lunes, 16 de abril de 2012

't IJ Columbus

MARCA: 't IJ
MODELO: 't IJ Columbus
ESTILO: Blonde (9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: En la orilla del IJ, río plagado de barcos y casas flotantes que envuelve la bella ciudad de Amsterdam, fue fundada en 1983 la cervecera 't IJ, y aunque dos años más tarde se trasladó sigue manteniendo su nombre. El artífice de su nacimiento fue Kaspar Peterson, conocido antes de esta actividad por ser quien escribió varias de las letras del grupo holandés Drukwerk, y en la actualidad sigue siendo el maestro cervecero de esta fábrica, responsable de la elaboración de 6 cervezas fijas, todas ellas decoradas con un avestruz en su etiqueta, y 4 más de temporada. Ésta concretamente es de las fijas, y llegó a nuestras manos gracias a la generosidad de Cervezas Especiales, quienes han vuelto a sorprendernos en el 2012 con este detallazo que aprovecho para agradecerles nuevamente.

Si ya el diseño de la botella es muy bueno, acompañada de la cerveza recién servida da una imagen que serviría para un anuncio, con una espuma grisácea extremadamente cremosa y compacta, que se adhiere con fuerza al vidrio, coronando un líquido naranja brillante, donde las turbulencias de burbujas y sedimentos sugieren una actividad imparable. Al olfato es inmejorable, se reparten el territorio equitativamente entre la malta, dulce, frutal y algo acaramelada, con el lúpulo Columbus, (supongo que es una single-hop) que aporta intensas notas de cítricos, albaricoque y frutas tropicales, a lo que hay que sumar también un suave y agradable recuerdo de levaduras.

Con el primer sorbo se nota como los cítricos pierden algo de fuerza, aunque siguen presentes, en detrimento de la malta y frutas dulces como melocotón, piña madura o fruta de la pasión. Es, no obstante, una tregua temporal puesto que en seguida vuelve la acidez en forma de naranja y limón, esta vez respaldada por un fuerte picante y un punto firme de alcohol, que acaba contruyendo un amargor robusto, donde se mezcla con más frutas maduras, lúpulo herbal y levadura. Es una cerveza fantástica, sorprendentemente refrescante y amena para su graduación, e incluso mejora a medida que va reposando, cuando se van relajando la fuerza del lúpulo y las especias pero sin ceder un ápice de carácter.

NOTA:

jueves, 12 de abril de 2012

Empirismo Cervecil nº1

El otro día recibí la repentina visita del compañero de blog Embracing, que aparecía por Madrid para destruir a las tortugas gigantes que estaban desolando la ciudad, y para recibir las buenas de que va a poder trabajar donde quiere. Por supuesto vino con un fardo lleno de cervezas, entre las que se encontraban estas tres Weltenburger Kloster Anno 1050.

Todo consistía en un experimento. Esas tres cervezas habían sido sometidas a distintas condiciones y habían sido identificadas. En la cata que íbamos a llevar a cabo, las marcas de identificación estarían tapadas, de manera que no sabríamos cuál era cuál. Para más misterio, yo no sabía en qué habían consistido esos distintos tratamientos de las cervezas.

Servimos las tres, que tenían un aspecto prácticamente idéntico en cuanto a color y espuma. No obstante la carbonatación de la primera era de burbuja fina y en mayor cantidad; la tercera tenía menos carbonatación y presencia de algunas burbujas más gruesas; y la segunda se debatía entre las anteriores.

Encontramos la cerveza nº 2 la mejor de las tres en cuanto a todo lo demás. El aroma era floral, herbal y maltoso, muy intenso. La número 1 era menos intensa, pero seguía manteniendo matices interesantes. Y la tercera era la que menos detalles mostraba, quedando algo más plana y sin demasiado fuerza. Las tres tenían buena presencia de cereal, lúpulo y cierto toque meloso y acaramelado.

En boca de nuevo ocurría lo mismo. La segunda era la más intensa, la primera se dejaba ver más ácida y la tercera no estaba mal, pero era sin lugar a dudas la de menor intensidad en sabor.

Con este balance procedimos a desenmascarar las cervezas y comprobar por qué proceso había pasado cada una. Las tres habían sido compradas a la vez y tenían la misma fecha de vencimiento:
- La cerveza 1, L. Había sido sometida a exposición a la luz solar constante 8 horas al dia.
- La cerveza 2, O. Había sido almacenada correctamente, en condiciones apropiadas.
- La cerveza 3, P. Había sido almacenada boca abajo durante un mes.

Las conclusiones son claras: cuanto mayor cuidado se tenga en el almacenamiento de la cerveza, mejor calidad tendrá esta a la hora de ser servida. Seguiremos con este tipo de experimentos en próximas entregas. ¡Haya salud!

De Dolle Special Extra Export Stout

MARCA: De Dolle
MODELO: De Dolle Special Extra Export Stout
ESTILO: Export Stout (9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Por el momento solo he comentado dos de las cervezas de De Dolle, las cuales me parecieron de una calidad excepcional, más o menos la misma sensación que me produjeron un par de botellas más de la marca que he probado aunque sin comentarlas aquí, Arabier y Oerbier. Sabiendo lo bien que hacen las cosas en esta compañía, sumado al vicio que tengo por las cervezas oscuras, tenía la certeza de que iba a disfrutar mucho de esta Stout belga, motivo por el cual la puse entre las primeras de mi lista de prioridades, dispuesto a agenciarmela a la más mínima oportunidad.

Esta oportunidad surgió con nuestro pedido de fin de año a Zombier, y desde entonces ha estado en mi trastero hasta que encontré el momento propicio para dedicarle un rato. Tal y como se puede ver en la fotografía la cremosa espuma, más marrón que beige, tiene una densidad tal que forma montículos en la superficie, lo que le permite guardar con celo el líquido teñido de un negro impenetrable. Acorde con lo esperable en el estilo, el mando del aroma lo lleva malta torrefacta y café, acompañados por intensas notas de cacao y regaliz, y más suaves frutas oscuras del tipo de bayas o ciruelas. No obstante se nota la mano belga en los claros recuerdos de levadura de este país que se infiltran en el tenue perfume herbal que aporta el lúpulo.

Su aspecto inmejorable es un fuerte reclamo para dar el primer sorbo, y al hacerlo la boca se ve invadida por un líquido oleoso, otra pista más del origen de esta cerveza, que deja a su paso un sabor verdaderamente intenso, ya desde el principio con mucho énfasis en regaliz negro, torrefactos y espresso, dejando en un segundo plano chocolate, frutos secos, ciruelas, uva negra y un suave recuerdo levaduroso. En sus últimos segundos de vida forma un amargor largo y potente donde abunda el cacao y el regaliz negro, con un medido toque de alcohol y hierba, tras el cual queda un firme regusto ahumado que desaparece muy poco a poco, como broche perfecto a una cerveza cálida y contundente. Otra prueba más de maestría de esta fábrica, capaces de destacar en cualquier estilo al que se dediquen.


NOTA:

miércoles, 4 de abril de 2012

Polonia

Es evidente que la oleada de cervezas polacas que invadió Hipos a lo largo del mes pasado no fue casual, sino la consecuencia previsible de una semana de vacaciones en este país con algunas de mis compañeras (o ya ex-compañeras) de Universidad. Elegimos este destino con un amplio consenso tanto por su interés turístico como por sus bajos precios, muy adecuados para nuestro bolsillo de estudiantes, y en mi caso también influyó el gran aprecio que tengo por el Este de Europa y su gastronomía, que me hace salivar solo con pensar en ella.

Repartimos los 8 días que duró el viaje entre Cracovia y Varsovia, con la casi obligatoria excursión de un día de duración desde la primera hasta los campos de concentración y exterminio cercanos a Auschwitz, tan sobrecogedores como cabría esperar. Sorprende el contraste entre las dos ciudades: Cracovia resulta encantadora, con su casco histórico perfectamente conservado, de aire algo medieval, y sus calles llenas de gente la hacen cálida y acogedora, muy similar a cualquier ciudad alemana; por su parte Varsovia tiene otro ambiente, es fría, sobria, de calles monstruosamente grandes, por donde circulan a toda velocidad cientos de personas, y parques de dimensiones titánicas, y aunque no por ello pierde encanto sí que es cierto que es otro mundo, parece "menos europea y más rusa", si se entiende lo que quiero decir.
Enlace
En cuanto al tema de la cerveza en Polonia, tiene sus luces y sus sombras, y con alguna diferencia me recuerda bastante a lo que experimenté en Rumanía. Los supermercados y pequeñas tiendas de bebidas están abarrotados de marcas polacas como Żywiec, Warka, Królewskie, Żubr, Tyskie, Okocim, Dębowe, Wojak, Harnas, Lech, Tatra, etc, y en casi cualquiera que entres puedes encontrar más de una veintena de botellas distintas, además a precios que pueden variar entre 2'5 y 4 złoty la botella de medio litro, lo que viene a ser 0'62 - 1 euro aproximadamente. (1 euro = 4 złoty) La parte mala es que la amplia mayoría son euro-lager producidas por Heineken o SAB-Miller, aunque afortunadamente otros estilos, sobretodo Bock y Porter, parece que van aumentando su cuota de mercado, e incluso en algunas ocasiones es posible toparse con varias botellas de la marca Ciechan, supuestamente artesanal. Así pues, para comprar productos de microcerveceras polacas no hay más remedio que recurrir a las escasísimas tiendas especializadas, donde dichas cervezas suelen rondar los 5 złoty.

Este contexto de hegemonía de las macrocerveceras, que realmente es aplicable a la mayor parte del Este de Europa, puede ser algo frustrante, pero no es razón para desanimarse puesto que incluso con estas marcas (la mayoría bastante decentes y alguna excepcional, como Żywiec Porter) es posible sumergirse en la cultura cervecera polaca experimentando con sus mezclas tradicionales: piwo z sokiem, cóctel de cerveza con zumo de frutas, y la para mí más interesante piwo grzane, una combinación de cerveza caliente con miel, clavo y canela.

De todas maneras, soy consciente de que este tipo de costumbres tienen bastantes detractores, pero ni siquiera ellos tienen por qué conformarse con beber lager simplonas si no encuentran marcas artesanales puesto que hay un número considerable de brewpubs diseminados por el país que elaboran cerveza de razonable calidad, o al menos este era el caso del de la cadena Bierhalle en el que estuve en Varsovia, donde por 8 złoty me pude tomar una jarra de Marcowe, una Märzen que me dejó muy satisfecho. En el caso de que este plan tampoco les convenza, recomiendo no complicarse la vida y beber Żubrówka, que también está muy rico.

Así termino el breve resumen del ámbito cervecil de mis vacaciones. Si aún queda alguien que no está convencido para ir a Polonia, he de decir que en realidad el tema de la cerveza casi es lo de menos: solo la extraordinaria belleza del país ya sería motivo suficiente para visitarlo, si a eso se le suma su exquisita gastronomía el viaje se convierte en una obligación.

lunes, 2 de abril de 2012

Guineu Riner

MARCA: Guineu
MODELO: Guineu Riner
ESTILO: American Pale Ale (2'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Una de las Guineu más reputadas, junto con la exquisita Montserrat, es Riner, una Pale Ale de estilo americano con una graduación alcohólica sorprendentemente baja, inferior al 3%. Probablemente fue este bajo contenido de alcohol el que provocó que se pusiese en boca de muchos al coronarse durante unas semanas como la mejor cerveza de la categoría "Low Alcohol" de Ratebeer, hecho al que se le puede dar más o menos importancia pero que yo creo que siempre es algo a considerar.

No son pocas las veces que he tomado esta cerveza, la última de barril durante la entrega de premios del concurso de Homebrewing de Líquidos y Lupulus, y siempre me ha parecido estupenda, así que me enfrenté a esta botella que me regalaron de Cervezalandia sin ningún miedo. Es de color amarillo pajizo, turbia, con una espuma nacarada cuyo volumen no cesa de crecer por el imparable flujo de burbujas que la alimentan, consiguiendo escapar por el cuello de la botella repetidas veces. Es tremendamente aromática, y mediante el olfato queda clara su inspiración estadounidense al presentarse como una compacta combinación de limón y pomelo con hierba y pino, algo resinosa y con un toque de especia, sobre una base que recuerda a uva blanca y manzana, sugiriendo así una importante carga de Cascade y/o Centennial. (no me atrevo a concretar más, hasta tanto no llego)

En boca resulta tan refrescante como se pueda imaginar e incluso un poco más, y sin embargo, pese a su mínimo contenido alcohólico, tampoco se puede decir que le falte consistencia ni sabor. Comienza con un breve dulzor, donde se distinguen uva blanca y manzana, que en seguida abre paso a la acidez cítrica y el amargor herbal resinoso del lúpulo. Al principio es más extrema, siendo los cítricos muy prominentes, pero en cuanto reposa se modera un poco y ofrece una mayor complejidad, aunque para ser sincero no sabría decir qué etapa me gusta más, ambas son muy interesantes. Cómo no, el final es muy lupulado, con intensas notas de pomelo y limón, trazas de manzana verde y una fuerte presencia de especias picantes, que a su paso convierten la boca en un erial, ansiosa por otro trago que la atrapa en un círculo vicioso de cerveza y sequedad. Una cerveza realmente buena como resultado de una propuesta original y algo arriesgada, en mi opinión de lo mejorcito de la Península.

NOTA:

sábado, 31 de marzo de 2012

De Ranke Père Noël

MARCA: De Ranke
MODELO: De Ranke Père Noël
ESTILO: Blonde de Navidad (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Mi primer contacto con la cervecería De Ranke no fue del todo satisfactorio, y es que su XX Bitter, ácida y amarga como pocas belgas, sobrepasó mi capacidad de disfrutar del lúpulo. Sin embargo en el segundo intento, unos cuantos meses después, algo debía haber cambiado en mis sentidos puesto que me pareció una de las mejores cervezas belgas que había tomado hasta la fecha, lo que instantáneamente me transformó en un adicto a sus lupulados productos. Esta reciente pasión por la marca fue lo que me ayudó a decidirme por esta entre el arsenal de cervezas navideñas que ofrecía Zombier, contando además con que esta sería una algo peculiar.

Del líquido naranja cobrizo, sorprendentemente bien filtrado, escapa un rico aroma bien cargado de frutas, sobretodo naranja, mandarina y albaricoque, que ocultan parcialmente a la malta, relegándola a un segundo plano. Por su parte las especias, con notas levadurosas y herbales adheridas, se encargan de afilar el aroma y darle intención, lo que le aporta una complejidad más que interesante.

Es en el sabor donde parece florecer el espíritu de De Ranke; desde el inicio pone especial acento en limón, pomelo y manzana verde, lo que a la vez realza las notas de levadura, clavo y pimienta, aunque poco a poco van emergiendo frutas tropicales, suave caramelo y mínima canela para compensar la acidez. Casi resulta incluso un poco dulce justo antes del final pero de nuevo atacan los cítricos, esta vez acompañados del intenso amargor del lúpulo, que dan punto y final a su labor dejando la boca seca, impregnada de hierba y picante. Atípica cerveza navideña y algo arriesgada, pero en mi opinión bastante resultona, totalmente recomendable para los adictos al lúpulo. (y por estos lares rondan unos cuantos)

NOTA:



Actualizado por Sir Asf:

CARACTERÍSTICAS: Esta cerveza de navidad me llegó como regalo de la celebérrima Ana, a la que agradezco mucho el detalle. Ya le había echado el ojo cuando hice mi pedido de cervezas navideñas, pero las prioridades fueron otras y me quedé con las ganas, así que es un regalo muy bienvenido.

La cerveza tiene una etiqueta con Papá Noel como protagonista, abrazando bonachón a una copa sobre un fondo verde. Es una imagen muy acertada de la figura de Santa Claus, creo yo. Al servir la cerveza en la copa luce un color dorado algo oscuro, turbio pero sin rastro de sedimentos, con presencia de carbonatación. La espuma es de color blanco y forma una capa consistente, no demasiado abundante pero bastante duradera.

Su aroma hace presencia desde el primer momento. Destacan notas florales y afrutadas, con malta y levadura como base, y un deje dulzón compuesto de caramelos y lúpulo, muy característico de este estilo de cervezas belgas. En boca sobresale el caramelo, el melocotón, la malta y un toque a licor, con presencia del alcohol. En segundo término se aprecia un toque levaduroso y levemente picante, especiado. Hacia el final se torna levemente amargo, con mucha presencia herbal. Es espumosa en boca y bastante suave, aunque de matices intensos.

En general una buena cerveza muy fácilmente disfrutable, aunque nada fuera de lo normal (comparándola con otras del estilo).

NOTA:


miércoles, 28 de marzo de 2012

Engel Bock Hell

MARCA: Engel
MODELO: Engel Bock Hell
ESTILO: Maibock (7'2%)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: La cervecera Engel, fundada en en 1783 en Crailsheim, en el Oeste de Alemania, es desde 1877 propiedad de la familia Fach. Elaboran en la actualidad, si no he contado mal, 21 cervezas distintas, todas ellas selladas con tapón de rosca, entre las que destacan por sus sorprendentes denominaciones varias como su Weißbierpils, su Kellerbier dunkel o su cerveza femenina First Lady, las cuales me encantaría probar aunque solo fuese por calmar mi curiosidad.

Cuando la vi en el supermercado el tapón de rosca me hizo dudar, pero al final me decidí a probarla reservándola para una tarde relajada, que llegó esta misma semana cuando la elegí como acompañante de una buena película. Es de color miel, apagado, casi transparente, y forma al servirla una espuma que en un inicio parece cremosa y abundante pero que casi antes de terminar esta operación demuestra ser escasa y porosa, similar a la del detergente. Sorprende lo discreta y sencilla que es para el olfato, apenas unas pinceladas de grano, malta y casi imperceptibles cítricos, con un toque metálico que recuerda a las temidas eurolager, lo que a priori no es en absoluto positivo.

En boca intenta enderezar, aunque en mi opinión tampoco acaba de acertar. Al principio el dulzor, con un núcleo de malta y miel escoltado por suaves notas de melocotón y manzana, resulta excesivo y empalaga un poco. Se va moderando de forma progresiva, pero a cambio va ganando terreno el alcohol, que llena de especias un final de amargor inexistente, impregnado de miel, cítricos y lúpulo floral, de intensidad moderada. No es una cerveza que merezca ser tirada por el desagüe al primer sorbo, pero el exceso de azúcar y alcohol me cansa rápido y acabo perdiendo el interés.

NOTA: