MODELO: Volcelest Brune
ESTILO: Brune biológica (6'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia
CARACTERÍSTICAS: Las historias de las nuevas fábricas de cerveza se suelen parecer bastante, y suelen tener que ver con dos o más amigos que hacen cerveza en casa desde hace un número de años determinado (a veces la cantidad de tiempo se exagera), y que por algún motivo, habitualmente un infortunio, deciden dedicarse a ello profesionalmente. Lo que no vemos muy a menudo son casos como el de Emmanuel Rey, con una dilatada experiencia en la elaboración de vino y que, sin embargo, durante una temporada de trabajo en los Estados Unidos quedó encandilado con el fenómeno de las microcerveceras de este país y decidió montar la suya propia en Francia. Así, en el 2008 comenzó la actividad de la Brasserie de la Vallée de Chevreuse, fundada en la comuna de Bonnelles, al Sur de Versalles, junto al parque natural con el que comparte el nombre.
Se trata de una cerveza de color roble, con un bonito rubí brillante al trasluz. La espuma beige abundante y compacta, de espuma fina, se reduce rápidamente a una capa de un par de milimetros, que no obstante queda en la superficie largo tiempo. Sorprende que se la califique como una Brown Ale cuando su aroma no podría ser más belga. Es intenso, con una base dulce de malta tostada, caramelo, chocolate con leche y algo más suave frutos secos, sobre la que surge la fruta oscura madura, principalmente ciruela e higos, también suave plátano y algo de cereza. De fondo quedan notas de azúcar moreno y suaves recuerdos de té inglés, mientras el lúpulo noble pone la guinda con un delicado perfume floral un poco especiado.
En boca lo que más llama la atención es la fruta roja, con cerezas, moras y frambuesas que aparecen en el inicio del trago, y se entrelazan con la malta tostada, los frutos secos y el grano. El dulzor es mucho más comedido de lo que sugería el aroma, y eso es algo que yo siempre agradezco. Densidad y textura perfectas para el estilo, con un paso por boca ágil pero rebosante de sabor. El final presenta un amargor marcado, un poco áspero, con cítricos y algo de hierba del lúpulo, suaves frutas del bosque, un deje tostado y un punto de alcohol que se confunde con la especia picante. Me ha parecido un buen ejemplo de tostada belga, compleja y armoniosa, aunque centrando el sabor en matices algo menos dulces de lo habitual. Atacadla sin miedo, pues a pesar de ser Bio no se le puede reprochar sencillez o monotonía.
NOTA: