MODELO: St. Peter's Winter Ale
ESTILO: Winter Warmer (6'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Inglaterra
CARACTERÍSTICAS: Las pasadas Navidades busqué como un loco, y al final me quedé sin la cerveza de invierno de una de mis fábricas inglesas predilecas: St. Peter's, aunque a cambio conseguí la estupenda Samuel Smith's Winter Ale. Este año, sin embargo, ha pasado a la inversa, y he compensado la sorprendente desaparición de esta última con haber encontrado en la Vinoteca mi ansiada St. Peter's Winter Ale. No creo haber salido ni perdiendo ni ganando con el cambio, pero lo que está claro es que echaré de menos la navideña de de Samuel Smith.
Como parece obligatorio, esta cerveza de invierno es muy oscura, de color marrón ébano que se torna pardo rojizo en el fondo del vaso. Lleva por sombrero una espuma beige muy apetitosa, que se reduce con rapidez. Al abrir la botella llega a las fosas nasales un aroma dulce, almibarado, que sin embargo al servir la cerveza no lo es tanto, sino que encaja a la perfección dentro de la habitual sobriedad británica. Malta bien tostada, nueces y almendras establecen un núcleo firme, al que se añaden suaves recuerdos cítricos y de café, ténues toques de caramelo, y las fácilmente reconocibles notas de lúpulo inglés, herbales y medicinales. Aroma sencillo, nada espectacular pero no deja insatisfecho, más bien un aperitivo que prepara para el primer sorbo.
En boca se desata, y de su base se puede sacar además de abundantes frutos secos, caramelo y malta tostada, que llega incluso al torrefacto, algo más secundarias aunque también evidentes notas de chocolate negro, regaliz y suave anís. El trago es denso, cremoso, con un suave dulzor inicial ocupado por ciruelas, pasas y bayas del bosque, que progresivamente sucumbe al agua y el lúpulo británico y acaba volviéndose más bien amargo y seco, con toques cítricos. Se sumerge con elegancia en el amargor, que se reparte entre hierba, limón, nueces y cacao, para terminar con un medido soplo de alcohol y especias picantes, dejando leves matices minerales y salados en el largo regusto. Calida y compleja, y muy fiel al estilo, como suele ser habitual en St. Peter's. Me sorprendió el que el torrefacto fuese tan claro, no esperaba que llegase a un tostado tan acentuado, pero le da un toque algo diferente que personalmente agradezco. Una apuesta segura para el invierno, y en mi opinión de lo mejor de esta fábrica. Recomendadísima.
NOTA: