sábado, 9 de octubre de 2010

Cerveza Pacífico Clara

MARCA: Pacífico
MODELO: Pacifico Clara
PAÍS DE ORIGEN: México

CARACTERÍSTICAS: Tras una semana de oteo intenso por la capital recurrí al ya conocido Corte Inglés y su variedad (que ya prácticamente se nos ha acabado) de cervezas, haciendo un tiempo hasta que encontrara alguna tienda de cervezas interesante. Entre los ejemplares que me llevé está la cerveza Pacífico Clara, que recuerdo haber probado hace bastante tiempo.

Esta cerveza, definida por la empresa con un estilo pilsener mexicano, fue fabricada por primera vez en el año 1900, cuando tres alemanes abrieron la Cervecería del Pacífico, en Mazatlán. Esta cervecera fue adquirida en 1954 por la gigante Grupo Modelo. Pacífico Clara es la cerveza más vendida de Modelo en el norte de México. Una cerveza que me ha echo recordar los tiempos de Corona, aunque esta vez no la he utilizado para acompañar comida mexicana, sino un suculento plato de arroz a la cubana. En el acompañamiento está la clave.

Cerveza de color amarillo limón muy cristalino, con carbonatación media y espuma vergonzosa, que a los dos segundos ha desaparecido por completo. Con apenas un aroma leve a malta y algo de limón, en el trago consigue algo más de fuerza, sin regalar matices. Regusto maltoso con toque de cítrico, pero sin mucho interés. En seguida la he relegado a un segundo plano y he centrado mi atención en la comida, utilizando la cerveza a modo de eurolager industrial o refresco carbonatado. Y ha sido una comida excelente. Poco más se puede decir de la cerveza, tan solo lo bonitas que quedan este tipo de botellas con el 50mm.

NOTA:

viernes, 8 de octubre de 2010

Samuel Smith's Imperial Stout

MARCA: Samuel Smith
MODELO: Samuel Smith's Imperial Stout
ESTILO: Russian Imperial Stout (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Inglaterra

CARACTERÍSTICAS: Comenté hace no mucho la genial semana que pasé en Londres, y cómo engullí tanta Samuel Smith como me fue posible, en parte porque me parece una cerveza estupenda, en parte porque no hay otro sitio de esa ciudad donde te ofrezcan la pinta a 1.99 £. Pocos días después, ya en Zaragoza, me apeteció rememorar el viaje, desempolvé una botella de esta cervecera, la más antigua de Yorkshire, que tenía en la bodega desde hacía un mes y pico, y subí a la terraza, dispuesto a pasar la tarde con una Imperial Stout como un muy apropiado acompañamiento de Guerra y Paz.

Servida en copa, el aspecto es impresionante, de color practicamente negro, tan opaco que podría protegerte de un holocausto nuclear (léase nucelar), y con una capa de espuma que no podría ser ni más densa, ni más apetitosa. Si solo con verla las glandulas salivales empiezan a trabajar a un ritmo preocupante, al acercar la copa en la nariz esto se fomenta más todavía si cabe gracias a un aroma delicioso, que pese a su alta intensidad es mucho más delicado que la práctica totalidad de las cervezas de este estilo que he probado previamente. Está dominado por malta tostada, azúcar quemado y un muy destacable caramelo, más secundario una mezcla de chocolate y café que recuerda al café moka, suave picante del alcohol muy disimulado, un toque herbal y mínimo regaliz negro.

El sabor es también mucho menos agresivo de lo habitual aunque mantiene un cuerpo completo, supongo que así serían las Imperial Stout clásicas. Comienza con un amargor considerable sobre el cual aparece una base formada por dulce malta torrefacta, café y chocolate, este último gana presencia a lo largo del trago y se junta con un marcado gusto a caramelo, con un punto de lúpulo herbal. El final es más amargo todavía aunque controlado de manera sublime, recuerda mucho al café recien hecho, aderezado con un toque herbal y una suave reminiscencia de los 7º de alcohol que tiene esta cerveza. Muy densa y cremosa a su paso por boca y repleta de sabor, sin embargo se bebe con una facilidad inesperada, en mi opinión una clara demostración de que no hacen falta 12º de alcohol para hacer una Imperial Stout excelente.

NOTA:

martes, 5 de octubre de 2010

Cata de Cervezas Americanas en Líquidos

Hace aproximadamente dos meses Ignacio, el dueño de la tienda de cervezas Líquidos, me comentó que iba a organizar una cata gratuita de cervezas trapenses en Septiembre, evento en el que por supuesto me mostré interesadísimo, e incluso más cuando más adelante me enteré de que al final serían cervezas americanas las que probaríamos. Por este motivo el último día de Septiembre se me pasó volando, pese a tener que sufrir un horario de clases de 08:00 a 20:00, y para cuando me di cuenta ya estaba de camino al local, deseoso de que unas buenas cervezas me ayudasen a quitarme el terrible cansancio que llevaba.

Cuando llegué allí saludé a Ignacio, que estaba preparando todo lo necesario para esa noche, y a una pareja con los que me puse a charlar, eso sí, tras apropiarme de unas cuantas cervezas que tenía en el punto de mira desde hacía algún tiempo. La primera sorpresa fue que a los pocos minutos de conversación Ramón, que fue así como se presentó, me explicó que era el dueño de Cervezalandia, una tienda online que conocí hace escasos meses y que puede presumir de tener un catálogo de botellas como para caerse de espaldas. Pero por si fuera poco me dijo también que había quedado al día siguiente con el Lupuloadicto Pau para otra cata.

Mientras yo me recobraba del shock fue llegando el resto de participantes del evento, y antes de que me diese cuenta Ramón ya había puesto el automático y empezado a emitir información, al principio de cómo realizar una cata correctamente (habiendo remarcado previamente que él estaba explicando la manera que le parecía más adecuada, pero que hay infinitas formas de hacerla y no tiene por qué ser una mejor que otra), y una vez que nos repartieron las copas acerca de las cervezas que ibamos probando.

Comenzamos por la legendaria Sierra Nevada Pale Ale, casualmente una de las que compré ese mismo día, y que cumplió por completo las expectativas que tenía, de trago fácil pero repleta de sabor, y no falta de complejidad si uno quiere entretenerse buscando. A continuación vino Samuel Adams Boston Lager, que pese a gustarme tampoco me entusiasmó, y a la que pretendo darle una segunda oportunidad en cuanto tenga ocasión. Seguimos por una marca con la que ya estaba familiarizado, Great Divide, y su Titan IPA, que resultó tan espectacular como las otras dos cervezas que ya he comentado en este blog. Como postre de esta tanda de cervezas legendarias atacamos a una Porter, que presuponía que sería la que más me gustaría debido a mi debilidad por las cervezas oscuras, y no me equivoqué puesto que Rogue Mocha Porter me pareció una cerveza redonda, muy cremosa, que llenaba la boca por completo, y pese a ser algo dulce nada empalagosa y perfectamente equilibrada.

La cata estuvo muy bien dirigida, con un ambiente distendido que permitía a los invitados intervenir en cualquier momento, ya fuese para plantear dudas o para dar su opinión, y sin centrarnos en el análisis meticuloso de las cervezas sino hablando también un poco de historia, estilos, ingredientes, etc. Además Ignacio realizó una labor encomiable para mantener el ritmo de la cata, teniendo siempre todo organizado de manera que cuando terminabamos una cerveza podíamos empezar casi al instante con la siguiente. Así, tras casi dos horas me fui a casa como nuevo, con cuatro excelentes cervezas probadas, 5 maravillas embotelladas bajo el brazo que comentaré en el blog más adelante, y un montón de información nueva.

Para terminar este resumen solo queda agradecer de nuevo a Ignacio la oportunidad de asistir al evento, el cuidado con el que controló todos los aspectos del mismo, y ya de paso el enviarme vía e-mail las fotografías que hizo (yo me olvidé la cámara), y a Ramón la labor realizada y los conocimientos impartidos. No sé si habrá una próxima vez, pero en caso de que así sea intentaré asistir sin duda alguna.

sábado, 2 de octubre de 2010

Rosita Negra amb Avellanes d'Alcover

MARCA: Rosita
MODELO: Rosita Negra amb Avellanes d'Alcover
ESTILO: Dunkel Lager con avellanas (6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Jaume Comte, dueño de una fábrica de lejía en Tarragona llamada "Jabones La Gardenia", se enamoró y posteriormente contrajo matrimonio con Nùria, una joven costurera catalana. La familia de este nunca aceptó su compromiso, y se las arregló para que la fábrica cerrase, quedando la pareja en la ruina. Sin embargo, esto no impidió que tuviesen su primera hija, y poco tiempo después de su bautizo el matrimonio decidió ir a buscar fortuna a Cuba. Cuando volvieron de esta isla trajeron consigo una cerveza, a la cual no pudieron dar otro nombre que el de su hija: Rosita.

Fue sin duda el empleo de avellanas lo que me hizo decidirme por esta cerveza de entre las diversas artesanales que había en la vinoteca de Plaza del Castillo, y me alegré de esta elección mientras la bebía pese a que es posible que alguna otra me hubiese gustado más. Es de color negro casi totalmente opaco, con reflejos rojizos al trasluz, y está protegida por una capa de espuma beige casi marrón que se adhiere a las paredes del vaso. El intenso tostado del grano se aprecia con claridad en el potente aroma, a malta torrefacta y café, adornado por un marcado toque herbal, un suave recuerdo de aceitunas negras muy de fondo, y notas de avellanas no demasiado evidentes y que se mezclan perfectamente con los demás aromas.

De trago ligero pero en absoluto aguada, comienza dulce con el dominio de malta torrefacta y café, y se añaden claros lúpulos herbales, suave chocolate amargo de fondo y un mínimo toque ahumado. Muy cremosa, sedosa al pasar por la boca, mantiene buen equilibrio a lo largo del trago y es al final cuando las avellanas hacen acto de presencia, aunque con ligereza, y se mantienen en el regusto, donde hierba y tostados acompañan a un amargor muy medido, dejando una agradable sensación un tanto agria en boca. Fácil de beber y entretenida, personalmente me ha gustado bastante.

NOTA:

viernes, 1 de octubre de 2010

Dos cervezas Backer

Hace un tiempo fui a ver a Jara, amiga cervecera de quien he hablado en algún post como el de las últimas fiestas de San Lorenzo, que había llegado de una interesante estancia en Brasil. Me había prometido sorpresas, y así era. Me había traido una cuica, y para acompañar el regalo sacó de la nevera dos cervezas Backer, una marca que yo no había oído y que por lo visto no abunda demasiado por esos lares. Las servimos en dos jarras de medio litro y nos dispusimos a dar comienzo a la fiesta de bienvenida, antes de ir a la cervecería donde más adelante acabaríamos ahogados de malta y espuma.

Backer, Cervejeria Tres Lobos, es una microcervecería artesanal minera fundada en 1998 en Minas Generales. Comienzan fabricando cerveza pilsener, añadiendo con el tiempo gamas más oscuras, hasta que actualmente desarrollan seis estilos diferentes. Utilizan aguas mineras y elaboran la cerveza según la famosa Reinheitsgebot. Hoy en día su cerveza se exporta a todo el país.

La primera de ellas es la Pale Ale, una cerveza muy acorde con el estilo que firma. Color cobre claro algo anaranjado, con espuma blanca algo tintada con los colores del caldo, que no dura en exceso, dejando una corona fina en la superficie. Tampoco se aprecia carbonatación. Su aroma es principalmente maltoso, con toque herbal muy suave y un matiz misterioso que no supimos identificar, que se confundía con el alcohol. En boca es muy similar a lo que le ha antecedido: malta, lúpulo y algo afrutado, para dejar un final seco en el que la presencia del alcohol se hace evidente. Interesante, con cuerpo.

La segunda fue toda una sorpresa. Backer Brown anunciaba en la cima de su botella que contenía aroma de chocolate, lo cual me echó para atrás, pues no había probado ninguna cerveza "chocolateada" que me hubiera sido agradable. Hasta entonces.
Color marrón oscuro, opaco, con brillos anaranjados y elevada carbontación. Su espuma beix no es muy abundante, pero sí duradera, manteniéndose burbujeante a la cabeza del vaso. Su aroma es una delicia, con notas dominantes de chocolate negro y malta. En boca ese matiz se ve acrecentado, aportando además notas de caramelo, café, alcohol, malta tostada y un final lupulizado que deja un recuerdo en el paladar del chocolate. Completamente inesperada, una cerveza que me dejó muy buen sabor de boca y que en ocasiones recordaba a los bombones de licor. Fantástica.

Un país que me gustaría explorar en todos los sentidos, y que por lo que he leído guarda sendas microcervecerías con excelentes productos. Muchas gracias a Jara por los presentes, y que vaya bien en Rennes.

martes, 28 de septiembre de 2010

Krombacher Pils

MARCA: Krombacher
MODELO: Krombacher Pils
ESTILO: Pilsener (4'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: La mezcla de agua blanda de manantial de roca de los montes de Rothaar, lúpulos Hallerthau, malta de cebada veraniega y levadura ha sido la base de las cervezas Krombacher, que se llevan elaborando desde 1803 en la ciudad de Kreuztal-Krombach. Actualmente sigue en posesión de la familia Schadeberg pese al enorme crecimiento que ha experimentado en estos dos siglos, teniendo ahora mismo una producción superior a los... ¡5 millones de hectolitros anuales!

No tenía pensado traerme a España esta cerveza puesto que aquí es bastante fácil de conseguir, pero nos sobraba algo de hueco en la maleta cuando llegamos a Weeze así que pensé: "¿Por qué no? Igual se nota diferencia." Pues me equivocaba, lo cual no implica que no me guste la cerveza, ni mucho menos, como voy a comentar a continuación. Dorada brillante, como todas las de este estilo, mantiene una apetitosa capa de espuma blanca resplandeciente de un dedo de grosor, muy cremosa, que protege al líquido durante el rato que dura la cerveza. Emite un perfume delicado, con evidentes notas florales adornando la malta, cuyo dulzor es delimitado por un leve punto de manzana ácida. Se aprecian además de fondo suaves aromas de cereales y levadura con un mínimo deje picante al final.

El sabor es también dulce, aunque muy moderado, con cuerpo medio, que comienza de nuevo con malta y una marcada acidez cítrica que recuerda hacia el final a manzana verde. El final es seco, de amargor considerable, algo astringente aunque muy controlado, que incita a beber más, con notas de manzana y suaves flores. Sin ser maravillosa es una buena cerveza, sin grandes pretensiones aunque muy disfrutable.

NOTA:



Actualizado por Sir Asf:

CARACTERÍSTICAS: Hace un tiempo mi padre se presentó con una suculenta selección de cervezas belgas (que aunque tratándose de viejas conocidas, como Chimay o Leffe, siempre son motivo de alegría), entre las que se incluía esta pilsener alemana, la Krombacher Pils. Aprovechando mi recién llegada a Madrid para iniciar la "nueva vida", ayer por la noche abrí esta cerveza para disfrutar de 33 centilitros de relax.

La Krombacher Pils ostenta un color dorado cristalino y brillante, sobre el que se posa una capa de espuma blanca y burbujeante que se mantiene, aunque en menor medida, a medida que avanza el tiempo. Tiene aroma y sabor similares, en los que destacan el punto maltoso dulzón y el toque floral y uniforme, con su límite en el amargor del lúpulo y el deje ácido. Con un final seco y herbal, deja un buen sabor de boca. Bastante suave y, como dice Embracing, sin grandes pretensiones. Es una cerveza correcta y agradable.

NOTA:


sábado, 25 de septiembre de 2010

Sandels IV A

MARCA: Sandels
MODELO: Sandels IV A
ESTILO: Pale Lager (5'3% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Finlandia

CARACTERÍSTICAS: De la cervecera Olvi Oyj, establecida en Iisalmi, Finlandia, y única fundada en el siglo XIX que sigue manteniendo capital nacional, me trajo Berta el modelo que sus compañeros de Erasmus más apreciaban, Sandels. Porta el nombre del Coronel Johan August Sandels, oficial que en la Guerra Finlandesa, que enfrentaba a Rusia y Suecia, llevó a las tropas suecas a la victoria en la Batalla del Puente de Virta, hecho que definió el rumbo político de Finlandia.

"Vahva ja pehmeä olut" reza su etiqueta, lo cual se podría traducir por "Cerveza suave y robusta", eslogan que no sé yo si define demasiado bien a esta cerveza. Es de color dorado brillante, con muchas burbujas muy repartidas por el líquido, lo cual da una suave sensación de efervescencia, y pese a ello una espuma bastante escasa. El aroma es fresco, dominado por malta y limón, típico de eurolager a más no poder. Se aprecia además un suave fondo de miel, y el lúpulo floral se evidencia con facilidad. Nada que destaque, ni para bien ni para mal.

Encuentro la suavidad prometida pero por mucho que busque no hay ni rastro de robustez en el sabor. Es plano, algo aguado, con notas de malta dulce bastante diluida que se entremezcla con suaves recuerdos cítricos, y aún más leves matices florales y de miel. Destaca ligeramente el amargor, que se intensifica hacia el final y se alía con un deje metálico, para terminar de forma parcialmente seca, con un regusto de metal, cítrico y miel. Bastante mejorable tanto en intensidad de los sabores como en equilibrio (el amargor y el metal son algo molestos), pero al menos refresca.

NOTA: