MODELO: Thornbridge Jaipur India Pale Ale
ESTILO: India Pale Ale americana (5'9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Inglaterra
CARACTERÍSTICAS: A pesar de ser un país con un buen número de fábricas en funcionamiento desde hace varias décadas, superando algunas incluso el siglo de actividad, hay algunas cerveceras jóvenes que están recibiendo mucha atención estos últimos años. Entre ellas estaría sin duda Thornbridge Brewery, una fábrica fundada en el año 2005 en Thornbridge Hall, una casa de campo del condado de Derbyshire cuyos orígenes datan del siglo XII. Inicialmente eran Stefano Cossi y Martin Dickie quienes estaban al cargo de la elaboración, pero 2 años más tarde el segundo abandonó la empresa para crear junto a James Watt la archiconocida Brewdog, por lo que fue sustituído por Kelly Ryan. En los años siguientes se fueron incorporando otros profesionales, contando en este momento con más de 30 trabajadores que han conseguido situar a esta cervecera en lo más alto del panorama británico actual.
La que voy a comentar hoy es posiblemente su elaboración más representativa, una India Pale Ale llamada Jaipur, galardonada con múltiples premios desde su creación. Es una cerveza de color dorado mate, ligeramente pálida, con alguna burbuja aislada que asciende con rapidez a través de un líquido de leve turbidez. De su consistente espuma blanca jabonosa escapa un aroma profundo, con un fondo de malta dulce, galleta, suave miel y algún toque de cereal, cubierto por una generosa ración de fruta fresca, entre la que destacan limón maduro, naranja de sangre, suave manzana, y en una capa superior melocotón y maracuyá. Llama la atención la presencia de trigo crudo, poco habitual en este estilo de cervezas, que se entrelaza con marcado lúpulo floral y toques de clavo y cilantro.
Este perfume tan plácido no es otra cosa que el anticipo de un sabor también relajado, con un paso por boca denso y sedoso. Empieza dominando la malta, acompañada de cereales y trigo crudo, y progresivamente se va sumando la fruta, aunque con un dulzor mucho más limitado que en nariz. Se detectan con facilidad limón, pomelo, uva blanca y arándanos, mientras que notas de naranja amarga y manzana verde son algo más esquivas. Durante todo el trago mantiene un perfil ácido, lo que sirve para que el amargor final, bastante marcado, resulte menos estridente. En este campan a sus anchas los cítricos, junto con una buena dosis de hierba y pino, y un leve deje medicinal y mineral que delata su origen británico. Es una IPA sobria y elegante; lejos de los extremismos del nuevo mundo, aunque más fresca y frutal que la mayoría de los ejemplos británicos. La verdad es que siempre me ha parecido una elaboración sensacional, muy completa y trabajada, y que no desmerece en absoluto a su reputación.
NOTA:
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