MODELO: Flying Dog Kerberos
ESTILO: Tripel (8'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Estados Unidos
CARACTERÍSTICAS: Se me iluminó la cara cuando el dependiente de la última tienda cervecil que descubrí en Zaragoza (y desde entonces mi favorita) me dijo que iban a traer en una semana varias botellas de una de las cerveceras más famosas de EE.UU, Flying Dog. Por ello, una semana después estaba de nuevo en el establecimiento con la cartera bien llena (o al menos todo lo llena que puedo permitirme ahora), dispuesto a llevarme unas cuantas de las cervezas ansiadas.
Sentía bastante curiosidad por saber si estos americanos serían tan diestros haciendo una Tripel como diseñando la etiqueta, que es verdaderamente impresionante, y ciertamente no se les da tampoco nada mal. Se aprecia al servirla un líquido dorado anaranjado con una carbonatación fina y consistente, que sin embargo forma una capa de espuma muy fugaz. Al olfato presenta un aroma delicado y al mismo tiempo firme, con malta muy evidente y en el mismo nivel notas de mandarina y naranja, y más secundarias pera y uva blanca, entre las que se introduce con sutileza canela y levísima levadura. Ya de fondo se pueden encontrar miel y flores, junto con un soplo de alcohol ligeramente picante.
El sabor es bastante similar al olor, intenso, con cuerpo consistente, muy cremoso, repleto de frutas (mandarina y naranja principalmente, y melocotón y pera más secundarias), a los que al instante se suma una bomba de picante que no llega a molestar y que además consigue limitar el dulzor de la malta. Deriva en un final largo, muy frutal también, con fuerte gusto a flores y miel, que deja en última instancia un medido toque de amargor alcohólico y picante, con dejes de clavo y mandarina. No es una Tripel sobresaliente para mi gusto, quizá le falta algo de gancho, pero sale al paso bastante airosa.
Sentía bastante curiosidad por saber si estos americanos serían tan diestros haciendo una Tripel como diseñando la etiqueta, que es verdaderamente impresionante, y ciertamente no se les da tampoco nada mal. Se aprecia al servirla un líquido dorado anaranjado con una carbonatación fina y consistente, que sin embargo forma una capa de espuma muy fugaz. Al olfato presenta un aroma delicado y al mismo tiempo firme, con malta muy evidente y en el mismo nivel notas de mandarina y naranja, y más secundarias pera y uva blanca, entre las que se introduce con sutileza canela y levísima levadura. Ya de fondo se pueden encontrar miel y flores, junto con un soplo de alcohol ligeramente picante.
El sabor es bastante similar al olor, intenso, con cuerpo consistente, muy cremoso, repleto de frutas (mandarina y naranja principalmente, y melocotón y pera más secundarias), a los que al instante se suma una bomba de picante que no llega a molestar y que además consigue limitar el dulzor de la malta. Deriva en un final largo, muy frutal también, con fuerte gusto a flores y miel, que deja en última instancia un medido toque de amargor alcohólico y picante, con dejes de clavo y mandarina. No es una Tripel sobresaliente para mi gusto, quizá le falta algo de gancho, pero sale al paso bastante airosa.