lunes, 3 de febrero de 2014

Emelisse Witbier

MARCA: Emelisse
MODELO: Emelisse Witbier
ESTILO: Witbier (5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: En Kamperland, una diminuta localidad de alrededor de 2000 habitantes localizada en la provincia neerlandesa de Zelanda, es donde se localiza ahora la fábrica de Emelisse, regentada por Kees Bubberman y John de Vries. En la actualidad la marca goza de una popularidad considerable y son pocos los que no conocen sus casi 20 productos distintos; no obstante, no siempre ha sido así, y durante un largo tiempo sus cervezas han pasado más desapercibidas. Por este motivo, hasta que consiguieron consolidar una demanda razonable, eran elaboradas en otras fábricas, como De Halve Maan y De Scheldebrouwerij.

Últimamente han pasado muchas de sus cervezas por mis manos, (y aparato digestivo seguidamente) y ha sido una grata experiencia. Entre otras agradables sorpresas, disfruté de su sorprendentemente denostada Imperial Stout y me reconcilié con su Red IPA. Decidí además reservar esta Wit para presentarla en el blog, como estoy haciendo hoy, por dos motivos: el primero es que hacía mucho tiempo que no comentaba una cerveza de este estilo, y el segundo, las serias dificultades que tengo para encontrar ejemplos que me entusiasmen.

El aspecto es algo atípico, frente al habitual amarillo pajizo, ésta es de un intenso color naranja, velado, con una generosa carbonatación que alimenta una espuma densa y compacta. En nariz vuelve la normalidad; sobre un fondo de suave malta dulce y tenue caramelo surgen, más exuberantes, naranja y albaricoque, adornados con el limón del trigo. Acaban de darle volumen notas florales, cilantro y clavo ligeramente picante, consiguiendo un aroma surtido y variado.

Siguiendo el corte clásico, en boca es ligera y no demasiado compleja. El papel de la malta es muy discreto, lo que da al trigo sin maltear la oportunidad de dispersar su acidez en forma de limón, y más suave lima, pomelo y aspirina, entre los cuales se infiltran medidos recuerdos de fruta tropical, naranja y albaricoque. Tras un recorrido un poco lineal termina en un final de amargor ligero y progresivo, alimentado por los cítricos, en el que brotan con fuerza las especias y el lúpulo floral y herbal. Para mi gusto es una buena Wit, aunque muy normalita, sin nada especial. Quizá pueda ser algo más ácida de lo habitual, y por lo tanto más refrescante, pero aun así no llama la atención... lo cual no quita que, de tenerla a tiro, no me importase volver a tomarla. 

NOTA:

miércoles, 22 de enero de 2014

Troubadour Magma

MARCA: Troubadour
MODELO: Troubadour Magma
ESTILO: India Pale Ale americana (9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Kristof de Roo, Rikkert Maertens, Stefaan Soetemans y Sven Suys, cuatro amigos recién licenciados en la escuela de maestros cerveceros Kaho St. Lieven de Gante, al comprobar lo difícil que les podía resultar acceder al puesto trabajo de sus sueños en una cervecera por estar habitualmente en manos de linajes familiares, decidieron fundar en el año 2000 De Musketeers y comenzar así su propia aventura. Su primera cerveza fue Troubadour Blonde, una rubia belga bastante acorde con la tradición de este país, pero tras este producto se lanzaron a elaborar otros estilos más exóticos como una Mild o una Imperial Stout.

Yo no conocí la marca hasta que su Blonde cayó en una de las catas de La Vinoteca; no obstante tampoco me habría esforzado en buscar otras referencias, si no hubiese sido porque el maestro Iñaki me recomendó encarecidamente la cerveza que voy a reseñar hoy, una India Pale Ale llamada Magma. A través del cristal se ve un líquido entre marrón y rojizo, ligeramente anaranjado, decorado por una fina carbonatación que asciende en rosario hasta su abundante y cremosa espuma beige. El aroma es tan espectacular como curioso; entra un dulce torrente de malta belga, penetrante caramelo y miel, envuelto en potentes notas de melocotón en almíbar, con un leve punto ácido de naranja y frutas tropicales en un segundo plano. Refuerza la frutalidad el también intenso lúpulo, de marcado carácter floral, y una delicada mezcla de notas algo lácteas de levadura y especia picante.

Si en nariz ya resultaba florida, en boca es una explosión de sabores nada más rozar las papilas. Irrumpen malta y caramelo de base, sobre la que se desarrollan intensos recuerdos de melocotón en almíbar, mango, miel, flores y leve naranja. Los cítricos, aunque entran con disimulo, pasan a jugar un papel importante a medida que avanza el trago, y preparan la boca para un intenso amargor final. Éste está cargado de hierba, especias muy picantes entre las que destacan cilantro y clavo, y más suave cáscara de naranja, piña y levadura. El dulzor del inicio también tiene aquí su hueco, aunque muy atenuado por el lúpulo, y sirve de apoyo para alcohol, que se muestra sin tapujos en el estómago tras un paso discreto por boca. Si a todo esto le sumamos un cuerpo consistente y una textura sedosa, lo que queda es una cerveza exuberante y compleja que combina la frutalidad de las Ale belgas con la fuerza del lúpulo americano. A mí me ha encantado, me parece una cerveza con mucho trabajo detrás y me deja con ganas de conseguir las demás de la marca. Fantástica recomendación de un cófrade.

NOTA:

martes, 14 de enero de 2014

Brewdog Santa Paws

MARCA: Brewdog
MODELO: Brewdog Santa Paws
ESTILO: Scotch Ale con miel de brezo (4'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Escocia

CARACTERÍSTICAS: Unas de las cervezas navideñas que más se han dejado ver durante estas fechas en la Península han sido las de Brewdog, concretamente Hoppy Christmas y Santa Paws. Tuve la primera a tiro, pero tanto porque la orientación que llevaba la cerveza no me parecía demasiado atractiva, (la generosidad en el uso del lúpulo me resulta más apetecible en otras fechas) como por su precio, la dejé pasar. Distinto fue el caso de Santa Paws, una Scotch Ale con miel de brezo, disponible además por menos de 2 euros, a la que sin tener que pensarlo demasiado le busqué un hueco en mi despensa.

Unas semanas después de las fiestas me surgió el momento idóneo para abrirla, una tarde helada de Domingo. Se llena la copa de un líquido negro como el carbón, algo más claro en periferia, que va creando una compacta y resistente capa de espuma beige, de alrededor de 1 dedo de grosor. Irrumpen maltas muy oscuras en su potentísimo perfume, dándole el papel protagonista al regaliz negro, seguido de chocolate puro, y más leve anís, café y azúcar quemado. No obstante, a pesar de estas notas el aroma es dulce, posiblemente gracias al fondo de caramelo, frutas del bosque y malta, lo que crea un contraste peculiar. El último detalle lo pone un llamativo toque herbal, algo aislado del resto de matices aunque combina muy bien con el anís, y que recuerda en cierta manera a las Gruit.

En su sabor siguen reinando los tostados con intensas notas de regaliz negro, algo más secundario café, y ya en un segundo plano humo y cacao. Sin embargo, en este caso el dulzor es mínimo, apenas se intuyen mora y leve caramelo, lo que es sorprendente teniendo en cuenta el estilo al que pretende asemejarse esta cerveza. A medida que se reposa y se asientan los sabores aparece algo más de frutas maduras y caramelo, pero tampoco con demasiada fuerza. Termina en un final de amargor constante, impregnado de torrefacto, regaliz, algo de especia picante, azúcar quemado y dejes ahumados. La miel empleada en la elaboración me pareció muy difícil de detectar, quizá deje algún rastro floral y almibarado en el final, aunque no estoy del todo seguro; posiblemente si no hubiese conocido a priori la presencia de este ingrediente se me habría pasado por alto. En cuanto a la cerveza en sí, me ha gustado pero tampoco me ha parecido nada excepcional: además de que es más similar a una Porter que una Scotch, tampoco es ni muy densa ni muy profunda, más bien sencilla y directa. Se disfruta, eso sí, y se puede repetir sin problema, pero tampoco me esforzaría demasiado en encontrarla.

NOTA:

domingo, 5 de enero de 2014

Rodenbach Caractère Rouge

MARCA: Rodenbach
MODELO: Rodenbach Caractère Rouge
ESTILO: Flanders Red Ale macerada con fresas, cerezas y arándanos (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Me sorprende que a estas alturas, tras casi 6 años de blog, no hayamos dicho ni una palabra de una fábrica que es sinónimo de excelencia y que además produce algunas de mis cervezas predilectas, la Brouwerij Rodenbach. Fue fundada en 1836 en Roeselare, Flandes Occidental, por Pedro Rodenbach y su esposa Regina Wauters. Sin embargo fue Eugene, su hijo, quien tras ponerse al cargo de la empresa en 1878, fue capaz de dar a las cervezas de esta marca el carácter que ahora las hace identificables en todo el mundo, gracias a los conocimientos sobre añejado y blending que éste adquirió durante una estancia en Inglaterra. Sus elaboraciones más populares y fáciles de adquirir son Rodenbach y Rodenbach Grand Cru, ambas fantásticas; sin embargo hoy voy a comentar una cerveza bastante menos común y de la que han salido al mercado únicamente 900 botellas: Rodenbach Caractère Rouge.

Se trata de una colaboración entre Viki Geunes, cocinero del 't Zilte de Antwerp; Jan Toye, propietario de Palm Breweries; y Rudi Ghequire, maestro cervecero de Rodenbach; y se trata de una Rodenbach macerada con frutos rojos durante 6 meses, tras lo cual se la somete a una refermentación en botella. Con todo esto cabe esperar, además de los matices aportados por la fruta, abundante presencia de levaduras salvajes. Y así es, de su líquido rojizo eclosiona un aroma predominantemente ácido en el que destacan fresas silvestres, frambuesas, y cerezas, envueltas en un manto de madera, cuya intensidad es superior a todo lo que me he cruzado hasta el momento, y más leves recuerdos de cuero. Las Brettanomyces están distribuidas por todas partes de forma homogénea, mientras queda en el fondo frutos secos, cereales, y muy discreto caramelo.

En nariz me parecía difícil de diferenciar de una Lambic, y en boca esa sensación es todavía mayor. Es muy ácida, recuerda al pomelo, con un sabor en el que es evidente la presencia de levaduras salvajes, potenciada además por el carbónico junto con toques de madera, aunque más moderados que en el aroma. Se combina esto con intensas notas de frutos rojos, al inicio arándano y cereza, más adelante fresa y frambuesa, sobre una tímida base de malta y cereal con un dulzor muy apagado. Tanto madera como levaduras, controladas durante el trago, se acentúan en los últimos instantes del mismo, creando un final de intenso amargor y acidez, cargado de recuerdos de cerezas, cítricos, leves frutos secos y mínimo alcohol. Los dos años y medio de preparación que han sido necesarios para tener lista esta cerveza han conseguido que los distintos matices se integren con firmeza, y tener en ella levaduras, frutas, barrica, alcohol y malta sin que ninguno de estos sabores sea demasiado estridente. (pese a que los tres primeros tienen más presencia) Ha sido un privilegio tomar esta cerveza, y se lo debo a Rubén de La Vinoteca. ¡Gracias!

NOTA:

martes, 31 de diciembre de 2013

Anderson Valley Winter Solstice Seasonal Ale


MARCA: Anderson Valley
MODELO: Anderson Valley Winter Solstice Seasonal Ale
ESTILO: Winter Warmer de Navidad (6'9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Estados Unidos

CARACTERÍSTICAS: Como no podía ser menos, esta cervecera alimentada únicamente por energía solar también se apunta a la moda de las cervezas de temporada, pero en su caso, en vez de dedicar su elaboración a Santa Claus o a la Navidad, ellos prefieren celebrar, como si de paganos se tratasen, el día más corto del año. Así, han conseguido crear una de las cervezas invernales estadounidenses más populares, una Winter Warmer llamada Winter Solstice, cuya fama es casi comparable con la de la Our Special Ale de Anchor, que comenté hace escasos días.

El momento de tomarla fue casi tan especial como el Solsticio de Invierno o puede que incluso más, puesto que había decidido que sería mi acompañante durante el último capítulo de The Wire, serie fascinante donde las haya. Exhibe un traje pardo anaranjado con algún brillo amarillento, protegido por una fina capa de espuma beige que desaparece por completo en segundos, no quedando el más mínimo rastro en la superficie de la copa. Un aroma de intensidad media, dulzón y frutal, se escapa de la copa reptando. Dominan en él notas de orejón de melocotón, ciruelas pasas, toffee y abundante caramelo, con dátiles, naranja y un deje de miel más secundarias. Todo esto se sostiene sobre un fondo algo mantequilloso, con medidos recuerdos de crema y vainilla, mientras el conjunto es ornamentado por dejes de canela y flores.

Me pareció un deleite tener un dulzor tan agradable y tanta cremosidad en nariz, y casi rezaba porque se mantuviese en boca. Supongo que normalmente los dioses tienen cosas más importantes de las que ocuparse que de estas plegarias, pero quizá por las fechas parece que se me escuchó, y la sensación del sabor era muy similar. De nuevo se detecta ese fondo de mantequilla derretida, mezclado con caramelo, suave vainilla y canela. Poco a poco se introducen notas de naranja, que pueden recordar al Cointreau al apoyarse en el dulzor de la malta, y después frutas maduras como las mencionadas en el aroma, que envuelven el trago. Concluye con un amargor medio, en el que se combina la fruta con algo de especia picante, malta, suave miel y un medido toque de alcohol, que potencia ligeramente la astringencia. Quizá un poco más de cuerpo no le habría venido mal, lo que no quita que sea una cerveza excelente para temperaturas bajas gracias al reconfortante paso que tiene por boca, cálido y profundo.

NOTA:

domingo, 29 de diciembre de 2013

Anchor Our Special Ale 2013

MARCA: Anchor
MODELO: Anchor Our Special Ale 2013
ESTILO: Winter Warmer de Navidad (5'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Estados Unidos

CARACTERÍSTICAS: Una de las tradiciones navideñas que me resulta más entrañable, por supuesto en el mundo de la cerveza, es el lanzamiento anual de la cerveza de temporada de Anchor, elaborada cada año con una receta distinta y cuya botella se adorna con la representación de un árbol que también es siempre diferente respecto a los previos. El año pasado me volví loco para encontrar esta cerveza y por desgracia al final me quedé sin probarla, cosa que me sucedió por primera vez en bastante tiempo, así que este año estaba especialmente ansioso por hacerme con ella, y al verla hace varias noches en la Vinoteca no tuve más remedio que llevármela a casa. El día siguiente por la mañana volví para pagar la botella y hacerme cargo de la reparación del escaparate, eso sí.

El protagonista de la etiqueta de este año es un árbol bastante más propio de estas fechas que los anteriores; se trata del Abies Concolor o Abeto Blanco de California, una conífera de gran altura (hasta 60 metros) que se puede encontrar con facilidad en el Suroeste de Estados Unidos. Detrás de él se esconde una cerveza marrón oscura, de intenso color rubí al trasluz, que al servirla genera una gran capa de espuma beige, muy cremosa y de burbuja microscópica. Es muy agradable en nariz, y sorprendentemente equilibrada a pesar de la gran cantidad de especias que se detectan, sobretodo jengibre y algo más apagado anís y canela. Esto lo consigue gracias a la dulce corriente, mezcla de malta tostada, caramelo y sirope, en compañía de moras, ciruelas y suave cereza picota, que envuelven y moderan el aroma de las especias ya mencionadas, dejando de fondo restos de nueces y una chispa de cacao. Me pareció que esta cerveza olía de verdad a Navidad, como un abuelo diabético dormido tras atiborrarse de polvorones y anís. (las fiestas en mi casa son peculiares)

Reconozco que al principio el sabor me dejó un poco desconcertado. Comienza ligera, de cuerpo medio, y con un dulzor sorprendentemente escaso, ya que la práctica totalidad depende de los tostados, cereales, nueces y suave almendra, mientras cacao y caramelo son relegados a un segundo plano. Poco a poco las especias emergen, predominando aún el jengibre aunque con el anís pisándole los talones, junto con cáscara de naranja y leves recuerdos herbales. Ya en el final aparece por fin el dulzor, compuesto por frutas del bosque, suaves cerezas y ciruelas, tenue caramelo, mazapán y azúcar moreno, para terminar en un amargor medido aunque de marcada aspereza, donde queda anís, chocolate y algo de fruta. Inicialmente no me acababa de convencer, me parecía demasiado estridente, pero a medida que reposa los sabores dulces se extienden por todo el trago y los distintos matices se van ensamblando mejor, resultando en mi opinión una cerveza cálida, compleja, bien equilibrada pese a los ingredientes de difícil control con los que cuenta y, sobretodo, muy navideña. Vamos, que me ha gustado.

NOTA:


martes, 24 de diciembre de 2013

DouGall's Hermosa

MARCA: DouGall's
MODELO: DouGall's Hermosa
ESTILO: Wheat Ale (5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: A falta de disfrutar de su Pilsener llamada Raquera, conozco a la perfección las otras tres botellas permanentes del catálogo de DouGall's, y de hecho se encuentran entre mis cervezas favoritas de España. Con el resto de modelos estoy algo más despistado y creo que hasta el momento no he probado ninguno, por lo que os podéis imaginar mi alegría cuando Mercedes, cántabra de pro, me hizo llegar 3 botellas nada fáciles de encontrar de esta excelente cervecera. Y antes de seguir con la reseña, para evitar que luego se me olvide, le quiero dar las gracias tanto a ella como a los intermediarios que hicieron que este envío llegase a mis manos. (sin comisión mediante, además)

La que voy a comentar hoy fue un lanzamiento limitado al verano del 2013, y se trata de una cerveza de alta fermentación con parte de trigo malteado, en cuya elaboración se emplea un lúpulo que yo no conocía hasta este momento: Pacific Jade. La he visto por ahí como una Kölsch, pero a mí me parece complicado meterla en este estilo por mucho que su color dorado brillante y su cremosa espuma blanca puedan recordar a estas cervezas de Colonia. En nariz es el frescor personificado, llaman la atención sobretodo notas de cereal recién molido, envueltas en hoja de limón, hierba y medidos recuerdos lácteos. En un segundo plano está la malta, de dulzor muy comedido, salpicada de naranja, especia picante y levadura, encargándose de modular la acidez del cítrico. 

Su sabor sigue una línea similar, con un paso ligero por boca muy acorde con la intención de refrescar pero no por ello perdiendo intensidad. El trigo se nota a kilómetros, y junto con la levadura y el dulzor de la malta forma un núcleo que recuerda al yogur de limón, alrededor del cual se extienden notas de cereales y suaves frutas tropicales. La acidez poco a poco se va soltando de sus ataduras y llega al final con suficiente potencia como para, con la ayuda de un amargor tampoco despreciable, dejar un regusto áspero, en el que dejan su huella cítricos, especias y hierba, esta última en menor medida. A la altura de lo que se espera de ella, una cerveza idónea para disfrutar en días calurosos sin prestarle demasiada atención. No es, ni mucho menos, mi favorita de DouGall's, pero creo que no se le pueden criticar demasiadas cosas. 

NOTA: