MODELO: Berliner Kindl Jubiläums Pilsener
ESTILO: Pilsener (5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania
CARACTERÍSTICAS: En la segunda mitad del siglo XIX surgieron en Berlin las cerveceras Berliner Kindl y Schultheiss, y su existencia transcurrió por separado más de 100 años hasta que en el año 2006 se fusionaron en una única empresa. Esto no ha supuesto una menor variedad de productos comercializados como pasa con cierta frecuencia, sino que actualmente elaboran hasta 10 modelos de cerveza distintos, entre ellos 2 Pilsener (desconozco cual es la diferencia entre ambas), y esta que voy a comentar es una de ellas.
Según me comentaron esta es una clásica cerveza de sesión en Berlín, y como tal me enfrente a ella. Al servirla se aprecia un color dorado cristalino, totalmente transparente, con una buena cantidad de espuma blanca, pero bastante fugaz. El aroma es intenso, muy directo y penetrante, destacando malta de dulzor mínimo, cereales y notas de pan, acompañadas por un suave perfume herbal que abarca todo con mucha suavidad. Se aprecian una importante de acidez cítrica y un amargor consistente, en absoluto parecido a las Pils alemanas que he comentado anteriormente donde el dulzor es la tónica.
El sabor tampoco es en absoluto complejo, no pierde el tiempo en florituras, y sin embargo no se hace aburrido ni pesado en momento alguno. Comienza con un importante soplo cítrico para que al instante se añada la malta, de nuevo notas de pan, levísimos recuerdos de manzana verde, un mínimo punto dulce y finalmente queda el trago completado por los lúpulos herbales, que aportan un considerable amargor que dura hasta el final, formando un regusto largo y amargo que llega a ser incluso algo astringente. Algo agresiva pero sin embargo equilibrada y agradable, buena cerveza de sesión para refrescar el gaznate en una posible visita turística a la capital germana.
Según me comentaron esta es una clásica cerveza de sesión en Berlín, y como tal me enfrente a ella. Al servirla se aprecia un color dorado cristalino, totalmente transparente, con una buena cantidad de espuma blanca, pero bastante fugaz. El aroma es intenso, muy directo y penetrante, destacando malta de dulzor mínimo, cereales y notas de pan, acompañadas por un suave perfume herbal que abarca todo con mucha suavidad. Se aprecian una importante de acidez cítrica y un amargor consistente, en absoluto parecido a las Pils alemanas que he comentado anteriormente donde el dulzor es la tónica.
El sabor tampoco es en absoluto complejo, no pierde el tiempo en florituras, y sin embargo no se hace aburrido ni pesado en momento alguno. Comienza con un importante soplo cítrico para que al instante se añada la malta, de nuevo notas de pan, levísimos recuerdos de manzana verde, un mínimo punto dulce y finalmente queda el trago completado por los lúpulos herbales, que aportan un considerable amargor que dura hasta el final, formando un regusto largo y amargo que llega a ser incluso algo astringente. Algo agresiva pero sin embargo equilibrada y agradable, buena cerveza de sesión para refrescar el gaznate en una posible visita turística a la capital germana.