MODELO: Naparbier Aker IPA
ESTILO: India Pale Ale americana (6'7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España
CARACTERÍSTICAS: Tras muchos lanzamientos de diferentes cervezas en ediciones limitadas, el pasado 17 de Mayo los chumachos de Naparbier presentaron en el Manneken Beer de Pamplona la cuarta cerveza que iba a estar fija en su repertorio (sin contar con Naparbier Dunkel, que se dejó de producir en el 2012): la nueva Aker IPA. Se trata de una India Pale Ale cargada de lúpulo americano y cuyo nombre, siguiendo la estela oscura de las últimas elaboraciones de estos navarros, hace referencia al macho cabrío que preside los akelarres en la mitología vasca. Pocos días después empezaron a aparecer las primeras botellas en algunas tiendas navarras, y en cuanto esto sucedió me agencié un par.
Cuando me enteré de la noticia del lanzamiento de esta nueva cerveza, hice mis propias elucubraciones y la imaginé como una Sierra Nevada Pale Ale o Torpedo, especulación pura y dura que su líquido color melocotón, cubierto por una moderada cantidad de espuma amarillenta, ni confirmó ni desmintió. (cual político pillado con la mano en la caja) Sin embargo, el aroma ya apunta en una dirección totalmente distinta; una locura de lúpulo americano invade las fosas nasales, lanzando a discreción intensas notas de maracuyá, piña, hierba, pino, y más suave mango, naranja y resina. Todo esto se apoya sobre un fondo de malta dulce, con toques de toffee, caramelo y mínimos frutos secos con miel.
Durante medio segundo pensé que en boca estaba más relajada, al percibir un inicio dulce, maltoso, de textura cremosa, pero en seguida el lúpulo dirige el trago, inundando las papilas de penetrantes notas de frutas tropicales. En esta ocasión los cítricos tienen mucha más presencia que en el aroma, destacando limón y pomelo, mientras que la naranja se mezcla con las frutas más dulces. El amargor y la acidez son más marcados al final, aunque con la ayuda de la malta y de un cuerpo medio se mantienen bien controlados, dando un frescor francamente agradable. Por último, tras este ascenso estalla una combinación de mango, naranja, albaricoque, suave miel y flores, y notas de pino y resina más tardías que quedan en el largo regusto. La primera vez que probé esta cerveza me gustó, pero me resultó lupulada en exceso incluso para el estilo. Sin embargo en esta segunda ocasión, casi dos años después, el resultado ha sido mucho más acorde a mis gustos: es una IPA muy potente pero con suficiente carga de malta para respaldar al lúpulo, y además consigue así esquivar la simpleza y monotonía que a veces exhiben algunas elaboraciones de otras marcas.
NOTA: