MODELO: Flying Dog Doggie Style
ESTILO: American Pale Ale (5'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Estados Unidos
CARACTERÍSTICAS: Ya son unas cuantas las cervezas de la americana Flying Dog que he comentado aquí, supongo que a nadie se le escapa que por lo general me suelen gustar bastante. Curiosamente, hasta el momento no he dicho una sola palabra de una de las que más a menudo compro, no porque me parezca la mejor sino porque es sin duda alguna mi favorita para consumir en compañía, su "Classic Pale Ale", que va a protagonizar la entrada de hoy.
El aspecto puede llevar a engaño, con su color cobre ambarino, su leve turbidez y su capa de espuma densa de burbuja fina, no muy abundate pero si persistente, podría pasar perfectamente por una cerveza británica de las de toda la vida. Sin embargo, el intenso aroma despeja todas las dudas pues abre con un golpe de lúpulo Cascade que casi podría hacerla pasar por una IPA, aportando a la malta y el caramelo, que forman la base, frutas tropicales, naranja amarga y leves recuerdos de miel, no quedando muy lejos de monopolizar el perfume, además de notas herbales y especias picantes.
El sabor posee una acidez considerable, de nuevo las frutas tropicales y los cítricos dejan a la malta y el caramelo en segundo plano, aunque en esta ocasión estos últimos destacan algo más antes de que el Cascade se muestre en todo su esplendor con intensas notas de naranja amarga, hierba y pino. El final es algo seco, cargada de especias y cítricos, dando una sensación muy refrescante. No es la más compleja de las Flying Dog pero eso sí, como cerveza de sesión funciona sin ningún problema.
El aspecto puede llevar a engaño, con su color cobre ambarino, su leve turbidez y su capa de espuma densa de burbuja fina, no muy abundate pero si persistente, podría pasar perfectamente por una cerveza británica de las de toda la vida. Sin embargo, el intenso aroma despeja todas las dudas pues abre con un golpe de lúpulo Cascade que casi podría hacerla pasar por una IPA, aportando a la malta y el caramelo, que forman la base, frutas tropicales, naranja amarga y leves recuerdos de miel, no quedando muy lejos de monopolizar el perfume, además de notas herbales y especias picantes.
El sabor posee una acidez considerable, de nuevo las frutas tropicales y los cítricos dejan a la malta y el caramelo en segundo plano, aunque en esta ocasión estos últimos destacan algo más antes de que el Cascade se muestre en todo su esplendor con intensas notas de naranja amarga, hierba y pino. El final es algo seco, cargada de especias y cítricos, dando una sensación muy refrescante. No es la más compleja de las Flying Dog pero eso sí, como cerveza de sesión funciona sin ningún problema.