miércoles, 4 de abril de 2012

Polonia

Es evidente que la oleada de cervezas polacas que invadió Hipos a lo largo del mes pasado no fue casual, sino la consecuencia previsible de una semana de vacaciones en este país con algunas de mis compañeras (o ya ex-compañeras) de Universidad. Elegimos este destino con un amplio consenso tanto por su interés turístico como por sus bajos precios, muy adecuados para nuestro bolsillo de estudiantes, y en mi caso también influyó el gran aprecio que tengo por el Este de Europa y su gastronomía, que me hace salivar solo con pensar en ella.

Repartimos los 8 días que duró el viaje entre Cracovia y Varsovia, con la casi obligatoria excursión de un día de duración desde la primera hasta los campos de concentración y exterminio cercanos a Auschwitz, tan sobrecogedores como cabría esperar. Sorprende el contraste entre las dos ciudades: Cracovia resulta encantadora, con su casco histórico perfectamente conservado, de aire algo medieval, y sus calles llenas de gente la hacen cálida y acogedora, muy similar a cualquier ciudad alemana; por su parte Varsovia tiene otro ambiente, es fría, sobria, de calles monstruosamente grandes, por donde circulan a toda velocidad cientos de personas, y parques de dimensiones titánicas, y aunque no por ello pierde encanto sí que es cierto que es otro mundo, parece "menos europea y más rusa", si se entiende lo que quiero decir.
Enlace
En cuanto al tema de la cerveza en Polonia, tiene sus luces y sus sombras, y con alguna diferencia me recuerda bastante a lo que experimenté en Rumanía. Los supermercados y pequeñas tiendas de bebidas están abarrotados de marcas polacas como Żywiec, Warka, Królewskie, Żubr, Tyskie, Okocim, Dębowe, Wojak, Harnas, Lech, Tatra, etc, y en casi cualquiera que entres puedes encontrar más de una veintena de botellas distintas, además a precios que pueden variar entre 2'5 y 4 złoty la botella de medio litro, lo que viene a ser 0'62 - 1 euro aproximadamente. (1 euro = 4 złoty) La parte mala es que la amplia mayoría son euro-lager producidas por Heineken o SAB-Miller, aunque afortunadamente otros estilos, sobretodo Bock y Porter, parece que van aumentando su cuota de mercado, e incluso en algunas ocasiones es posible toparse con varias botellas de la marca Ciechan, supuestamente artesanal. Así pues, para comprar productos de microcerveceras polacas no hay más remedio que recurrir a las escasísimas tiendas especializadas, donde dichas cervezas suelen rondar los 5 złoty.

Este contexto de hegemonía de las macrocerveceras, que realmente es aplicable a la mayor parte del Este de Europa, puede ser algo frustrante, pero no es razón para desanimarse puesto que incluso con estas marcas (la mayoría bastante decentes y alguna excepcional, como Żywiec Porter) es posible sumergirse en la cultura cervecera polaca experimentando con sus mezclas tradicionales: piwo z sokiem, cóctel de cerveza con zumo de frutas, y la para mí más interesante piwo grzane, una combinación de cerveza caliente con miel, clavo y canela.

De todas maneras, soy consciente de que este tipo de costumbres tienen bastantes detractores, pero ni siquiera ellos tienen por qué conformarse con beber lager simplonas si no encuentran marcas artesanales puesto que hay un número considerable de brewpubs diseminados por el país que elaboran cerveza de razonable calidad, o al menos este era el caso del de la cadena Bierhalle en el que estuve en Varsovia, donde por 8 złoty me pude tomar una jarra de Marcowe, una Märzen que me dejó muy satisfecho. En el caso de que este plan tampoco les convenza, recomiendo no complicarse la vida y beber Żubrówka, que también está muy rico.

Así termino el breve resumen del ámbito cervecil de mis vacaciones. Si aún queda alguien que no está convencido para ir a Polonia, he de decir que en realidad el tema de la cerveza casi es lo de menos: solo la extraordinaria belleza del país ya sería motivo suficiente para visitarlo, si a eso se le suma su exquisita gastronomía el viaje se convierte en una obligación.

lunes, 2 de abril de 2012

Guineu Riner

MARCA: Guineu
MODELO: Guineu Riner
ESTILO: American Pale Ale (2'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Una de las Guineu más reputadas, junto con la exquisita Montserrat, es Riner, una Pale Ale de estilo americano con una graduación alcohólica sorprendentemente baja, inferior al 3%. Probablemente fue este bajo contenido de alcohol el que provocó que se pusiese en boca de muchos al coronarse durante unas semanas como la mejor cerveza de la categoría "Low Alcohol" de Ratebeer, hecho al que se le puede dar más o menos importancia pero que yo creo que siempre es algo a considerar.

No son pocas las veces que he tomado esta cerveza, la última de barril durante la entrega de premios del concurso de Homebrewing de Líquidos y Lupulus, y siempre me ha parecido estupenda, así que me enfrenté a esta botella que me regalaron de Cervezalandia sin ningún miedo. Es de color amarillo pajizo, turbia, con una espuma nacarada cuyo volumen no cesa de crecer por el imparable flujo de burbujas que la alimentan, consiguiendo escapar por el cuello de la botella repetidas veces. Es tremendamente aromática, y mediante el olfato queda clara su inspiración estadounidense al presentarse como una compacta combinación de limón y pomelo con hierba y pino, algo resinosa y con un toque de especia, sobre una base que recuerda a uva blanca y manzana, sugiriendo así una importante carga de Cascade y/o Centennial. (no me atrevo a concretar más, hasta tanto no llego)

En boca resulta tan refrescante como se pueda imaginar e incluso un poco más, y sin embargo, pese a su mínimo contenido alcohólico, tampoco se puede decir que le falte consistencia ni sabor. Comienza con un breve dulzor, donde se distinguen uva blanca y manzana, que en seguida abre paso a la acidez cítrica y el amargor herbal resinoso del lúpulo. Al principio es más extrema, siendo los cítricos muy prominentes, pero en cuanto reposa se modera un poco y ofrece una mayor complejidad, aunque para ser sincero no sabría decir qué etapa me gusta más, ambas son muy interesantes. Cómo no, el final es muy lupulado, con intensas notas de pomelo y limón, trazas de manzana verde y una fuerte presencia de especias picantes, que a su paso convierten la boca en un erial, ansiosa por otro trago que la atrapa en un círculo vicioso de cerveza y sequedad. Una cerveza realmente buena como resultado de una propuesta original y algo arriesgada, en mi opinión de lo mejorcito de la Península.

NOTA:

sábado, 31 de marzo de 2012

De Ranke Père Noël

MARCA: De Ranke
MODELO: De Ranke Père Noël
ESTILO: Blonde de Navidad (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Mi primer contacto con la cervecería De Ranke no fue del todo satisfactorio, y es que su XX Bitter, ácida y amarga como pocas belgas, sobrepasó mi capacidad de disfrutar del lúpulo. Sin embargo en el segundo intento, unos cuantos meses después, algo debía haber cambiado en mis sentidos puesto que me pareció una de las mejores cervezas belgas que había tomado hasta la fecha, lo que instantáneamente me transformó en un adicto a sus lupulados productos. Esta reciente pasión por la marca fue lo que me ayudó a decidirme por esta entre el arsenal de cervezas navideñas que ofrecía Zombier, contando además con que esta sería una algo peculiar.

Del líquido naranja cobrizo, sorprendentemente bien filtrado, escapa un rico aroma bien cargado de frutas, sobretodo naranja, mandarina y albaricoque, que ocultan parcialmente a la malta, relegándola a un segundo plano. Por su parte las especias, con notas levadurosas y herbales adheridas, se encargan de afilar el aroma y darle intención, lo que le aporta una complejidad más que interesante.

Es en el sabor donde parece florecer el espíritu de De Ranke; desde el inicio pone especial acento en limón, pomelo y manzana verde, lo que a la vez realza las notas de levadura, clavo y pimienta, aunque poco a poco van emergiendo frutas tropicales, suave caramelo y mínima canela para compensar la acidez. Casi resulta incluso un poco dulce justo antes del final pero de nuevo atacan los cítricos, esta vez acompañados del intenso amargor del lúpulo, que dan punto y final a su labor dejando la boca seca, impregnada de hierba y picante. Atípica cerveza navideña y algo arriesgada, pero en mi opinión bastante resultona, totalmente recomendable para los adictos al lúpulo. (y por estos lares rondan unos cuantos)

NOTA:



Actualizado por Sir Asf:

CARACTERÍSTICAS: Esta cerveza de navidad me llegó como regalo de la celebérrima Ana, a la que agradezco mucho el detalle. Ya le había echado el ojo cuando hice mi pedido de cervezas navideñas, pero las prioridades fueron otras y me quedé con las ganas, así que es un regalo muy bienvenido.

La cerveza tiene una etiqueta con Papá Noel como protagonista, abrazando bonachón a una copa sobre un fondo verde. Es una imagen muy acertada de la figura de Santa Claus, creo yo. Al servir la cerveza en la copa luce un color dorado algo oscuro, turbio pero sin rastro de sedimentos, con presencia de carbonatación. La espuma es de color blanco y forma una capa consistente, no demasiado abundante pero bastante duradera.

Su aroma hace presencia desde el primer momento. Destacan notas florales y afrutadas, con malta y levadura como base, y un deje dulzón compuesto de caramelos y lúpulo, muy característico de este estilo de cervezas belgas. En boca sobresale el caramelo, el melocotón, la malta y un toque a licor, con presencia del alcohol. En segundo término se aprecia un toque levaduroso y levemente picante, especiado. Hacia el final se torna levemente amargo, con mucha presencia herbal. Es espumosa en boca y bastante suave, aunque de matices intensos.

En general una buena cerveza muy fácilmente disfrutable, aunque nada fuera de lo normal (comparándola con otras del estilo).

NOTA:


miércoles, 28 de marzo de 2012

Engel Bock Hell

MARCA: Engel
MODELO: Engel Bock Hell
ESTILO: Maibock (7'2%)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: La cervecera Engel, fundada en en 1783 en Crailsheim, en el Oeste de Alemania, es desde 1877 propiedad de la familia Fach. Elaboran en la actualidad, si no he contado mal, 21 cervezas distintas, todas ellas selladas con tapón de rosca, entre las que destacan por sus sorprendentes denominaciones varias como su Weißbierpils, su Kellerbier dunkel o su cerveza femenina First Lady, las cuales me encantaría probar aunque solo fuese por calmar mi curiosidad.

Cuando la vi en el supermercado el tapón de rosca me hizo dudar, pero al final me decidí a probarla reservándola para una tarde relajada, que llegó esta misma semana cuando la elegí como acompañante de una buena película. Es de color miel, apagado, casi transparente, y forma al servirla una espuma que en un inicio parece cremosa y abundante pero que casi antes de terminar esta operación demuestra ser escasa y porosa, similar a la del detergente. Sorprende lo discreta y sencilla que es para el olfato, apenas unas pinceladas de grano, malta y casi imperceptibles cítricos, con un toque metálico que recuerda a las temidas eurolager, lo que a priori no es en absoluto positivo.

En boca intenta enderezar, aunque en mi opinión tampoco acaba de acertar. Al principio el dulzor, con un núcleo de malta y miel escoltado por suaves notas de melocotón y manzana, resulta excesivo y empalaga un poco. Se va moderando de forma progresiva, pero a cambio va ganando terreno el alcohol, que llena de especias un final de amargor inexistente, impregnado de miel, cítricos y lúpulo floral, de intensidad moderada. No es una cerveza que merezca ser tirada por el desagüe al primer sorbo, pero el exceso de azúcar y alcohol me cansa rápido y acabo perdiendo el interés.

NOTA:

martes, 27 de marzo de 2012

Alvinne Land Van Mortagne

MARCA: Alvinne
MODELO: Alvinne Land Van Mortagne
ESTILO: Quadrupel (13'9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: El duelo a muerte que disputamos sobre la lava ardiente de un volcán hawaiano, con la intención de decidir sobre la repartición de las botellas que nos habían enviado desde diferentes tiendas online, implicó que Asf se quedara con la rica IPA de Anderson Valley. Sabiendo esto cualquiera pensaría que fue mi compañero quien se alzó con la victoria, pero si aclaro que a mi me correspondió esta Quadrupel, detallazo de Gabriel de Zombier como una pequeña muestra de las Alvinne que recientemente ha incorporado a su catálogo, no queda tan claro quien fue el ganador.

Tuve que someterme a una fuerte preparación psicológica para abrirla porque con sus casi 14º de alcohol, lo que la hace la Quadrupel de mayor graduación que he probado, y los 150 puntos en la escala de color de la EBC, resultaba cuanto menos intimidante. Una vez que me sentí en condiciones de enfrentarme a ella pude comprobar que la etiqueta no mentía, puesto que es tan oscura y opaca que casi absorbe la luz, cubierta además por una sólida capa de espuma marrón. Al instante la intensidad de su perfume inunda la habitación con un aroma goloso, que al acercar la nariz a la copa se concreta en moras, cerezas, fresas maduras, mientras se pone a su altura, en primer plano, un torrente de malta, caramelo y chocolate amargo. En un segundo nivel quedan recuerdos vinosos y frutos secos, salpicados con la famosa levadura Morpheus, e incluso se puede identificar una tercera capa, donde alimentan la extraordinaria complejidad suaves notas de vainilla, alcohol y madera. ¡Menuda gozada, y más aún para los que de cuando en cuando disfrutamos diseccionando cervezas!

El resumen perfecto del primer sorbo es sencillo: un puñetazo en la boca que te deja sin dientes, a tí y a tus familiares directos. Irrumpe en las papilas un sabor potentísimo, donde en un primer momento se encuentra una exquisita mezcla de malta tostada, caramelo y cereza con licor, a la que poco a poco se van sumando notas de cacao, pasas, regaliz, dátiles, ciruelas, etc, algo más secundarias. A medida que avanza el regaliz gana mucha presencia, y acaba por protagonizar el final junto con suaves toques de madera y levadura, formando un intenso amargor algo alcohólico, que puede recordar al Bourbón, impregnado de clavo, canela y leve lúpulo herbal. Pesadísima y como única pega algo dura de beber, sin embargo su complejidad extrema y su intenso y duradero sabor compensan con creces, convirtiéndola en una excelente elección como copazo post-comilona. ¡Muchísimas gracias a Gabriel por dejarnos probar esta maravilla!


NOTA:

lunes, 26 de marzo de 2012

Calvin's Tostada

MARCA: Calvin's
MODELO: Calvin's Tostada
ESTILO: Dunkel Lager (4'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: La cerveza Calvin's vio la luz en el año 2006 cuando sus actuales responsables, bajo la supervisión de Àlex Padró de Llupolls i Llevats, montaron sus instalaciones en Madrid, convirtiéndose así en la primera microcervecera de la capital. A pesar de estos 6 años ya de existencia apenas había tenido la oportunidad de probar sus cervezas, principalmente debido a los formatos en los que se comercializaban, en barril y en botella de 75 cl, y aunque recientemente han comenzado a venderlas en botella de 33 cl casi no nos ha dado tiempo a buscarlas puesto que gracias a la generosidad de sus propietarios nos ha llegado una caja con una pequeña reserva de botellas y vasos.

Como suelo hacer con los regalos que nos envían, a los pocos días de recibirlo me decidí a abrir una botella a mitad de tarde con la intención de que amenizase mi ya habitual capítulo de Breaking Bad. Al hacerlo me sorprendió bastante su color ambarino brillante, más propio de una cerveza de Oktoberfest que de una Dunkel, que era el estilo al que suponía que se asemejaría más teniendo en cuenta que se llama "Tostada". De todas maneras su intenso aroma, mediante la combinación de malta con frutas dulces, sobretodo mandarina y melocotón, y tenues recuerdos de miel con limón, flores y naranja, consiguieron que al instante me olvidase de estas minucias.

Este agradable dulzor está más limitado en el sabor donde, pese a que continúa el dominio de la malta y mantiene también un buen acompañamiento de frutas, estas últimas tienden más hacia los cítricos, aportando una suave acidez muy bien afinada por un punto de clavo. El lúpulo carga con algo más de fuerza en el final, aportando un amargor ligeramente seco donde se mezclan flores, albaricoque, cítricos y en menor medida hierba y notas de levadura. Tanto el sabor como su textura sedosa son agradables y hacen de ésta una buena sustituta de la rubia de toda la vida; no obstante siendo honestos también hay que recalcar que probablemente le falta cuerpo, lo que dificulta que acabe de despegar y desarrollar por completo el potencial que tiene, lo cual no quita que sea una cerveza más que disfrutable. Por último, aprovecho para agradecer a Calvin's el hacernos llegar estas cervezas.
NOTA:



Actualizado por Sir Asf:

CARACTERÍSTICAS: La última quedada que hice con Embracing fue fabulosa, ya no por ver que se había convertido en un latifundista de vacaciones, sino por la cantidad de cervezas que me trajo, la gran mayoría de regalo de diversos sitios. Entre ellas estaba esta Calvin's Tostada, que nos mandaron los muchachos de Calvin's, a los que agradezco yo también el detalle.

Me llamó la atención el color, por la acepción de "tostada" que puede verse en la etiqueta, pero cosas más raras se han visto. De espuma blanca de burbuja fina, poco abundante y de corta duración, luce un caldo color ambar claro levemente translúcido aunque con turbiedad en su base. La carbonatación es media.

Su aroma es floral, afrutado, meloso y cítrico, bastante agradable y con intensidad notable. Algo así ocurre en boca, en la que destaca la malta, el toque cítrico y afrutado, y unas ligeras notas especiadas. Parece que quiere mostrar un matiz ácido, pero es muy leve. El trago es ligero, suave y vibrante en el paladar. El final es lupulizado y seco, algo floral y con presencia levadurosa. El alcohol se presenta en su justa medida.

Concuerdo con Embracing, una cerveza bastante disfrutable aunque quizás en conjunto pide más intensidad. ¡A por las siguientes!

NOTA:


sábado, 24 de marzo de 2012

Anderson Valley Hop Ottin' IPA

MARCA: Anderson Valley
MODELO: Anderson Valley Hop Ottin' IPA
ESTILO: India Pale Ale americana (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Estados Unidos

CARACTERÍSTICAS: Bien sonrientes quedamos al descubrir un genial presente de los amigos de Cervezas Especiales, compuesto de cuatro cervezones enormemente atractivos. Para repartir las cervezas nos batimos en duelo con las armas más sofisticadas, sobre la ardiente lava de un volcán hawaiano. Este fue uno de mis premios, la famosa IPA de Anderson Valley, marca de la que ya hablamos en el post de la Oatmeal Stout.

Procedí a abrirla con ganas, disfrutando del intenso aroma con el que se presenta. En el vaso muestra un color cobrizo claro, muy cristalino y sin apenas carbonatación. La espuma es blanca y consistente, y aunque no se extiende demasiado tiene una duración más que apropiada.

El aroma se muestra muy herbal, refrescante y agradable. Se perciben notas cítricas, pino, limón y naranja, y más en segundo plano miel y malta. En conjunto delicioso, con una invitación al trago absolutamente ilícita. En boca se presenta con intensidad, también, en una nube de matices variados y en consonancia. Destaca el amargor sosegado del lúpulo, acompañado de los cítricos y las notas afrutadas que llevan la fuerza de los matices al máximo, para continuar con tímidas presencias de malta, miel y nueces. En su final da una última traca de amargor herbal seco, dejando un regusto intenso y satisfactorio que te hace plantearte qué demonios estás bebiendo. Es fuerte pero medida, con su justa presencia del alcohol.

En conjunto es espectacular, y quizás se deba al equilibrio que adquieren todas sus características, que no son pocas. Un nombre a repetir, sin duda.

NOTA: