domingo, 26 de julio de 2020

Ayinger Frühlingsbier

MARCA: Ayinger
MODELO: Ayinger Frühlingsbier
ESTILO: Dortmunder (5.5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Siendo una de las pocas cervezas de Ayinger que todavía no había probado, la Frühlingsbier me resultaba especialmente tentadora por su nombre, que significa Cerveza de Primavera. En la propia fábrica la describen tan solo como una Lager sin filtrar, y con tanto misterio alrededor de esta cerveza no tuve más remedio que agenciarme un par de botellas... por si hacía falta insistir para entenderla y disfrutarla bien. Bueno, y con la intención de llenar un maß, que es algo que de cuando en cuando me apetece.

Su color es amarillo pajizo, y es algo velada. La espuma es blanca, brillante, aproximadamente medio dedo y con buena retención. En nariz es dulce, repleta de malta, toffee y toneladas de miel, que se combinan con fruta madura, destacando manzana golden, algo de pera y membrillo. Queda todo envuelto en un fresco perfume floral aportado por el lúpulo, con un deje mineral.

En boca es más seca, evidentamente no es una Helles. Combina malta, cereal crudo, masa de pan y algo de frutos secos, con un dulzor limitado y haciendo énfasis en los cereales. A continuación se suman membrillo en fruta, manzana poco madura y un toque de limón. Final seco, cítrico marcado, cereales, notas de levadura, un punto de especia, y lúpulo de intenso carácter mineral y más suavemente herbal. Buena cerveza, como no podía ser de otra forma, muy refrescante y fácil de beber. Bien equilibrada aunque personalmente prefiero cuando se apoyan más en la malta, está claro que tengo a Baviera como punto de referencia para las cervezas rubias y quizá esta se inspire en las de Dortmund.

NOTA:
 

martes, 21 de julio de 2020

VanderGhinste Cuvée des Jacobins Rouge

MARCA: VanderGhinste
MODELO: VanderGhinste Cuvée des Jacobins Rouge
ESTILO: Lambic madurada en barrica (5'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Esta referencia de la cervecera VanderGhinste recibe su nombre de la calle de París en la que Omer Vanderghinste, único miembro de la segunda generación de la familia desde que fundaron la empresa, se refugió durante la Primera Guerra Mundial, la Rue des Jacobins. Me llegó por cortesía del cófrade Iñaki, quien a sabiendas de mi amor por las ácidas belgas me regaló una botella en una reunión poco antes del confinamiento. Él no la había probado todavía y yo no conocía las características de la cerveza más allá de que había recibido algún premio en el World Beer Awards, así que estabamos ambos convencidos de que se tratada de una Flanders Red Ale, tal y como sugiere su imagen. Pronto comprobaría que esta no era la realidad.

A pesar de su nombre el color es más bien marrón roble, aunque al trasluz sí que salen reflejos rojizos, además de demostrarse su gran turbidez. Genera escasa espuma beige, y en pocos minutos se reduce hasta casi desaparecer. El aroma es muy interesante y bastante complejo. El núcleo fundamental es de malta tostada, intenso caramelo, cacao y un punto de azúcar moreno, rodeado de guindas y mermelada de frambuesa en abundancia. No obstante se nota la presencia de las levaduras salvajes, con un claro golpe de cáscara de cítricos, y el reconfortante toque avinado y balsámico de la barrica. Es algo más golosa de lo que me esperaba para el estilo pero en ese momento no me quejé, ni mucho menos.

Al probarla sin embargo tuve que revisar las características de lo que estaba bebiendo, porque si bien me esperaba algo parecido a una Rodenbach, con su delicadeza y equilibrio, me encontré con una acidez extrema propia de las Lambic. En efecto resultó que se trataba de una Lambic pura añejada en barrica durante 18 meses, lo cual explica perfectamente mis hallazgos. Desde el principio se presenta seca, con algo de pan integral, intensísimas notas de cereza silvestre y manzana verde, también grosellas, cáscara de limón y pomelo. Aparecen notas de vinagre, que se acentúan en el paso por boca, tanino potente y afilado de la barrica, y toneladas de levadura salvaje. Final áspero, muy ácido, cargado de levadura, intensos recuerdos minerales, algo de barrica, grosellas y notas herbales, quedando un regusto eterno rebosante de frutos rojos, balsámicos y madera. Buenísima y extremadamente compleja, aunque es mejor ir sobreaviso porque es una cerveza difícil, más aún si se toma sin pretenderlo.

NOTA:

viernes, 17 de julio de 2020

Witkap-Pater Tripel

MARCA: Witkap-Pater
MODELO: Witkap-Pater Tripel
ESTILO: Tripel (7'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Fundada en el año 1860 por Emmanuel Slaghmuylder, la cervecera que lleva su apellido es una de las clásicas de Bélgica. Se trata de una empresa familiar que se ha transmitido durante generaciones, habiendo tenido además lazos con miembros de otras familias intimamente relacionadas con el mundo de la cerveza belga como por ejemplo Van Roy. A lo largo de su historia han elaborado tanto cervezas de fermentación baja como de fermentación alta, aunque en los últimos años parecen haberse centrado en las segundas, siendo que son las únicas disponibles para exportación. Entre ellas hoy comento su Tripel, una elaboracion fiel a la tradición belga.

Es una cerveza de un dorado ligeramente pálido y con muchísima carbonatación, todo el líquido son burbujas. La espuma es blanca, cremosa y con una retención ejemplar, con lo que el aspecto es, en resumen, impecable. En nariz también tiene una presentación fantástica, con una carga importante de cítricos y manzana verde, que le da un gran frescor, sobre una base de masa de pan, cereal crudo, malta y suave galleta. La levadura belga también juega un papel fundamental, con intensas notas lácteas y también algo de especia picante en forma de pimienta.

El equilibrio sigue siendo protagonista en boca, revelándose como una cerveza de altísimo nivel. Entrada dulce, con malta, pan blanco y suave bizcocho que se acompañan de frutas como manzana golden, peras y uva blanca. Tiene además un punto cítrico que se refuerza al final, a la vez que surge el amargor del lúpulo, algo seco, francos recuerdos de vino blanco, notas minerales y herbales, y abundante especia picante. En el larguísimo regusto, empapado de lúpulo herbal y cítrico, se nota el agradable calor del alcohol junto con un deje de pimienta. Una Tripel resultona, refrescante, compleja, equilibrada hasta niveles al alcance de pocos maestros cerveceros y con mucha personalidad. Obligatoria para los amantes de lo clásico, y una buena referencia de cómo debe ser el estilo.

NOTA: 

 

lunes, 29 de junio de 2020

Page 24 / Au Baron Imperial French Saison

MARCA: Page 24 / Au Baron
MODELO: Page 24 / Au Baron Imperial French Saison
ESTILO: Saison (7'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: La cerveza que reseño hoy es la interpretación del estilo Saison, aunque con 7.5º de alcohol, dos grandes cerveceras francesas de Nord-Pas-de-Calais, ambas con mucha mano en la elaboración de Bière de Garde. La primera es St Germain, una de las fábricas relativamente modernas de esta región, y que ha protagonizado alguna entrada en el blog en los últimos años. Por contra no es el caso de Au Baron, y eso a pesar de que esta veterana cervecera chtimi es la responsable de una de las Bière de Garde más valoradas, y además una de mis favoritas: Cuvée des Jonquilles.

Su colaboración es de un color dorado brillante, ligeramente pajizo, con tanta carbonatación que las burbujas ascendiendo parecen una cortina. Esto hace que se genere una corona de espuma tremenda, que a pesar de reducirse después siempre queda al menos un dedo. En el aroma lo fundamental es el grano crudo, algo de malta y trigo, pero bien acompañado por una ración generosa de fruta, destacando manzana golden, albaricoque y un punto de cáscara de naranja. Además la levadura aporta claras notas lácteas y especiadas, quizá incluso algo de levadura salvaje, bien acompasadas con el carácter herbal y ligeramente mineral del lúpulo. Un aroma interesante y delicado, y que evoca claramente al estilo que se pretende emular.

En boca tiene tanta carbonatación como cabía esperar, pero aun así permite (o incluso favorece) el disfrute, al compensar con una sensación refrescante el cuerpo algo más rotundo de lo habitual en el estilo. Al inicio mezcla malta limpia, abundantes cereales y un toque de toffee, con un dulzor limitado. Llena la boca mientras se liberan cáscara de naranja, limón, también albaricoque. La levadura está muy presente, y al final se refuerza empapando un amargor seco, afilado, cítrico, cargado de pimienta blanca y clavo, con los casi 8º de alcohol perfectamente integrados. Es muy refrescante pese a ser más contundente que una Saison clásica, creo que hace un buen homenaje al estilo. También podría colar como una Tripel, pero lo importante es que está muy buena.

NOTA:

sábado, 20 de junio de 2020

De Dolle Arabier

MARCA: De Dolle
MODELO: De Dolle Arabier
ESTILO: Ale Dorada Fuerte (8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Llevo desde 2013 sin comentar una cerveza de De Dolle, y no será porque no haya bebido ninguna en este tiempo, es una de las marcas habituales en mi despensa. Por aquí han desfilado algunas de sus elaboraciones más especiales como Stille Nacht, Boskeun o Oerbier Reserva, y sin embargo la que he decidido presentar es su cerveza más representativa y sin duda un clásico moderno: Arabier. Se empezó a elaborar en 1984, su nombre significa literalmente "Cerveza de Papagayo", y lleva un dry-hopping con lúpulo Nugget de la región de Poperinge.

Como no podía ser de otra manera es de un color dorado intenso, cristalina, y apenas un par de gotas le bastan para llenar la copa entera de una espuma blanca esponjosa con una retención bestial. El aroma indica peligro, llaman la atención, sobretodo para un germanófilo como yo, el azúcar candy y el alcohol, aunque no saturan en absoluto. El núcleo central es de malta dulce, cereal, grano crudo, y algo de pan blanco, envuelto en frutas de perfil cítrico, entre ellas toneladas de mandarina y naranja, leve pomelo, níspero y albaricoque. El lúpulo aporta un intenso perfume floral que puede recordar al de las violetas, que se combina a la perfección con la especia de la levadura. Resulta afilada, pero detrás hay miga.

En boca sigue un patrón que a mí me recuerda en cierta medida a Duvel, aunque reforzando los cítricos. De cuerpo medio, comienza con malta, cereal, pan blanco y un toque de caramelo. Pronto se desarrolla la fruta, profunda, intensa, con mandarina y naranja, más suave albaricoque y toques de pomelo. Final seco pero repleto de sabor, se refuerzan cáscaras de cítricos, aparece piña, mucha especia picante, potente lúpulo herbal y también algo floral, y un toque de miel. El alcohol también se nota pero sobretodo aporta calidez, es muy discreto, con lo que se mantiene en todo momento un equilibrio que a veces se olvida en las elaboraciones belgas. Una cerveza verdaderamente fina y elegante, de esas que es obligatorio probar.

NOTA:

lunes, 15 de junio de 2020

Weißenoher Eicharius Märzen

MARCA: Weißenoher
MODELO: Weißenoher Eicharius Märzen
ESTILO: Kellerbier Märzen (5'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Es un poco raro que una cervecera francona relativamente desconocida haya pasado tantas veces por el blog en los últimos meses, pero es que llegó un alijo importante a La Vinoteca y yo tengo problemas de autocontrol con todo lo que viene de Baviera. Esta es otra de las referencias clásicas de la cervecera Weißenoher, e incluye un pequeño homenaje al primer obispo de Trier. El nombre debería dejar claro el estilo del que se trata, sin embargo en la etiqueta está escrito debajo "traditionelles Kellerbier", por lo que yo la abrí con algo de incertidumbre.

Luce un color pardo anaranjado y es casi totalmente turbia, lo normal en una Kellerbier y no demasiado habitual en una Märzen. La protege medio dedo de espuma gris, cremosa y resistente. Bastó el aroma para engancharme, es intenso, complejo y combina lo mejor de los dos estilos. Se presenta con malta de dulzor medio, muchísima masa de pan y brioche, cereales, leve mantequilla y claras notas de miel. También hay hueco para la fruta, y melocotón y suave naranja madura se fusionan a la malta, mientras el lúpulo se adapta perfectamente al conjunto con notas florales. 

En boca el nivel se mantiene, es una cerveza muy redonda, afinada a la perfección. Malta, masa de pan y nueces caramelizadas protagonizan el ataque, sobre una base de brioche. En seguida sale la fruta, de nuevo melocotón, algo de manzana muy madura, deje de naranja y miel, manteniéndose esta durante el resto del trago. Final no demasiado amargo, marcado por lúpulo floral y mineral, con notas cítricas, y algo de caramelo. Textura cremosa, tan sabrosa como delicada. Sigo sin tener claro a qué estilo pertenece pero eso es lo de menos, lo importante es que es una cerveza fantástica que encaja igual de bien en los calurosos días veraniegos como en otros más templados de primavera y otoño. De las que más me ha gustado de la fábrica.

NOTA:

jueves, 11 de junio de 2020

Hitachino Nest Dai Dai Ale

MARCA: Hitachino Nest
MODELO: Hitachino Nest Dai Dai Ale
ESTILO: India Pale Ale americana con Mikan (6.2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Japón

CARACTERÍSTICAS: La japonesa Hitachino Nest es posiblemente una de las marcas de cerveza más originales debido a que han incorporado muchos de los sabores e ingredientes tradicionales de la gastronomía nipona a sus cervezas, haciendo siempre gala de sus raíces. A pesar de que no soy muy amigo de ingredientes raros y la Reinheitsgebot por lo general me parece bien, algunas elaboraciones de esta fábrica se encuentran entre mis cervezas favoritas, por lo que cuando tengo alguna botella a tiro a un precio razonable no suelo dejarla pasar. Esta Dai Dai Ale que comento hoy es una IPA elaborada con lúpulo Bourgogne, Chinook y Hallertau (vaya mezcla), en la que han utilizado Mikan, un cítrico japonés cuyo nombre significa "cítrico dulce", y cuyo aspecto me parece indistinguible de una mandarina.

Es de color pardo anaranjado, velada, con poca gasificación, como sucede a menudo en las cervezas con frutas, por lo que se genera tan solo una mínima membrana de espuma blanca que apenas cubre la superficie. El aroma es poco habitual para una IPA, tiene un dulzor muy marcado con malta dulce, bizcocho y algo de toffee, mientras que el lúpulo refuerza esta sensación con frutas como mango maduro, almíbar y clarísimas notas de mandarina. Es verdaderamente curioso, recuerda mucho a las frutas de las gominolas, sin que esto sea algo negativo.

La entrada en boca es más corriente, sigue apostando por malta dulce, suave toffee, mucha masa de pan y algo de cereal. Aquí el lúpulo juega el papel propio en las IPA, seca bastante el trago, y salen naranja y algo de mango. Es al final cuando empiezan los sabores curiosos, con un amargor áspero y seco, repleto de cáscaras de cítricos entre las que destaca el pomelo, un punto que recuerda a refrescos de naranja, jengibre picante y notas herbales. Queda un regusto terroso, incluso con algún punto de madera, y en mi caso un poco de desconcierto. Por falta de originalidad no se va a quejar nadie, sin embargo a mí no me ha acabado de convencer. Más allá del dulzor inicial y la sequedad final me ha parecido una cerveza bastante corriente y no tendría especial interés en repetir (tampoco inconveniente).

NOTA: