Durante mucho tiempo De Dochter van de Korenaar ha sido una de las marcas belgas que más ha sonado en nuestro país, aunque la verdad es que nunca ha sido demasiado accesible, sino que uno la bebía cuando podía. Pese a su grandísima reputación se trata de una cervecera bastante joven, fundada en el año 2007 por el matrimonio formado por Monique de Baat y Roland Mengerink. Sus instalaciones se encuentran en la localidad de Baarle-Hertog, un municipio de la provincia de Amberes que se encuentra completamente rodeado por territorio de Países Bajos.
Como ya comenté, el nombre viene supuesta frase de Carlos V del Sacro Imperio Romano Germánico (y I de España), que decía preferir "el zumo de la hija de la espiga" a "la sangre del racimo de uvas" ("sap van de dochter van de korenaar" dan aan het "bloed van de druiventros"), y que evidentemente hace referencia a su preferencia por la cerveza frente al vino. Y esta es la forma que tuvieron de homenajear a este personaje tan importante para la cerveza en Bélgica.
Pese a que la lengua materna de los responsables de la cervecería es el flamenco (de hecho, Roland Mengerink es de origen neerlandés), los nombres de las cervezas están en francés porque fue a partir de la renovación y posterior venta de una casa en Bretaña como obtuvieron los fondos para construir su propia cervecería, y ese es su particular homenaje.
Su catálogo es verdaderamente extenso y variado, y toca tanto estilos clásicos belgas como cervezas más modernas y algunos experimentos con ingredientes o técnicas inhabituales. Cuentan con una gama base de 10 cervezas distintas, 6 estacionales, una línea con varias de sus referencias envejecidas en barrica, y una vez al año lanzan ediciones especiales que llaman "Trésors de Cave" (Tesoros de la Bodega). Todas las cervezas son de alta fermentación salvo una de fermentación espontánea dentro de la línea "Trésors de Cave", y también hay una etiquetada como Bock pero que no confirma que se trate de una lager. Estas son las que he ido probando.
- Belle Fleur: IPA de la Costa Este, de gran potencia tanto en nariz como en boca, y un equilibrio afinadísimo. Lúpulo que se centra en las frutas de hueso y tropicales, con una buena base de malta para apoyarlo. Es una cerveza estupenda, a la altura de las mejores referencias norteamericanas.
- Bravoure: se anuncia como un ahumado delicado, y no me lo ha parecido en absoluto, aunque por otro lado, como amante de las Rauchbier, lo agradezco enormemente. Lo curioso es que, a pesar de ello, es una cerveza fresca, con una carga considerable de lúpulo, bien equilibrada dentro de su excentricidad. Me costaría clasificarla pero lo importante es que me ha gustado.
- Charbon: humo delicado y vainilla en nariz, con una base de torrefacto, sin embargo en boca tiene una acidez infiltrada, con una importante herbalidad, que cambia un poco esta tendencia. Sea como fuere es una cerveza compleja y que no pierde en absoluto la fuerza de los tostados de una Stout, con abundante café solo, regaliz negro y cacao.
- Crime Passionnel: IPA con un 45% de trigo malteado, lo que la hace particularmente redonda. Va sobrada en todo, suficiente malta para los amantes del cereal, y una buena carga de lúpulos de corte moderno que la llenan de cítricos y frutas tropicales. Más golosa y frutal al principio, más afilada y punzante al final, creo que le gustará a todo el mundo.
- Embrasse: elegancia insuperable, combina tostados muy potentes, con mucho cacao, torrefacto y regaliz incluso alcanzando notas de tabaco y ahumadas, con una medida frutalidad aportada por el lúpulo. Paso sedoso, regusto largo, y la sensación de estar bebiendo una de las mejores oscuras belgas que hay disponibles ahora mismo.
- Extase: muy aromática, como manda el estilo, y centrada en los cítricos, con mandarina como nota predominante. En boca ya se nota más la resina, la hierba, el pino y el alcohol, con una buena base de malta para equilibrarla, consiguiendo una IPA doble perfectamente afinada, de las que no cuesta acabarse.
- Noblesse: 10 minutos hasta que la espuma baja, no obstante la espera merece la pena porque uno se encuentra una Blonde belga limpia y afilada, tan fresca que parece hecha con lúpulo recién cosechado. Tiene el cuerpo de una Ale, el frescor de una Lager, y el equilibrio marca de la casa. Excepcional.
- Nouveau Riche: una cerveza muy sorprendente. Muy transparente pese a ser una cerveza de trigo, y el romero está incorporado con mucha delicadeza, tanta que en aroma es difícil de detectar, y en boca, difícil de identificar. Pero oye, tiene su mérito añadirle romero a una cerveza y que no sea imbebible.
- Sans Pardon: aromatizada con rooibos, a pesar de llevar este ingrediente está tan bien integrado que la sensación es de estar tomando una Imperial Stout clásica, eso sí, pasada de potencia. Para los amantes del torrefacto, imperdible (o "imperdonable" perdérsela, si nos tiquismiquis).
Poco puedo decir sobre esta fábrica que no se repita en todos los foros. Creo que es una de las mejores cerveceras a nivel mundial, con una versatilidad a la hora de elaborar decenas de estilos distintos con la que pocos maestros cerveceros pueden siquiera soñar.
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