martes, 19 de mayo de 2015

Naparbier Aker IPA

MARCA: Naparbier
MODELO: Naparbier Aker IPA
ESTILO: India Pale Ale americana (6'7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Tras muchos lanzamientos de diferentes cervezas en ediciones limitadas, el pasado 17 de Mayo los chumachos de Naparbier presentaron en el Manneken Beer de Pamplona la cuarta cerveza que iba a estar fija en su repertorio (sin contar con Naparbier Dunkel, que se dejó de producir en el 2012): la nueva Aker IPA. Se trata de una India Pale Ale cargada de lúpulo americano y cuyo nombre, siguiendo la estela oscura de las últimas elaboraciones de estos navarros, hace referencia al macho cabrío que preside los akelarres en la mitología vasca. Pocos días después empezaron a aparecer las primeras botellas en algunas tiendas navarras, y en cuanto esto sucedió me agencié un par.

Cuando me enteré de la noticia del lanzamiento de esta nueva cerveza, hice mis propias elucubraciones y la imaginé como una Sierra Nevada Pale Ale o Torpedo, especulación pura y dura que su líquido color melocotón, cubierto por una moderada cantidad de espuma amarillenta, ni confirmó ni desmintió. (cual político pillado con la mano en la caja) Sin embargo, el aroma ya apunta en una dirección totalmente distinta; una locura de lúpulo americano invade las fosas nasales, lanzando a discreción intensas notas de maracuyá, piña, hierba, pino, y más suave mango, naranja y resina. Todo esto se apoya sobre un fondo de malta dulce, con toques de toffee, caramelo y mínimos frutos secos con miel.

Durante medio segundo pensé que en boca estaba más relajada, al percibir un inicio dulce, maltoso, de textura cremosa, pero en seguida el lúpulo dirige el trago, inundando las papilas de penetrantes notas de frutas tropicales. En esta ocasión los cítricos tienen mucha más presencia que en el aroma, destacando limón y pomelo, mientras que la naranja se mezcla con las frutas más dulces. El amargor y la acidez son más marcados al final, aunque con la ayuda de la malta y de un cuerpo medio se mantienen bien controlados, dando un frescor francamente agradable. Por último, tras este ascenso estalla una combinación de mango, naranja, albaricoque, suave miel y flores, y notas de pino y resina más tardías que quedan en el largo regusto. La primera vez que probé esta cerveza me gustó, pero me resultó lupulada en exceso incluso para el estilo. Sin embargo en esta segunda ocasión, casi dos años después, el resultado ha sido mucho más acorde a mis gustos: es una IPA muy potente pero con suficiente carga de malta para respaldar al lúpulo, y además consigue así esquivar la simpleza y monotonía que a veces exhiben algunas elaboraciones de otras marcas. 

NOTA:
 

sábado, 16 de mayo de 2015

Hop Sexion Session IPA

MARCA: Hop Sexion
MODELO: Hop Sexion Session IPA
ESTILO: India Pale Ale americana (4'1% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Además de haberse dedicado a la distribución y venta de cerveza durante más de una década, hace ya algunos años que Sergio Ruiz, responsable de Lupulus Cerveza Artesana, también se metió de lleno en la elaboración de cervezas. La primera linea que salió a la venta, Populus, se produjo en las instalaciones de Gisberga en colaboración Ferrán Ferrer, su maestro cervecero. La segunda y a la que voy a dedicar la entrada de hoy, Hop Sexion, viene de Navarra, concretamente de la fábrica de Sesma, lo que es garantía de una elaboración impecable... sólo falta que la receta sea adecuada. 

Se trata de una cerveza de color ambar mate, bastante turbia, con una gasificación microscópica y hasta difícil de ver pero sin embargo muy abundante. Avanza hasta una capa de abundante espuma blanca y esponjosa, muy resistente, a la que prácticamente no es necesario acercar la nariz para apreciar el intenso aroma. El lúpulo es sin duda el protagonista, y hace especial énfasis en los cítricos, destacando lima y pomelo, además de algo de albaricoque y especia picante, principalmente pimienta blanca y jengibre, pero sin sobrecargar. Fondo de fruta madura, caramelo, malta dulce y cereal, que no consiguen no obstante interrumpir el filo del perfume.

En boca la entrada pertenece a la malta y el cereal, leve caramelo, y en seguida se impone el lúpulo cítrico, desprendiendo notas de limón y su hoja, lima, pomelo, a lo que se suman pino y hierba. Trago ligero y ameno, deriva en un amargor marcado que se confunde con la acidez, con leves recuerdos tropicales, teñido de hierba, pino, cítricos y especias, e incluso con algún punto salado. Buena IPA para los amantes de las elaboraciones más modernas: ligera, refrescante y fácil de beber, de baja graduación alcohólica, pero repleta de sabor y con todo el frescor y la fuerza del lúpulo. Lo único que me ha parecido mejorable es el diseño de la etiqueta, más allá de esto no creo que se le puedan criticar muchas cosas. A propósito, tengo que agradecer esta botella al propio Sergio, quien me la regaló cuando fui a recoger un pedido a su almacén hará un par de meses. 

NOTA:

sábado, 9 de mayo de 2015

Boon Kriek

MARCA: Boon
MODELO: Boon Kriek
ESTILO: Lambic de cerezas (4% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: A orillas del Senne, en la localidad de Lembeek, de cuyo nombre muchos piensan que deriva el del estilo de cervezas de fermentación espontánea, está la cervecera Boon. La actividad de esta fábrica comenzó en el año 1680 bajo la dirección de J. B. Claes, aunque las cervezas de tipo Lambic a las que debe su popularidad ahora mismo no se produjeron hasta finales del siglo XIX, estando Louis Paul al cargo de la producción una vez que la familia Claes hubo vendido la empresa. En el momento actual forma parte del grupo Palm Breweries, y elaboran exclusivamente cervezas de fermentación espontánea, entre las cuales su Gueuze es quizá la más popular.

Sin embargo, y a pesar de que tengo alguna botella de esta última en casa, me apetecía más reseñar aquí su Lambic macerada con cereza porque hacía tiempo que no comentábamos una Kriek en Hipos. Es de color rojo rubí, escarlata al trasluz, y de turbidez considerable. Genera una espuma rosada no demasiado abundante, pero que se mantiene como un anillo bordeando el cristal de la copa. Su aroma es muy intenso, y como es lógico lo que más destaca es la fruta; no obstante esta no es ácida como suelen ser las cerezas silvestres, sino que recuerda más a una picota, oscura, dulce y jugosa. Les acompañan caramelo de fresa, suave cacao y de fondo, inconfundible, recuerdos de barrica y levadura salvaje. Además, al agitarla con suavidad salen a superficie notas vegetales y cítricas que estaban hasta el momento ocultas en la levadura. 

Soy consciente de que esta marca, a diferencia de otras como Mort Subite o Belle Vue, utiliza para la elaboración fruta natural entera y no extractos artificiales edulcorados, pero su perfume me sugirió que quizá me iba a resultar algo empalagosa. Nada más lejos de la verdad, sin duda es una cerveza muy dulce, entra con cereza madura y caramelo de fresa, pero lo compensa parcialmente con la acidez de la levadura salvaje y la astringencia de la madera, además de un toque de limón, y queda un trago bastante equilibrado y que no se hace pesado en absoluto. De cuerpo consistente y con una carbonatación clavada, termina en un final amable, menos seco de lo habitual, cargado de fruta y con algún deje mineral y herbáceo leves. Es una Kriek sencilla y fácil de beber, pero de una calidad más que aceptable. Le falta acidez y complejidad para mi gusto pero creo que es una buena opción para iniciarse en el mundo de las Lambic

NOTA:

miércoles, 6 de mayo de 2015

Ichnusa Cruda

MARCA: Ichnusa
MODELO: Ichnusa Cruda
ESTILO: Pale Lager (4'7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Italia

CARACTERÍSTICAS: Propiedad de Heineken Italia desde hace 29 años, la marca Ichnusa fue fundada por Amsicora Capra en 1912 en Assemini, a escasos kilómetros de la capital de Cerdeña, Cagliari. Su nombre deriva del que daban los griegos a la isla, Hyknusa o Icnussa, y en el momento actual es posiblemente la cerveza más popular y representativa de esta región hasta el punto de contar en su etiqueta con la bandera oficial, que consiste en la cruz de San Jorge y las cabezas de los cuatro reyes moros vencidos en la batalla de Alcoraz, heredada de las armas de la Corona de Aragón cuando esta isla fue conquistada y anexionada a su territorio. (sí, en Zaragoza tuve una buena profesora de Historia durante Primaria) Esta botella la he conseguido a través de mis padres, quienes se acordaron de mí en sus pasadas vacaciones y decidieron que, puesto que Ichnusa estaba en todas partes, quizá me iba a resultar más interesante probar alguna edición más elegante, así que me trajeron esta Ichnusa Cruda. ¡Mil gracias!

Lo que diferencia a Ichnusa cruda de su versión estándar es que esta está microfiltrada y no pasteurizada con la intención de conservar mejor el sabor. Su color dorado apagado, algo pajizo, permite ver una carbonatación muy activa que recorre fugazmente la columna de líquido. Termina su viaje en una capa de espuma blanca de burbuja fina, muy persistente. El aroma no es para nada llamativo, se trata de una mezcla de malta dulce, grano crudo, pan blanco y suaves recuerdos frutales, principalmente manzana golden y un punto de limón. El lúpulo, cítrico y herbal, juega algún papel, no obstante su presencia es muy limitada. Todo muy clásico, pero me resultó agradable. 

De trago limpio y bastante chispeante, resulta evidente desde el principio que va a ser muy refrescante. Malta y cereales dan el primer paso, en segundo plano fruta madura, todo ello con el soporte de un cuerpo ligero aunque sin ser aguado. El problema es que a medida que avanza el sabor y la sensación en boca se van difuminando hasta dejar un cuerpo inexistente, quedando únicamente una importante carga cítrica con hoja de limón, suave pomelo y leves toques de hierba, además de un deje metálico. Amargor moderado al final, algo astringente, deja un regusto claramente industrial que no termina de agradar. Incluso para su papel, el de ser un refresco, esta cerveza se me ha quedado corta; sin ser un desastre, las carencias son evidentes: falta cuerpo, falta sabor, falta presencia de malta.

NOTA:

domingo, 3 de mayo de 2015

Göller Kellerbier

MARCA: Göller
MODELO: Göller Kellerbier
ESTILO: Kellerbier (4'9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Situada en Zeil am Main, en el corazón de Franconia, Brauerei Göller es una de las cerveceras en activo más antiguas de Baviera, cuyos origenes se remontan al año 1514, cuando Alter Freyung, el refugio medieval en el que estuvo emplazada la fábrica, recibió la licencia para elaborar cerveza. El nombre actual corresponde al de la familia que la dirige desde el año 1908, quienes han conseguido posicionar fuertemente la marca en el mercado alemán, elaborando en la actualidad más de 20 cervezas distintas, varias de ellas galardonadas en múltiples ocasiones. Es el caso de esta Kellerbier, que recibió la medalla de oro de la DLG en el 2007, y que hemos podido probarla gracias a la amabilidad de Cervecita en Casa.

Tiene un atractivo color bronce con reflejos dorados en periferia, empañado por la turbidez habitual de este estilo, aunque permite ver la dispersa carbonatación a través del líquido. Su aroma es francamente delicioso, una combinación de malta dulce, cereal fresco y bizcocho mezclado con recuerdos de heno recién cortado. Se infiltran medidas notas de miel, toques florales, leve naranja y aún más oculto limón, consiguiendo un perfume fresco, natural y muy agradable.

El trago es ligero, de textura sedosa y paso fácil. Es una cerveza delicada, con un sabor de intensidad moderada pero más que suficiente para llenar la boca. La entrada es de malta dulce, cereal fresco, pan y suave fruta madura, principalmente manzana. En seguida se imponen los recuerdos de heno, acompañados de leves notas de naranja, miel y flores, con un deje terroso. Termina con un amargor amable donde se potencia el lúpulo floral y cítrico, quedando un regusto algo seco donde quedan estos dos matices. Keller directa y honesta, sin grandes complicaciones pero de calidad. Consigue que la botella de medio litro se vacíe rápidamente, y si se está teniendo una buena charla es probable que se necesite alguna más. ¡Gracias, Cervecita en Casa!

NOTA:

miércoles, 29 de abril de 2015

Cervecería en A Coruña: Cervezoteca Malte

Hacía tiempo que sabía la existencia de la cervezoteca Malte gracias a su web, perfil de Twitter y página de Facebook, y la verdad es que parecía un lugar muy interesante a visitar, tanto su arsenal de cervezas disponible como por las comidas que preparan. Por desgracia el local está emplazado en A Coruña, muy a desmano de donde vivo yo ahora mismo, y salvo por algún evento imprevisto era poco probable que pudiese hacer una visita.

Curiosamente a principios de este año se me citó para una reunión de trabajo en esta ciudad gallega, así que me propuse sacar un rato para pasarme por allí, y tuve la suerte de que mi hotel se encontraba a menos de 5 minutos a pie de la puerta del bar. Así, durante el fin de semana que estuve en la ciudad pude comprobar con mis propios ojos las maravillas que este local ofrecía a la población coruñesa, haciendo un par de incursiones con la intención de tomar algo que no fuese un vino blanco. (excelentes por otro lado, no me habría supuesto ningún problema seguir con ellos)

Lo primero que me quedó claro es que Malte es un local de éxito en A Coruña puesto que, a pesar de dedicarse de forma tan específica a la cerveza, siempre había por lo menos 10-15 personas dentro independientemente de la hora que fuese. Es probable que para esto ayude el ambiente de la cervecería, muy animado y con buena música a un volumen que permitía la conversación, además del trato de los camareros, pendientes de ayudar desde el momento en el que se pone un pie dentro.

Nada más cruzar la puerta llama la atención la pizarra y la pantalla que enumeran las 10 referencias disponibles en barril, mientras que a la derecha, detrás de la barra, se encuentran 3 neveras rebosantes de botellas nacionales y foráneas. Algo que me gustó mucho es que cuentan con cervezas de barril de buena calidad y aptas para todos los gustos y bolsillos: si alguien es más amante de las clásicas o no le apetece dejarse 5-6 euros había opciones más que interesantes, por ejemplo Löwenbräu a 3 euros la pinta, La Trappe Quadrupel, etc; sin embargo, aquellos que busquen novedades tampoco van a quedar insatisfechos, al menos cuando yo estuve habían pinchado marcas como Pizza Port, Naparbier, Amager, etc.

Mi paso por allí incluyó una caña de Löwenbräu y otra de la Brown Ale de Brooklyn Brewing, ambas muy ricas, y el segundo día una pinta de Transatlantic Pale Ale de Amager en perfectas condiciones. En cuanto a comidas, yo tenía organizadas ya de antemano todas las del fin de semana por lo que comí nada allí, sin embargo algún compañero que sí que lo hizo quedó muy satisfecho. Mención especial merece el Menú del Día Maltero, muy completo y elaborado, y además a buen precio.

Lo único que de lo que uno podría quejarse es de que la carta de cervezas en botella no esté actualizada, pero este es un problema menor y fácil de solucionar, por lo demás la cervecería me ha parecido de las mejores en las que he estado hasta el momento, tanto por ambiente y servicio como por productos y precio.



CERVECERÍA: Cervezoteca Malte
DIRECCIÓN: c\ Galera 47
POBLACIÓN: A Coruña
PROVINCIA: A Coruña

martes, 21 de abril de 2015

Ayinger Celebrator Doppelbock

MARCA: Ayinger
MODELO: Ayinger Celebrator Doppelbock
ESTILO: Doppelbock (6,7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Y para cerrar esta cata en fases de las cervezas que me tocaron del obsequio de Cervecita en Casa, vamos con una espumosa de renombre, un peso pesado del plantel cervecero alemán. Hace tiempo pude probar esta cerveza en Berlín y guardaba muy buen recuerdo de ella, como de un buen festín lujoso entre platos caros y botellas pequeñas.

Esta cerveza viene de la localidad alemana de Aying, cuya cervecera fue fundada en 1878. Enseguida y a lo largo del tiempo fue ganando multitud de premios que ensalzaron su nombre. Actualmente cuenta con más de 15 cervezas distintas. 

Cuando me quiero dar cuenta la espuma se ha volatilizado, dejando un anillo finísimo de color beige alrededor del caldo, y una membrana sedosa de burbujas grandes en el centro. El color es marrón oscuro, opaco y brillante, con tintes rubís al trasluz. No se aprecia carbonatación, por lo que se intuye una textura densa y fuerte.

El aroma está presente desde el principio y a la distancia, destacando la malta tostada, el café y el caramelo, seguido de notas de lúpulo y un fondo ahumado muy ligero, que en boca se hará más presente. El trago impacta con fuerza, descargando matices intensos de malta torrefacta, café y caramelo, en continuidad con su aroma. Es dulzón, pero poco a poco va mostrando caras más amargas. Se perciben notas de nueces, bizcocho y una bocanada alcohólica que culmina un trago fuerte y contundente. Hacia el final del trago aparece un toque ahumado muy ligero que pone la guinda (pese a que todavía no soy demasiado amigo de las cervezas ahumadas).

En conjunto todo un cervezón. Es un estilo bastante especial, con igual número de amantes que de detractores, por lo que para poder disfrutarla al máximo ha de caerte en gracia, y más con un desfile de matices semejante. ¡Muchas gracias a Cervecita en Casa por el detalle!

NOTA: