MODELO: Original Oettinger Pils
ESTILO: Pilsener (4'7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania
CARACTERÍSTICAS: La más clara muestra del éxito empresarial de la cervecera Oettinger es que desde su fundación en 1731 ha sufrido tal expansión que actualmente son 5 las fábricas repartidas por toda Alemania, fabricando 14 estilos de cerveza diferentes, entre otros productos. Por lo que tengo entendido, es considerada por los alemanes una de las cervezas básicas para beber en grandes cantidades por un precio mínimo, y para no romper con sus costumbres eso hicimos con una caja de 18 botellas que nos agenciamos en Wacken Open Air, festival de música al que ya avisamos que acudiríamos en La Ronda 8.
Lo cierto es que beberme la que guardé me trajo buenos recuerdos, y además me permitió apreciarla mucho mejor, no solo por tomarla con más atención sino también por poderla servir en una jarra y no tener que beberla directamente de la botella. Es de un color dorado intenso, similar al sirope de limón, y con una burbuja de buen tamaño que pasa a alimentar los dos dedos de espuma que se forman. El aroma es intenso, como es común en las lager con un claro predominio de la malta, que en esta ocasión adornan un leve olor cítrico y un suavísimo deje metálico, muy reconfortante y que parece indicar que será una cerveza ideal para combatir el calor.
Es extremadamente fácil de beber y muy refrescante, comienza con un tímido sabor a malta que se incrementa progresivamente, con un marcado amargor pero sin duda controlado, notas cítricas de fondo y el toque metálico del aroma, esta vez algo más marcado aunque igualmente suave y agradable. El final es bastante seco, de cierto amargor, con mínima presencia del limón y un último instante metálico. La calificaría como una Pilsener alemana básica, nada impresionante pero sin duda disfrutable.
Lo cierto es que beberme la que guardé me trajo buenos recuerdos, y además me permitió apreciarla mucho mejor, no solo por tomarla con más atención sino también por poderla servir en una jarra y no tener que beberla directamente de la botella. Es de un color dorado intenso, similar al sirope de limón, y con una burbuja de buen tamaño que pasa a alimentar los dos dedos de espuma que se forman. El aroma es intenso, como es común en las lager con un claro predominio de la malta, que en esta ocasión adornan un leve olor cítrico y un suavísimo deje metálico, muy reconfortante y que parece indicar que será una cerveza ideal para combatir el calor.
Es extremadamente fácil de beber y muy refrescante, comienza con un tímido sabor a malta que se incrementa progresivamente, con un marcado amargor pero sin duda controlado, notas cítricas de fondo y el toque metálico del aroma, esta vez algo más marcado aunque igualmente suave y agradable. El final es bastante seco, de cierto amargor, con mínima presencia del limón y un último instante metálico. La calificaría como una Pilsener alemana básica, nada impresionante pero sin duda disfrutable.