lunes, 23 de marzo de 2015

8 Wired iStout

MARCA: 8 Wired
MODELO: 8 Wired iStout
ESTILO: Russian Imperial Stout (10% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Nueva Zelanda

CARACTERÍSTICAS: Cuando probé la IPA Hopwired de 8 Wired, de la ya hemos hablado en Hipos,  pude comprobar de primera mano lo bien que los lúpulos neozelandeses funcionan con este estilo. Lo que no tenía tan claro es que estos lúpulos tan frutales fuesen capaces de adaptarse a cervezas con mucha presencia de tostados y torrefacto, en las que su irrupción puede resultar excesivamente estridente, y por eso tenía algunas dudas respecto a la otra cerveza de esta marca que guardaba en la recámara, su Imperial Stout.

El día que había escogido para abrirla resultó especialmente oportuno puesto que fue uno de los más fríos de todo el invierno. Calentito en casa y con una película en la televisión, vi al servirla un líquido negro brillante con algún reflejo rubí en periferia, cubierto por apenas un dedo de espuma gris ceniza. En nariz es francamente curiosa para el estilo, en la entrada llama la atención aromas propios del lúpulo como mango, naranja dulce, melocotón, aunque están bien delimitados por dulce malta tostada, caramelo y suave cacao. Escapa algún resquicio de café con leche, torrefacto y leves especias en las que se intuye el alcohol.

En boca se va abriendo de forma progresiva, inicialmente entra con caramelo, dulce malta oscura y bombón, con una coraza de fruta oscura muy madura. Poco a poco va ganando en cuerpo, y también en oscuridad: se suman intensísimas notas de cacao, algo más suave torrefacto, café espresso y regaliz negro, siendo estos dos últimos los sabores más prominentes al final del trago. Concluye entonces con un amargor moderado, matizado por frutas del bosque, regaliz, clavo y un medido soplo de alcohol, mientras en un segundo plano queda el frescor del lúpulo, dando un delicado adorno tropical. Pese a mis dudas, sólo puedo concluir que a pesar de ser una cerveza atípica el resultado es fantástico. Es densa, cremosa y compleja, y el lúpulo neozelandés no la desequilibra en absoluto, más bien le da una originalidad que la distingue de la mayor parte de las elaboraciones de este estilo que he probado. Muy recomendable.

NOTA:

domingo, 22 de marzo de 2015

Schneider Weisse Tap 7 Unser Original

MARCA: Schneider Weisse
MODELO: Schneider Weisse Tap 7 Unser Original
ESTILO: Hefe-Weißbier (5'4% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Aprovechando que no era difícil conseguir (las más comunes) en grandes supermercados, hace años tuve una relación muy de groopie con estas cervezas, resultando tremendamente efectivas en cualquiera de sus modalidades, con alguna que otra maravilla entre sus filas. Esta vez el reencuentro es propiciado por los compañeros de la tienda online Cervecita en Casa.

Como quien espera el postre a ciegas en un opulento restaurante de renombre, cuya cuenta va aumentando en dígitos según se acerca a la mesa, la sensación de sentarme frente a una Schneider tras tanto tiempo me tenía algo nervioso. Me ha pasado con muchas cervezas, de resultados catastróficos y sorpresas deliciosas, por lo que lo mejor es hacer borrón y cuenta nueva.

En el blog hemos hablado de la TAP 5, TAP 6 y la Weizen Hell, sin mencionar la TAP 7, si bien tengo el recuerdo de haberla tomado en varias ocasiones.

Tiene un color (la foto engaña, está tomada a contraluz) marrón, con tonos de naranja intenso, turbio y casi opaco, coronado por una capa de espuma beige muy clara que se mantiene. Se percibe una carbonización medio-alta, en forma de burbujas pequeñas que escapan a la superficie. Un aspecto algo más oscuro que el de otras weizen del estilo que, no obstante, invita a lanzarse al vaso y no dejar ni una gota de caldo.

Su aroma, de igual manera, es intenso y agradable. Se entrelazan las notas de plátano maduro muy intenso, malta torrefacta y algo de cítrico, prometiendo un trago apoteósico. Pero no es del todo así.

En boca se presenta correctamente, con notas maltosas y frutales muy presentes, pero es demasiado suave, demasiado tímido. Daba toda la sensación de que pegaría fuerte, una versión reducida de la ya mencionada Aventinus, pero no. No obstante, quitando un pequeño deje metálico que estuvo presente hacia la mitad final, tiene muy buen sabor y se deja beber bien.

¡Muchas gracias a Cervecita en Casa por enviárnosla!

NOTA:


domingo, 15 de marzo de 2015

Schlappeseppel Dunkel

MARCA: Schlappeseppel
MODELO: Schlappeseppel Dunkel
ESTILO: Dunkel Lager (5'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: El otro día me encontraba sentado a la mesa de un delicioso y nada caro restaurante italiano, a las faldas de un reputadísimo centro deportivo de la capital española, disfrutando de una cena repentina y fugaz con tres exquisitos comensales, entre ellos, mi compañero de blog Embracing, a quien con la cara gacha y los ojos vidriosos imploro aquí, delante del gentío cervecero, el perdón. Hola, compañeros. Soy Alberto, (Sir Asf) y llevo mucho tiempo sin escribir y bastante (por no decir completamente) desconectado de este mundillo, por lo que me he visto en la obligación moral de volver a dejarme caer por estas tierras, con una espumosa bajo el brazo y con más ganas que tiempo de empaparme de cuanta cultura cervecera sea posible.

Aprovecho el regalo que nos hicieron los compañeros de la tienda online Cervecita en Casa, que tuvieron el detalle de enviarnos un rebaño de cervezas por las que Embracing y yo, como viene siendo menester, luchamos a muerte sobre el cráter activo de un volcán. Es injusto anunciar un ganador, ya que ambos caímos dentro antes de empezar. Así que comenzaré con esta dunkel, de cuya aceptable Pils ya hablamos hace tiempo.

Esta cerveza viste un color pardo oscuro, con brillos rubí al trasluz. En el caldo a penas presenta burbujas, estando este coronado por una capa moderada de espuma beige, cremosa y de aspecto sedoso. Su tamaño no tarda en verse reducido al poco rato.

En aroma no deja entrever un festival de matices, siendo bastante plano, con presencia de la malta torrefacta, copando a matices más débiles, como el caramelo. En boca experimenta una mejoría notable. Si bien no es una cerveza densa y pesada, presenta unos matices equilibrados, con el tostado a modo de estandarte, dando paso a un amargor algo herbal, el caramelo y finalmente el café, que volverá a modo de eco en el retrogusto. Es ligera y algo espumosa, creando un conjunto uniforme y correcto.

No termina siendo una cerveza excepcional, si bien está por encima de la Pils, y se deja beber con gusto. ¡Muchas gracias a Cervecita en Casa!

NOTA:


Cata "Ibeerian" en La Vinoteca: Tributo a Bélgica

Ya estaba al tanto de la fecha en la que se iba a celebrar la tercera cata del ciclo "Best Ibeerian Bier" de La Vinoteca, en esta ocasión centrada en las cervezas de estilos belgas elaboradas en la Península, sabía que iba a poder asistir, y hasta tenía alguna pista de qué cervezas podían ser las protagonistas de la sesión; con lo que no contaba era con que el encargado de dirigirla iba a ser... ¡yo! Así que cuando me enteré de esta novedad, tuve la lista definitiva de las botellas elegidas y comprobé que únicamente había probado una de las siete, me puse manos a la obra y empecé a indagar sobre ellas.

El evento al final lo dirigimos entre Rubén Fernández y yo, como habíamos hecho en ciclos de catas anteriores, y durante alrededor de 2 horas y media fuimos desgranando las siguientes referencias:

- Milana Trigo (Witbier)
- Nómada Brewing Tundra (Saison)
- BIIR Oude Gueuze (Gueuze)
- Sagra Suxinsu Rubia Triple Ale (Tripel)
- Alvinne / Naparbier Gentlelady (Tripel)
- BIIR Hoppy Monk (¿Dubbel lupulada?)
- Toccalmatto / Naparbier St. Germanus Ghost Quadrupel (Quadrupel)

A diferencia de sesiones previas, esta vez decidí enfrentarme a las cervezas por primera vez durante el evento y así poder dar mis impresiones sin ningún tipo de prejuicio, y la verdad es fue una estrategia que resultó especialmente provechosa. Además de conservar la sorpresa y emoción de catar cervezas sin tener muy claro qué debía esperar, con los riesgos y dificultades que esto entraña, creo que le da una espontaneidad al evento que no es fácil de conseguir de otra manera.

En cuanto a las cervezas probadas, una de las grandes sorpresas de la noche, al menos en mi opinión, fue la acertada Milana Trigo, una Witbier perfectamente encajada en el estilo que me encantaría tener a mano con más frecuencia. Tenía también grandes esperanzas con Oude Gueuze de BIIR y no defraudó, me pareció una elaboración a la altura de las Lambic de más alto nivel, aunque tengo mis reservas para considerarla una cerveza artesanal nacional. Por último, estaba seguro de que las dos colaboraciones de Naparbier serdignas de mención y así fue, con St. Germanus incluso algo por encima de la estupenda Gentlelady. La otra cara de la moneda la representó Tundra, la Saison de Nómada Brewing, que yo creo que no estaba en buenas condiciones; no sólo no encajaba en el estilo sino que además tenía un aroma bastante desagradable.


La jornada transcurrió con fluidez, con un ambiente bastante animado y algo más de participación por parte del público de lo que es habitual. Tras las 7 cervezas con los habituales pintxos intercalados para descansar los sentidos, finalmente se llevó a cabo una votación para determinar la preferida por los asistentes, siendo elegida Naparbier / Alvinne Gentlelady como la mejor de la tarde, aunque seguida muy de cerca por Milana Wit y Sagra Suxinsu.

Hasta aquí todo lo que dio de sí un día tan ameno como el que pudimos disfrutar. ¡Mil gracias al Bier Club por la invitación!

miércoles, 4 de marzo de 2015

Eichbaum Ureich

MARCA: Eichbaum
MODELO: Eichbaum Ureich
ESTILO: Pilsener (4'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Siempre he presumido de recordar todas las marcas que hemos comentado en el blog, y eso que superan ya las 700, no obstante voy a tener que replanteármelo porque parece que las entradas que redactó Alberto sobre un par de cervezas de la tradicional cervecera alemana Eichbaum ("roble" para los amigos germanohablantes) habían volado totalmente de mi memoria. Así, antes de beberme la semana pasada otra de las cervezas que amablemente nos enviaron desde Cervecita en Casa me dediqué a buscar algo de información, y fue entonces cuando me dí cuenta de sus botellas ya habían circulado por nuestros dominios.

Pese a los aires de cambio que planean últimamente por esta fábrica, muy conscientes del empuje de la cerveza artesanal, la que probé yo se trata de una Pils de estilo alemán, sin ningún interés en complicarse la vida. De color dorado brillante, casi transparente, genera una buena cantidad de una compacta espuma blanca. El gas asciende de forma constante hasta la superficie, de donde emerge un perfume fresco en el que se entrelazan malta dulce, cereal crudo, manzana madura, leves cítricos y un resquicio de miel. El lúpulo, aromático y delicado, desprende notas a mitad de camino entre flores y hierba, muy acordes con el resto de matices. 

Cuerpo medio-ligero, entra con cítricos, malta clara, cereal y suaves frutos secos, dando un protagonismo a la fruta muy inferior a lo objetivando en el aroma. Bastante astrigente y lupulada en boca, tras un trago limpio termina en un final de amargor marcado, con una acidez relevante alrededor de la cual se colocan suaves especias picantes y notas herbales. Agradable y refrescante, quizá queda algo vacía al final pero no obstante está rica. No es ada destacable dentro del fascinante mundo de la cerveza alemana, pero no me molestaría en absoluto tener que beber alguna de estas de cuando en cuando cuando salga a tomar algo por ahí en vez de las cervezas que habitualmente se encuentra uno. ¡Gracias, Cervecita en Casa!

NOTA:

sábado, 28 de febrero de 2015

Naparbier Pumpkin Tzar

MARCA: Naparbier
MODELO: Naparbier Pumpkin Tzar
ESTILO: Imperial Stout con chile habanero y calabaza (10'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Pocas cervezas de Naparbier han levantado tanta expectación como Pumpkin Tzar, una curiosa Imperial Stout con chile habanero y calabaza ideada en colaboración con Manuel Baltasar de la cervecería Freiburg, Sven Bosch de The Drunk Monk y Robert Merryman de Shelton Bros, y que salió al mercado a finales del 2012. Me apenó el no haber podido hacerme con ninguna botella en esa ocasión porque la mayor parte de las críticas que recibió fueron positivas, pero estaba convencido de que no sería mi única oportunidad. Finalmente así fue, alrededor de año y medio después me topé con una de ellas y ha estado en mi despensa desde entonces.

Elegí para abrirla un día de frío intenso y mucho viento, de esos que apetece quedarse en casa y dedicarse a actividades calmadas. Su opaco líquido de color negro mate se desliza lentamente por el cristal de la copa, dejando al final medio dedo de espuma marrón grisácea en su superficie. Al acercar la nariz es como una explosión que deja noqueado al olfato, irrumpe un perfume intenso y profundo en el que destacan dulce malta oscura, sirope de chocolate, caramelo y penetrantes frutas oscuras entre las que destacan moras y ciruela negra. Juegan un papel relevante, aunque sin llegar en ningún momento a la altura de los matices mencionados anteriormente, recuerdos de café americano, torrefacto y leve regaliz. En cuanto a la calabaza prometida, yo no fui capaz de detectarla; si estuviese presente su posición sería escondida entre las frutas, pero hace falta imaginación para ello.

Entra potente en boca con malta oscura, café y suave regaliz: aquí es más evidente el torrefacto, no obstante lo respaldan dulces como caramelo, frutas del bosque y chocolate con leche. De cuerpo completo y textura oleosa, avanza con calma, manteniendo las proporciones sin demasiados cambios aunque poco a poco se infiltra algo de dulce. El final comienza con un amargor seco ligeramente herbal que al instante es cubierto por el intenso picante del chile, agarrado al paladar y la garganta, dejando de fondo leves resquicios de tostados. El alcohol pasa desapercibido por la boca, escondido detrás del chile, y sólo se nota en el estómago mientras concluye el trago un largo regusto especiado. Mi sensación no ha sido lo satisfactoria que esperaba; su aroma prometía más de lo que ofrece el sabor, me parece algo lineal y poco complejo hasta la llegada del chile, luego la boca se me queda anestesiada y no percibo muchas más cosas. Sé que ha tenido mucho éxito y la valoración general es muy buena pero a mí no me ha convencido, sin notar ningún defecto grave me resulta monótona y el picante, descontrolado. Por mucho que idolatre a Naparbier tampoco tiene por qué gustarme todo lo que hacen, ¿no?

NOTA:

domingo, 15 de febrero de 2015

Hannen Alt

MARCA: Hannen
MODELO: Hannen Alt
ESTILO: Altbier (4'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Pese a que es uno de mis estilos predilectos, llevaba mucho tiempo, demasiado, sin saborear una Altbier, y es que hacía ya más de un año que no se me había presentado la oportunidad. Así, cuando se puso en contacto con nosotros Michael de Cervecita en Casa con la intención de regalarnos algunas de las botellas que vende en su tienda y vi que entre ellas estaba esta Alt, la oferta se me hizo más apetecible todavía, si es que eso es posible.

Aunque nunca ha sido elaborada en Düsseldorf, con más de 275 años de historia Hannen es una de las marcas de Altbier clásicas; no obstante, también hay que remarcar que desde 1988 es propiedad del gigante Carlsberg A/S, quienes afirman que mantienen la receta original. Su color es marrón roble algo anaranjado, translúcido, y forma al servirla una cantidad tremenda de espuma beige, que en escasos segundos se reduce hasta medio dedo. El perfume es dulce, maltoso, predominando en él notas de cereales, frutos secos, pan de centeno y suave almendra garrapiñada, quedando de fondo frutas como bayas y ciruelas blancas, muy bien integradas, con algún deje cítrico. Este delicado conjunto es adornado por lúpulo floral, amable y aromático.

De trago largo, en boca presenta un cuerpo ligero, con una efervescencia algo amarga y seca desde el inicio. Por su parte el sabor sigue un camino similar, destacan los tostados, de nuevo cereales, nueces, almendras, mientras en un segundo plano se combinan frutas oscuras con tenues toques de caramelo. Termina en un final amargo pero controlado, con lúpulo algo más cítrico y herbal de lo que me esperaba, malta ligeramente quemada, suave especia y algún recuerdo de té negro. Quizá algo aguada, aunque sin pasarse, y con el carbónico en el límite, pero es de todas maneras un ejemplo bastante fiel de las Altbier. Las hay mejores, sin duda, pero también mucho peores. Mil gracias a Cervecita en Casa por el detalle, no se ven marcas como esta todos los días.

NOTA: