ESTILO: Pale Ale (4'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Inglaterra
CARACTERÍSTICAS: Cerveza inglesa de gran renombre y una merecidísima reputación, se jacta de ser la única elaborada con agua de manantial (gracias por la aclaración a Chela) del famoso Pozo de Burton, descubierto en Staffordshire por monjes benedictinos en el siglo XIII. Además, la cervecería es de las pocas que emplea para la elaboración de sus productos ingredientes naturales y técnicas tradicionales, cuyo alto coste obligó a otras compañías a desistir en su empeño y utilizar métodos más modernos.
Es una Bitter Ale, estilo en el que los ingleses tienen una larga y respetada tradición, de color cobre, con muy poco gas y mínima espuma, que desaparece al instante. Su aroma es leve y bastante dulce, más de lo esperado, predomina con claridad la malta, a la que se suman suaves notas de caramelo, algo de lúpulo herbal, un toque especiado y como punto final notas medicinales muy característicos provenientes de las aguas sulfuradas del pozo de Burton.
El sabor es único gracias a dicho ingrediente, comienza nuevamente con la malta y un intenso amargor, y con el primer sorbo da una curiosa sensación de efervescencia que con los sulfuros refuerza aún más los recuerdos medicinales. A continuación aparecen el caramelo y la hierba, muy secundarios, y un fuerte toque picante. Será el caramelo el que quede hasta el comienzo del regusto, que es muy seco, amargo y herbal, vuelven a cobrar importancia las especias y queda el sabor a sulfuro un tanto nasal. Hace ya varios años desde que escribí esta cata, y mi opinión respecto a esta cerveza no ha variado un ápice, así que me temo que no me servirá para la Ronda de este mes.
Tras oír una cantidad considerable de comentarios que dotaban a esta cerveza de una supremacía inglesa destacable, decidí en mi última visita a unos grandes almacenes, darle prioridad para así comprobar lo que se decía y dice de ella.
La noche elegida fue ayer, en compañía de unos amigos, viendo una película, un ambiente bastante propicio para disfrutar de medio litro de una buena cerveza. El aroma que despide la botella al deschaparla deja una sensación bastante confusa, presentando una cerveza que a priori tiene toda pinta de estar algo aguada. Pero todo eso cambia con el primer sorbo.
Un sabor completo, que en seguida muestra matices amargos que se equilibran con un toque metálico (sabor que había notado en cervezas negras o tostadas únicamente, y más concretamente en la Erdinger Pikantus).
Ese buen sabor no desaparece en ningún momento, dibujando una trayectoria uniforme, desde el primer trago hasta el último, lo que me ha hecho comprobar que sí, que la Marston's Pedigree una muy buena cerveza.
NOTA: