MARCA: Borda
MODELO: Borda Roya
ESTILO: Amber Ale ecológica (5'3% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España
CARACTERÍSTICAS: Aineto es una pequeña población del Pirineo Aragonés, muy cerca de Sabiñánigo, que estuvo deshabitada desde los años 50 hasta 1987, cuando el Gobierno de Aragón la cedió a un grupo de personas que se encargaron de rehabilitarla y formar allí una comunidad autogestionada. En esta localidad, Luis, Felipe y Menchu fundaron la sociedad cooperativa Bebidas y Maridajes de Aineto, en cuyo seno nacieron las cervezas Borda, que llevan el nombre del tipo de edificio en el que se ha construido la microcervecera. Elaboran en la actualidad 7 cervezas, todas ellas con ingredientes provenientes de agricultura ecológica, y agua del Pirineo Aragonés.
Fue mi madre quien me consiguió varias de sus botellas, que estaban de oferta en una tienda de Zaragoza a 1'5 euros la botella, la mitad del precio original. La que comento hoy, Roya, es la que más me ha gustado de las 3 que he probado, aunque lo cierto es que estaban todas bastante bien. Quizá el aspecto externo es lo que más falla en esta cerveza, tiene un color marrón apagado con algún reflejo pardo al trasluz, es muy turbia. Genera además una cantidad de espuma tremenda que llena la copa hasta arriba, pero es una espuma nada compacta, con burbuja muy gruesa. En nariz las cosas empiezan a pintar mejor. Se presenta moderadamente dulce, con mucha malta tostada y frutos secos, y más secundarios recuerdos de centeno, pan integral, suave caramelo e incluso un mínimo toque de café. Surge después el lúpulo, predominantemente cítrico y también algo herbal, a lo que se suman notas de especia.
Tampoco le falta ni cuerpo ni sabor. De nuevo se apoya bastante en los tostados, con malta, cereales y pan de centeno, acompañado de notas de naranja, optando por un perfil más afilado dentro de este estilo. La generosa carga del lúpulo juega a continuación su papel, creando un amargor potente, muy cítrico y herbal, e incluso con alguna nota de pino y resina, que deja una sequedad importante en la boca. Parece inspirada en las elaboraciones estadounidenses, aunque esto no se mencione en ningún lado. Para mi gusto está algo pasada de lúpulo y se come gran parte del papel que podría jugar la malta, pero por otro lado creo que es una cerveza más que correcta y que deleitará a los adictos a esta cannabinácea. ¡Gracias mamá!
NOTA:
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