MODELO: Einsiedler Doppelbock
ESTILO: Doppelbock (7'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania
CARACTERÍSTICAS: Por algún misterioso motivo desde que empezó el año me he cruzado varias veces con esta cerveza alemana: la encontré de tirador (además a 3'3 euros la pinta) en el bar Comix de Pamplona, y también he visto las botellas en varias tiendas físicas, entre ellas Líquidos de Zaragoza. Ante tanta insistencia por parte del destino, además de haberla bebido en cada una de estas oportunidades en que se puso a tiro, no tuve más remedio que coger una botella para reseñarla aquí. No podría decir que esto me haya causado mucho sufrimiento la verdad, porque el clima de Pamplona de estos últimos meses ha sido idóneo para atacar Doppelbock.
Esta es de color marrón oscuro, mate, rubí al trasluz, opaca como un muro, con un par de dedos de espuma beige de burbuja muy fina. Aspecto impecable, no cabe queja posible. En nariz es muy maltosa, acaramelada, exuberante de ciruela madura, uvas pasas y algo más suave manzana y pera. El fondo, compacto, lo forman cereal, pan integral, malta tostada a raudales, caramelo, recuerdos de café molido y algo de cacao, consiguiendo mantener el dulce muy controlado, con un equilibrio ajustadísimo. Acaba de redondear el aromático lúpulo noble, cítrico y herbal, y leves toques de canela.
Para aquellos a quienes Eku 28 o Samichlaus les parecen empalagosas, esta es su Doppelbock. La entrada la dirigen malta, grano tostado, frutos secos, leve caramelo, café y un punto de cacao puro. Cuerpo medio alto. La fruta oscura madura apacigua los tostados pero no sobresale, simplemente facilita el trago. Final de amargor medio, áspero, con grano tostado, cítricos, algo de hierba y especia picante. Los casi 8º de alcohol están tan bien integrados que casi ni se notan. Grano, grano, grano y más grano, una de las Doppelbock más sobrias que conozco, y también una de mis favoritas.
NOTA: