MODELO: To Øl Black Ball Porter
ESTILO: Baltic Porter (8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Dinamarca
CARACTERÍSTICAS: Tobias Emil Jensen, Tore Gynther y su profesor Mikkel Borg Bjergsø comenzaron a elaborar cerveza en su Colegio Mayor en el 2005, y durante los años siguientes ocuparon las cocinas durante las noches intentando conseguir cada vez cervezas de mayor calidad. Poco tiempo después Mikkel Borg fundó la reputada Mikkeller, ampliamente distribuida por todo el mundo en la actualidad, mientras que los dos alumnos tuvieron que esperar hasta el 2010 para que viese la luz su propia marca: To Øl.
Pese a contar en su arsenal con más de una docena de cervezas no cuentan en este momento con instalaciones propias, sino que sus creaciones salen de la belga De Proefbrouwerij. Entre ellas está Black Ball, que algunos colocan dentro del discutible grupo de las Black IPA, pero que estos daneses prefieren definir como "Hoppy Porter", muy acertadamente al menos en mi opinión.
Es de color negro opaco, con una cubierta de dos dedos de espuma beige, cremosa y abundante. Sale de esta un intenso aroma que irrumpe con fuerza en las fosas nasales, donde abunda malta torrefacta y regaliz negro, equilibrados con dulces notas de caramelo, toffee, frutas del bosque y pasas, dejando de fondo cacao, hierba y mínimos recuerdos de olivas. Es un perfume exquisito, denso y complejo, que sugiere que nos espera un sabor con estas mismas características.
Y así es, se presenta con cuerpo completo, rotunda y pesada, desprendiendo desde el inicio al igual que en nariz toneladas de torrefacto y regaliz negro. Sin embargo, en escasos segundos empiezan a surgir otros sabores que matizan el trago, ganando mucha complejidad con la presencia de potentes recuerdos de mora, arándanos,cacao y caramelo. Mucho antes del final ya es áspera, agria, y el carácter herbal del lúpulo es muy evidente, pero cuando nos aproximamos a los últimos instantes estas características se acentúan, formando un intenso amargor seco y agresivo, repleto de cacao, hierba, especias picantes y más de fondo un medido toque de alcohol y notas quemadas, de café negro y humo. Puede resultar algo dura, pero da la impresión de que detrás de ella hay mucho trabajo, lo que ha permitido ajustarla al milímetro consiguiendo así una Porter redonda. Muy recomendable, como todas las demás cervezas de esta marca.
NOTA: