. Tiene un perfume delicioso en el que un torrente de cereza salvaje, con el punto de acidez de esta fruta, se junta con cítricos, algo de fresa silvestre, trigo crudo y el inconfundible carácter de las levaduras salvajes, con recuerdos de heno. Queda de fondo especia picante, madera fresca y un agradable deje balsámico. Es llamativa la gran cantidad de elementos que confluyen en este aroma, y cómo cada uno de ellos aporta justo lo necesario para no sobrecargar.
El comienzo en boca es agridulce, con suave malta acompañando las frutas silvestres, entre las que destaca evidentemente la cereza aunque también hay algo de fresa y limón. En seguida aparece una leve efervescencia, a partir de la cual se desarrolla el sabor de la levadura lambic, áspera, astringente y un poco picante. Con ella se potencian los cítricos, formándose un final de acidez afilada con grandes cantidades de pomelo, la sequedad de la barrica y el Brett, aunque sin perder tampoco de vista el papel de las cerezas empleadas en la elaboración. Regusto larguísimo, dominado por madera y recuerdos de vino rosado, en última instancia quedan reminiscencias de fruta. Es una Kriek fantástica, muy compleja y a la vez equilibrada, y quizá algo más accesible que otras referencias de este estilo. La he disfrutado una barbaridad, ¡gracias Ana!
NOTA: