domingo, 26 de mayo de 2019

The Orkney Dark Island Reserve

MARCA: The Orkney
MODELO: The Orkney Dark Island Reserve
ESTILO: Scotch Ale añejada en barrica de whisky (10% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Escocia

CARACTERÍSTICAS: En una época del año pasado en la que estaba buscando una cerveza un poco especial para una celebración me topé con esta elaboración de The Orkney en La Vinoteca, y pese a que habitualmente huyo de las cervezas caras (y esta lo es, y mucho además), dado lo mucho que me gustan otras referencias de The Orkney decidí desembolsar casi 7 euros para probar esta cerveza. Se trata de su famosa Dark Island, a la que se ha sometido a un añejamiento durante 3 meses en barrica de roble que ha contenido whisky Dalmore.

Me llamó la atención que al servirla no generó tan apenas espuma, a pesar de que prácticamente la escancié. Al final, sobre un líquido de color negro brillante, algo rojizo en los bordes, queda apenas alguna burbuja marrón grisácea en periferia. En nariz es tan profunda e intensa como compleja, con una entrada exuberante repleta de malta tostada, sirope de caramelo, moras maduras, y más suave regaliz negro y cacao, sobre un fondo de mantequilla y toffee. La barrica también es un componente fundamental del aroma, y notas de whisky, turba, madera y mínima vainilla se infiltran en el conjunto, compensando su aspereza por un toque licoroso, como de brandy o Pedro Ximénez y el calor del alcohol. Por si fuera poco, el lúpulo, sin ser lo fundamental, también juega un cierto papel y añade un punto de hierba y cítricos perfectamente integrado.

A estas alturas tenía ya mis esquemas hechos, y el primer sorbo me dejó totalmente desconcertado. A pesar de los 10º de alcohol, muy bien escondidos por otro lado, el cuerpo no es completo, aunque sí que tiene una textura oleosa muy agradable. La entrada es más seca de lo esperado, con mucha malta tostada, algo de caramelo, cacao de fondo y frutas del bosque, arándanos y moras sobretodo. El humo va saliendo poco a poco, y al final domina el trago, para terminar con un amargor inesperadamente ácido, con notas de vino tinto, barrica, especia picante y un punto de lúpulo herbal. Cierra un regusto largo con claras notas de whisky, madera y algo de humo, que contrasta con la astringencia final del trago. Al principio me resultó un poco decepcionante porque no me esperaba esa acidez, estaba pensando más bien en licores dulces y cálidos, pero en seguida le encontré el atractivo. No obstante tampoco repetiría, me gusta mucho más la versión normal de Dark Island y con lo que me ha costado esta me podría comprar 3 o 4.

NOTA:

domingo, 19 de mayo de 2019

Sierra Nevada Tropical Torpedo

MARCA: Sierra Nevada
MODELO: Sierra Nevada Tropical Torpedo
ESTILO: India Pale Ale americana (6'7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Estados Unidos

CARACTERÍSTICAS: Tengo mucho cariño a las cervezas de Sierra Nevada, todavía recuerdo la primera Pale Ale que compartí con mi compañero de blog, y que no nos podíamos creer lo buena que estaba. Su IPA Torpedo también es una habitual de mi despensa, pero la que todavía no había probado era su versión Tropical, que fuerza el dry hopping con los lúpulos Citra, Comet, Amarillo, El Dorado y Mosaic, para cambiar amargor por aroma y sabor.

El calor de estas últimas semanas me dio ganas de abrir alguna IPA de la despensa, y a esta le tenía ganas. Su color se encuentra entre naranja brillante y dorado, y en la columna velada de líquido se puede observar como muchas burbujas ascienden con velocidad hasta una espuma blanca de 1 dedo de grosor, con muy buena retención. En nariz ofrece lo que el nombre promete: frutas tropicales en abundancia, especialmente destacable el maracuyá pero también mucho mango, melocotón en almíbar, y algo más suave naranja confitada. Cuenta con el respaldo del cereal, que desarrolla un fondo de malta dulce, leve toffee y frutos secos, aunque sin duda no es lo fundamental del conjunto.

En boca sí que es algo más compleja. De cuerpo medio, la entrada es dulce, con malta, frutos secos y suave toffee. Al instante se infiltran las mismas frutas tropicales de antes, pero con la diferencia de que el trago después se seca, aparecen notas de cascara de limón, lima e incluso algún punto de pino y especias. El regusto es largo, con intensas notas de naranja muy madura y mango, que cierra de forma amable el importante amargor que había generado el lúpulo. A mí no me gustan demasiado las cervezas muy frutales pero esta se bebe a gusto, está a mucha distancia de las llamadas NEIPAs. De todas formas no se encuentra, ni mucho menos, entre las mejores de Sierra Nevada.

NOTA:

martes, 14 de mayo de 2019

Borda Roya

MARCA: Borda
MODELO: Borda Roya
ESTILO: Amber Ale ecológica (5'3% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Aineto es una pequeña población del Pirineo Aragonés, muy cerca de Sabiñánigo, que estuvo deshabitada desde los años 50 hasta 1987, cuando el Gobierno de Aragón la cedió a un grupo de personas que se encargaron de rehabilitarla y formar allí una comunidad autogestionada. En esta localidad, Luis, Felipe y Menchu fundaron la sociedad cooperativa Bebidas y Maridajes de Aineto, en cuyo seno nacieron las cervezas Borda, que llevan el nombre del tipo de edificio en el que se ha construido la microcervecera. Elaboran en la actualidad 7 cervezas, todas ellas con ingredientes provenientes de agricultura ecológica, y agua del Pirineo Aragonés.

 Fue mi madre quien me consiguió varias de sus botellas, que estaban de oferta en una tienda de Zaragoza a 1'5 euros la botella, la mitad del precio original. La que comento hoy, Roya, es la que más me ha gustado de las 3 que he probado, aunque lo cierto es que estaban todas bastante bien. Quizá el aspecto externo es lo que más falla en esta cerveza, tiene un color marrón apagado con algún reflejo pardo al trasluz, es muy turbia. Genera además una cantidad de espuma tremenda que llena la copa hasta arriba, pero es una espuma nada compacta, con burbuja muy gruesa. En nariz las cosas empiezan a pintar mejor. Se presenta moderadamente dulce, con mucha malta tostada y frutos secos, y más secundarios recuerdos de centeno, pan integral, suave caramelo e incluso un mínimo toque de café. Surge después el lúpulo, predominantemente cítrico y también algo herbal, a lo que se suman notas de especia.

Tampoco le falta ni cuerpo ni sabor. De nuevo se apoya bastante en los tostados, con malta, cereales y pan de centeno, acompañado de notas de naranja, optando por un perfil más afilado dentro de este estilo. La generosa carga del lúpulo juega a continuación su papel, creando un amargor potente, muy cítrico y herbal, e incluso con alguna nota de pino y resina, que deja una sequedad importante en la boca. Parece inspirada en las elaboraciones estadounidenses, aunque esto no se mencione en ningún lado. Para mi gusto está algo pasada de lúpulo y se come gran parte del papel que podría jugar la malta, pero por otro lado creo que es una cerveza más que correcta y que deleitará a los adictos a esta cannabinácea. ¡Gracias mamá!

NOTA:

domingo, 5 de mayo de 2019

Mönchshof Zoigl

MARCA: Mönchshof
MODELO: Mönchshof Zoigl
ESTILO: Kellerbier (5'4% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: El estilo de cervezas Zoigl es propio de la región de Oberpfalz (Alto Palatinado), en la zona Noreste de Baviera, y sus orígenes se remontan al menos al siglo XVI. Se trata de cervezas de fermentación baja, no filtradas y sometidas a lagerung. Las auténticas Zoigl se elaboran en las casas comunales de elaboración de cerveza que se encuentran en las localidades de Eslarn, Falkenberg, Mitterteich, Neuhaus y Windischeschenbach. Una vez llevada a cabo la cocción y enfriamiento en estos edificios, el líquido se transfiere a tanques que se almacenan en los Zoigltub'n, y se añade allí la levadura. Después de 1-2 semanas de fermentación se lleva a cabo la guarda en frío durante varias semanas, tras lo cual se disfrutan las cervezas tiradas directamente desde el tanque en los propios Zoigltub'n.

Para mantener su autenticidad, los elaboradores tradicionales de Zoigl de Oberpfalz acordaron identificar sus locales con una estrella de 6 puntas. Esta fue la respuesta a que varias cerveceras hayan etiquetado algunos de sus productos con el nombre "Zoigl", aunque en realidad sean prácticamente indistinguibles de una Kellerbier. Es el caso de esta de Mönchshof, de color bronce, algún reflejo dorado, con la turbidez habitual del estilo, coronada por una espuma blanca cremosa y abundante. En nariz es fantástica, con malta firme de dulzor medio, algo de toffee y una generosa ración de frutas frescas como manzana, banana, mandarina y un punto de naranja, sobre una base de cereal crudo e intensos recuerdos de miel. Se cierra con aromáticas notas florales, ligeramente herbales y minerales, consiguiendo un perfume redondo y muy complejo, si es que se tienen ganas de explorar.

En boca se presenta con la cremosidad que entre las Lager sólo las Keller son capaces de alcanzar, y con un punto de carbonatación que consigue la textura perfecta. Además rebosa sabor, al principio dominado por malta limpia, potente miel, algo de toffee y cereal crudo, a lo que posteriormente se suman la levadura y fruta, principalmente plátano maduro, más suave mandarina y leve manzana y naranja. Concluye con un amargor leve, que no rompe la armonía del trago, teñido de notas herbales y minerales, y un punto floral y especiado con algún recuerdo de miel. Una pasada de cerveza, tan sabrosa como fina, hasta la fecha posiblemente sea la Kellerbier que más me ha gustado. No me quiero ni imaginar como puede ser una Zoigl de verdad.

NOTA: