MODELO: Anchor Our Special Ale 2011
ESTILO: Winter Warmer de Navidad (5'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Estados Unidos
CARACTERÍSTICAS: Un año más el mundo aguanta en pie, y un año más la Anchor Brewing Company lanza su cerveza de celebración (no sabemos si el primer hecho es condición necesaria para que se dé el segundo o viceversa) presentando un nuevo árbol en su botella. En esta ocasión el encargado de adornar la hermosa etiqueta es una de las especies dentro del grupo de los "pinos de conos erizados" o "bristlecone pines", concretamente Pinus longaeva, habitual en las Montañas Blancas del sudoeste de Estados Unidos y que como su propio nombre sugiere alcanzan edades muy avanzadas. De hecho un ejemplar de esta especie, conocido con el sobrenombre de Matusalem, se calcula que ronda los 5.000 años de existencia, lo que le convierte en el ser vivo más longevo del que se tiene noticia.
Me habían avisado de que la edición de este año era un poco peculiar, pero puesto que su receta se mantiene siempre secreta no tenía ni idea de por qué, y el verla servida, con su color negro, marrón rojizo al trasluz, y su espuma beige, tan perfecta como en todas las Anchor, tampoco daba ninguna pista extra. Para empezar a dibujar las particularidades de esta cerveza hubo que esperar al olfato, donde una dulce mezcla de malta, caramelo y suaves notas de ciruela y uva negra, dejando de fondo cacao y torrefacto, se ve abrazada por un aroma vegetal, algo especiado, que al menos a mí me resultó imposible de identificar.
En boca se reducen tanto el dulzor como ese punto herbal tan extraño, y cacao, café y torrefacto pasan a dirigir el trago, aunque manteniendo la presencia de bayas, ciruelas y cerezas en un segundo plano, que moderan bastante la sequedad de la cerveza. Estas frutas resultan muy útiles también para controlar el amargor final, el cual surge con delicadeza aunque manteniéndose firme, y donde además del torrefacto aprovecha para expresarse nuevamente el vegetal misterioso, acompañado de clavo y gengibre, leves recuerdos de naranja y mínima vainilla. Resulta un poco desconcertante al principio por lo poco que tiene que ver con la Our Special Ale del año pasado, pero si se ataca con mente abierta se puede acabar disfrutando sin demasiada dificultad de su equilibrio, su textura sedosa y su originalidad. No obstante tampoco me sorprende que haya habido gente a la que no le ha hecho ninguna gracia el experimento.
NOTA: