MODELO: Staro Češko Svijetlo Lager Pivo
ESTILO: Pale Lager (4'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Croacia
Me traje un par de ejemplares de Staro Češko que compré en un supermercado croata, ya que en ningún bar o restaurante de los que conocí ofrecían esta marca, y tenía la esperanza de llevarme una sorpresa agradable al llegar aquí, pues su etiqueta, en la que se ve un escudo ornamentado con un yelmo y una grulla encabezando el nombre, le da cierta elegancia.
La Staro Češko, "cerveza lager brillante", tiene un color dorado que está coronado por una espuma blanca, esponjosa, abundante y duradera. En presencia gana mucho, pero su aroma no dice gran cosa, pudiéndose notar un olor maltoso y especiado. En boca toma presencia un amargor herbal algo picante, que en seguida queda nivelado con la malta, a pesar de que no tiene mucho cuerpo y el sabor se ve aguado. No es una cerveza que me tomase a disgusto, pero tampoco me supo interesante, ya que en seguida perdió matices y no tardó en perder el frescor. Confío en que algunos de estos detalles negativos habrán sido fruto de haberlas traido en la maleta; mi compañero de blog nos dirá su opinión, pues una de estas es su souvenir.
CARACTERÍSTICAS: Tampoco la opinión de Sir Asf acerca de esta otra botella que me trajo de Croacia era muy alentadora, aunque la calificó como "mejor que Karlovačko", pero de todas maneras nunca tengo inconveniente en probar nuevas cervezas, por malas que sean (repetir ya es tema aparte), y menos todavía si son un regalo. En este caso tampoco me resultó desagradable la experiencia, aunque me encontré un poco con lo de siempre: lager de color dorado, espuma blanca que desaparece al instante (curiosamente, no le sucedión esto a Asf), de olor dulzón a malta, cereales y maíz dulce sobretodo, con un sutil toque de limón, suaves notas herbales que pasan bastante desapercibidas y un leve aroma mantequilloso proveniente del diacetilo que hace que el aroma de una sensación algo pastosa.
El sabor es bastante similar, también dulce, dominado por la malta aunque esta vez se añade un gusto a caramelo secundario y por desgracia otra vez el diacetilo, aunque he de decir en su favor que no es muy evidente y la cerveza no queda mal a pesar de esto. Cada trago deja la boca llena de burbujas, se pueden apreciar suaves notas cítricas y herbales para conducir a un final largo de amargor bastante aceptable, acompañado de una mínima presencia de especias entre la malta. No tan mal como parecía al olfato, me la terminé sin demasiado problema, aunque con toda probabilidad le falta lúpulo para equilibrar algo, además de los fallos ya mencionados.