MODELO: Nøgne Ø Dark Horizon 2nd Edition
ESTILO: Russian Imperial Stout (17'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Noruega
CARACTERÍSTICAS: Nøgne Ø es una microcervecera noruega surgida en 2002 de la inquietud de dos cerveceros caseros que decidieron unirse en un proyecto mayor y ver hasta donde eran capaces de llegar... y lo cierto es que no es poco lo que han conseguido, ya que gracias a la alta calidad de su amplísima variedad de cervezas gozan de renombre entre los más interesados en el mundo cervecil. El nombre es un término poético empleado por Henrik Ibsen en su obra Terje Vigen para describir un tipo de islas desérticas comunes en las costas noruegas, cuya traducción sería "isla desnuda", y lo escogieron a raíz de que fue en la localidad de Grimstad, donde está emplazada la fábrica, donde Ibsen escribió dicho poema.
Como sorpresa al volver de Palestina me encontré este genial regalo por cortesía de la musculosa Ana, uno más de los incontables que ya me ha hecho, que le fue recomendado por el amable dependiente de la Cerveteca de Barcelona. La curiosidad era tremenda, puesto que hasta ese momento la única Imperial Stout que había probado fue cuando aún no era capaz de apreciarla, sin embargo fuí capaz de esperar hasta la fecha recomendada en la botella y la reservé para un momento especial, que llegó cuando Sir Asf acudió a Zaragoza a pasar unos días en Pilares. La servimos en tres copas y nos encontramos el líquido más oscuro que he visto, casi absorbía la luz, con una línea mínima de espuma rojiza... y antes de darnos cuenta nos golpeó un aroma intensísimo sin siquiera acercar la nariz al recipiente, muy penetrante, aunque eso sí, de dulzor leve. Costaba diferenciar los distintos aromas por la extrema complejidad, y al rato hallé tras la malta torrefacta y notas inconfundibles de olivas negras, chocolate oscurísimo, café árabe, caramelo de fondo, marcados matices de regaliz y soplos de licor, toda una declaración de intenciones.
El sabor es de una profundidad extrema, con un amargor muy marcado, donde también se aprecian además del grano muy tostado matices similares a los del aroma, resaltando un gusto a chocolate amargo y café negro principal, con un consistente toque de alcohol, aunque no aparenta ni de lejos los 17'5º que tiene, que me recordó instantaneamente al bourbon, y más secundarios regaliz y caramelo, creando una base de un dulzor muy limitado. El regusto es aspero pero muy sabroso, el alcohol calienta la garganta con cada trago pero no se va sin dejar huella en la boca a lo que se añade el sabor a olivas negras que habíamos detectado en el aroma, que va en crescendo desde el momento en el saboreamos el líquido. Desde luego, para degustar esta cerveza se requiere tiempo y tranquilidad, pero su fuerza y su equilibrio espléndido la convierten en una de las mejores opciones para tomar después de una comida abundante... verdaderamente espectacular.
Como sorpresa al volver de Palestina me encontré este genial regalo por cortesía de la musculosa Ana, uno más de los incontables que ya me ha hecho, que le fue recomendado por el amable dependiente de la Cerveteca de Barcelona. La curiosidad era tremenda, puesto que hasta ese momento la única Imperial Stout que había probado fue cuando aún no era capaz de apreciarla, sin embargo fuí capaz de esperar hasta la fecha recomendada en la botella y la reservé para un momento especial, que llegó cuando Sir Asf acudió a Zaragoza a pasar unos días en Pilares. La servimos en tres copas y nos encontramos el líquido más oscuro que he visto, casi absorbía la luz, con una línea mínima de espuma rojiza... y antes de darnos cuenta nos golpeó un aroma intensísimo sin siquiera acercar la nariz al recipiente, muy penetrante, aunque eso sí, de dulzor leve. Costaba diferenciar los distintos aromas por la extrema complejidad, y al rato hallé tras la malta torrefacta y notas inconfundibles de olivas negras, chocolate oscurísimo, café árabe, caramelo de fondo, marcados matices de regaliz y soplos de licor, toda una declaración de intenciones.
El sabor es de una profundidad extrema, con un amargor muy marcado, donde también se aprecian además del grano muy tostado matices similares a los del aroma, resaltando un gusto a chocolate amargo y café negro principal, con un consistente toque de alcohol, aunque no aparenta ni de lejos los 17'5º que tiene, que me recordó instantaneamente al bourbon, y más secundarios regaliz y caramelo, creando una base de un dulzor muy limitado. El regusto es aspero pero muy sabroso, el alcohol calienta la garganta con cada trago pero no se va sin dejar huella en la boca a lo que se añade el sabor a olivas negras que habíamos detectado en el aroma, que va en crescendo desde el momento en el saboreamos el líquido. Desde luego, para degustar esta cerveza se requiere tiempo y tranquilidad, pero su fuerza y su equilibrio espléndido la convierten en una de las mejores opciones para tomar después de una comida abundante... verdaderamente espectacular.
NOTA:
Su color en las copas, como el de un tinto muy añejado, era de un negro rojizo muy profundo, como ha dicho Embracing, que absorbía la luz. El aroma era intenso y provocativo: una dosis interesante de alcohol, olivas negras, malta torrefacta y regaliz, que poco a poco iban descubriendo nuevos matices que invitaban al trago. Por supuesto, en la boca era un bombazo: un sabor picante fortísimo, con una clara presencia de olivas negras, licor y cierta base de chocolate bombón. Al tiempo afloraban nuevas cualidades, un amargor especiado que continuaba dándole una constitución fuerte e intensa, que terminaba dejando una garganta vibrante y cargada de sabor.
Cada trago es una descarga de sabores potentes para saborear sin límite de tiempo, descubriendo matices diversos y entendiendo que estás tomando una bebida muy elegante.
COMENTARIO: Un interesante Oktoberfest alternativo el que propuso Embracing para las fiestas del Pilar de este año (protestando por los elevados precios y las largas horas de espera del "verdadero" Oktoberfest que montan en estas fechas). Bebimos muchas y muy variadas cervezas, pero la fiesta comenzó con esta elegantísima noruega que atrajo la atención de todos los invitados que habíamos ido a comer pasta con carbonara de mil ingredientes.
Su color en las copas, como el de un tinto muy añejado, era de un negro rojizo muy profundo, como ha dicho Embracing, que absorbía la luz. El aroma era intenso y provocativo: una dosis interesante de alcohol, olivas negras, malta torrefacta y regaliz, que poco a poco iban descubriendo nuevos matices que invitaban al trago. Por supuesto, en la boca era un bombazo: un sabor picante fortísimo, con una clara presencia de olivas negras, licor y cierta base de chocolate bombón. Al tiempo afloraban nuevas cualidades, un amargor especiado que continuaba dándole una constitución fuerte e intensa, que terminaba dejando una garganta vibrante y cargada de sabor.
Cada trago es una descarga de sabores potentes para saborear sin límite de tiempo, descubriendo matices diversos y entendiendo que estás tomando una bebida muy elegante.
NOTA: