domingo, 10 de febrero de 2013

Lancelot Bonnets Rouges

MARCA: Lancelot
MODELO: Lancelot Bonnets Rouges
ESTILO: Pale Ale con bayas de sauco (5'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: Esta cerveza es el homenaje de la bretona Lancelot a la "Revolución de los Bonetes Rojos" o "Revolución del Papel Sellado", un alzamiento de las clases populares en 1675 en Bretaña tras un aumento de las tasas del estaño, el tabaco y el papel sellado decretado por el rey Luis XIV. Su intenso tinte rojo, a juego, y no por casualidad, con el color de los gorros frigios que actualmente se identifican con las revoluciones, se debe a las bayas de sauco que forman parte de sus ingredientes. Fue, como la última botella que comenté, un regalo de los Rodríguez, que no dejan de llenar mi despensa de cervezas exóticas... cosa que por supuesto les agradezco.

Del color de la cerveza está todo dicho, y eso sin siquiera quitar la chapa puesto que viene en botella de cristal transparente, que le da un aspecto bastante peculiar. Por contra, su perfume no resulta tan llamativo; es de intensidad media, algo apagado, formado por malta, nuez, manzana, un leve toque cítrico, y suaves notas uva blanca y bayas probablemente aportadas por el sauco. El lúpulo, por su parte, añade delicados recuerdos de hierba y especias que suman complejidad al aroma, aunque en mi opinión sin llegar a darle el ímpetu que le haría falta.

En contraste con el dulzor del aroma, en boca es ácida desde el primer momento, sabor que refuerza también la importante efervescencia, posiblemente algo excesiva. De cuerpo ligero, inicia el trago con malta, abundantes cítricos, manzana verde y un claro toque de bayas que recuerda a algunas de las Historic Ales de la William Bros, sobretodo a Grozet. El final es amargo y ácido por igual, impregnado de hierba, fruta y mínimo clavo, que en el largo regusto se combinan con las bayas de sauco, siendo estas y la hierba las principales protagonistas. Una cerveza original, pero entre el exceso de carbonatación, lo ligera que es y que no parece llevar ninguna dirección concreta al final se me queda algo corta. Pasable, sin ningún error gordo que impida terminarla pero, a diferencia de con XI.I, no tengo ningún interés en repetir. 

NOTA:


jueves, 7 de febrero de 2013

St. Feuillien Triple


MARCA: St. Feuillien
MODELO: St. Feuillien Triple
ESTILO: Tripel (8'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Escapo un rato de las ocupaciones diarias y comento un poco el último regalo cervecil recibido por un grande, mi amigo Guille Tío. Una de las mejores razones de tener un blog de cervezas es que los souvenires de viajes o vacaciones suelen estar compuestos de botellas, y los amigos se apuntan a esa costumbre. En este caso Guillermo eligió una ale belga de abadía que yo no había probado. Hugo comentó la especial de Navidad de la casa, donde habló de la historia de la marca.

Esta cerveza viste un color ambar claro, entre turbio y cristalino, con una carbonatación media en forma de burbujas pequeñas que escalan por el vaso hasta llegar a su cabeza, donde yace una capa de espuma blanca burbujeante, poco abundante y poco duradera. Un comienzo no muy prometedor y algo desconcertante, por lo que viene a continuación.

Su aroma tiene como tema principal la levadura, acompañada de notas cítricas y afrutadas que se adueñan del olor. En menor medida se aprecian maltas y lúpulos, con una presencia especiada muy agradable. En boca es delicada, de cuerpo ligero, aunque con todos los matices puestos en su sitio. Destacan muy delicadamente las frutas, como el melocotón maduro, algo de plátano y cítrico del limón. Acompaña la malta, que conduce a un final más amargo, aunque sin perder el dulzor afrutado. El alcohol se hace presente durante todo el trago, vigilante, sin empañar en ningún momento. Su retrogusto es ardiente y delicioso.

Todo un gran ejemplar del estilo. Todo un acierto, muchísimas gracias, señor productor.

NOTA:


domingo, 3 de febrero de 2013

Lancelot XI.I Samhain

MARCA: Lancelot
MODELO: Lancelot XI.I Samhain
ESTILO: Barley Wine (11'1% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: En estos 5 años recopilando información sobre diferentes cerveceras he visto todo tipo de lugares donde se han establecido negocios de este tipo, pero hasta ahora nunca me había encontrado con una emplazada en una mina de oro, como es el caso de la bretona Brasserie Lancelot. Ojo, antes de que nadie coja pico y pala y emprenda la ruta en coche hasta Roc Saint André, en la Bretaña francesa, donde se junta oro y cerveza, aviso que la mina lleva inactiva desde 1908 por no ser rentable su explotación. No obstante, sin instrumentos de excavación puede ser interesante el pasar por allí, puesto que la visita de la fábrica es gratuita e incluye (cómo no) degustación.

Esta botella me la trajeron Fernando y Cristina de su viaje a esa zona, dentro de un pack de 6 botellas distintas de la fábrica. Es una cerveza que se elabora exclusivamente la noche del 31 de Octubre, la última noche del año celta, que separa el mundo de los vivos del de los muertos y en la que se celebra la festividad de Samhain, y cuya fermentación dura 6 semanas, hasta el solsticio de invierno. De la botella, vestida con una etiqueta sensacional, se libera un líquido marrón oscuro, caoba, con reflejos pardo-rubí al trasluz. Apenas forma espuma, de color grisáceo, y ésta desaparece casi por completo con rapidez, quedando aspecto más propio de un coñac. Me sorprendió lo intenso y rotundo del aroma, no esperaba en absoluto semejante presencia de malta tostada, como un torrente que inunda el olfato, acompañado de caramelo, ciruelas, pasas, cacao, más secundario café irlandés, té negro, azúcar moreno, y mínimos recuerdos de ron, regaliz negro y hierba. Todo este desfile de matices se podía apreciar en su perfume, aunque con un dulzor algo menor de lo esperado gracias a una sequedad que se encarga de darle a la cerveza un carácter algo británico.

En boca resulta muy parecida, ataca desde el inicio con toneladas de malta, caramelo y frutas oscuras, a los que se suman en seguida cacao y chocolate con leche dispersos, y una aspereza impregnada de frutos secos, ron negro y medidos recuerdos de madera. El paso por boca es rápido, fluido, aunque también es cálido y sin duda deja huella. Forma al final del trago un amargor marcado, enfrentado a un generoso pero controlado soplo de alcohol que calienta el estómago, para dejar la boca seca, cargada de notas de cacao, frutas oscuras, madera, suave hierba y mínimo regaliz. Una cerveza estupenda, perfecta para disfrutar en una fría noche de invierno, además con menos esfuerzo del que cabría esperar para una graduación alcohólica tan elevada. Solo me queda agradecer a Fernando y Cristina el regalo.

NOTA:

domingo, 27 de enero de 2013

Lervigs Jul

MARCA: Lervig
MODELO: Lervigs Jul
ESTILO: Brune de Navidad (6'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Noruega

CARACTERÍSTICAS: Entre los elevados precios de Noruega y los portes de este país no perteneciente a la Unión Europea, beberse una cerveza de este país supone un desembolso importante de dinero, superior a lo que estoy dispuesto a gastarme en una botella salvo en muy contadas ocasiones. Esto, sumado a las pocas marcas que llegan habitualmente a la Península, es la causa de que hasta que Gabriel de Zombier nos mandó esta cerveza junto con su correspondiente vaso como regalo navideño solo hubiese probado una cerveza de este país, la espectacular Dark Horizon de Nøgne Ø, detalle en esa ocasión de Ana. Está elaborada por Lervig, una pequeña cervecera de Stavanger, en el Sur de Escandinavia, en funcionamiento desde el final del 2007, aunque sus cervezas se comenzaron a producir en Agosto del 2005 en la Mack Bryggeri, en Tromsø.

La que nos envió Gabriel es la navideña de la fábrica, que tiene la cualidad, según los elaboradores, de garantizar la vuelta de Santa Claus al año siguiente si se le deja un vaso al alcance. Es muy opaca, de color marrón oscuro algo oxidado, y genera al vertirla un par de dedos de espuma beige, de los que persiste hasta el final al menos medio centímetro. Desprende un aroma dulce, casi palpable, de malta tostada y caramelo, recubiertos por toffee y sirope. Al instante asciende, desviando la atención, un perfume de anís estrellado eclipsando notas más moderadas de regaliz negro, cereza picota y licor. El lúpulo, con un papel más bien discreto, se encarga de atenuar tanto dulce con un suave frescor algo herbal.

De cuerpo medio en boca y muy sabrosa, se junta de nuevo una dulce base de malta tostada, sirope de caramelo, acompañada de notas de cereza, frutas maduras, suave regaliz y licor. El anís está presente en todo el trago, pero en vez de estorbar como en alguna otra cerveza navideña armoniza los sabores, los junta en una sola entidad. El amargor final llega con tranquilidad, pero una vez instaurado es firme, algo arisco en la garganta, y desprende durante el tiempo que queda enganchado notas de naranja, anís, otras especias picantes y mínima hierba. Deja un regusto algo alcohólico, que deja los sabores agarrados al fondo de la garganta durante unos segundos más. Como bien la definen sus responsables, es una cerveza cálida, perfecta para crear una atmósfera navideña. Me gusta también lo bien que controla el anís, que si bien es un ingrediente que puede arruinar una cerveza si no se tiene demasiada habilidad en su manejo, cuando se emplea de forma adecuada puede crear elaboraciones muy interesantes. Mil gracias, Gabriel, por el detalle.

NOTA:



miércoles, 23 de enero de 2013

Harviestoun Old Engine Oil

MARCA: Harviestoun
MODELO: Harviestoun Old Engine Oil
ESTILO: English Porter (6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Escocia

CARACTERÍSTICAS: Una de las cervezas elegidas para acompañar la comida de Navidad fue esta english porter escocesa, a la que tenía muchas ganas, ya no solo por su nombre, sino por los comentarios tan satisfactorios que había leído en la red. Hugo habló hace tiempo de su variante rubia, la Harviestoun Bitter & Twisted, post en el que habla un poco de la cervecera Harviestoun. Estas cervezas nos fueron entregadas por los amigos de la distribuidora catalana Crusat.

La botella viste una elegante etiqueta en la que aparece un coche antiguo, haciendo honor a su nombre. En el vaso es negra y opaca como el petróleo, y viene acompañada por una capa de espuma beix burbujeante y ácida, de duración y tamaño moderados. Este aspecto llamó la atención de todos los de la mesa.

En su aroma destaca la malta tostada y el café, delicado pero con cierta intensidad. Se adivinan notas de cacao y lúpulo. En boca presenta un despliegue de matices similar, siendo el café lo más predominante, acompañado de malta torrefacta y nueces. Es ligero y suave, pero no pierde intensidad en el sabor. Su final es amargo y un poco seco, dejando un rico retrogusto en la boca.

Un genial ejemplar del estilo, no ha decepcionado lo más mínimo.

NOTA:



domingo, 20 de enero de 2013

St. Peter's Winter Ale

MARCA: St. Peter's
MODELO: St. Peter's Winter Ale
ESTILO: Winter Warmer (6'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Inglaterra

CARACTERÍSTICAS: Las pasadas Navidades busqué como un loco, y al final me quedé sin la cerveza de invierno de una de mis fábricas inglesas predilecas: St. Peter's, aunque a cambio conseguí la estupenda Samuel Smith's Winter Ale. Este año, sin embargo, ha pasado a la inversa, y he compensado la sorprendente desaparición de esta última con haber encontrado en la Vinoteca mi ansiada St. Peter's Winter Ale. No creo haber salido ni perdiendo ni ganando con el cambio, pero lo que está claro es que echaré de menos la navideña de de Samuel Smith.

Como parece obligatorio, esta cerveza de invierno es muy oscura, de color marrón ébano que se torna pardo rojizo en el fondo del vaso. Lleva por sombrero una espuma beige muy apetitosa, que se reduce con rapidez. Al abrir la botella llega a las fosas nasales un aroma dulce, almibarado, que sin embargo al servir la cerveza no lo es tanto, sino que encaja a la perfección dentro de la habitual sobriedad británica. Malta bien tostada, nueces y almendras establecen un núcleo firme, al que se añaden suaves recuerdos cítricos y de café, ténues toques de caramelo, y las fácilmente reconocibles notas de lúpulo inglés, herbales y medicinales. Aroma sencillo, nada espectacular pero no deja insatisfecho, más bien un aperitivo que prepara para el primer sorbo.

En boca se desata, y de su base se puede sacar además de abundantes frutos secos, caramelo y malta tostada, que llega incluso al torrefacto, algo más secundarias aunque también evidentes notas de chocolate negro, regaliz y suave anís. El trago es denso, cremoso, con un suave dulzor inicial ocupado por ciruelas, pasas y bayas del bosque, que progresivamente sucumbe al agua y el lúpulo británico y acaba volviéndose más bien amargo y seco, con toques cítricos. Se sumerge con elegancia en el amargor, que se reparte entre hierba, limón, nueces y cacao, para terminar con un medido soplo de alcohol y especias picantes, dejando leves matices minerales y salados en el largo regusto. Calida y compleja, y muy fiel al estilo, como suele ser habitual en St. Peter's. Me sorprendió el que el torrefacto fuese tan claro, no esperaba que llegase a un tostado tan acentuado, pero le da un toque algo diferente que personalmente agradezco. Una apuesta segura para el invierno, y en mi opinión de lo mejor de esta fábrica. Recomendadísima.

NOTA:



miércoles, 16 de enero de 2013

Urthel Samaranth 12 Quadrium

MARCA: Urthel
MODELO: Urthel Samaranth 12 Quadrium
ESTILO: Quadrupel (11'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Las cervezas Urthel son un proyecto de la maestra cervecera Hildegard van Ostaden, en colaboración con su marido, Bas, responsable del diseño, quien tuvo la idea de emplear a los protagonistas de unas historias de fantasía que estaba escribiendo, los Erthels, para dar forma a la imagen que desde el año 2000 identifica las creaciones de su esposa. A partir del año 2006 Urthel se comenzó a elaborar en la Abadía de Koningshoeven, conocida por ser la cuna de la marca La Trappe, aunque la cerveza que voy a comentar hoy es anterior a esta fecha, pues fue ideada para ser servida durante la boda de la pareja, en el año 2002.

Solo hay una cosa mala que puedo decir de esta Quadrupel, y es que la espuma es escasa y con una retención mínima, quedando restos de crema dispersos flotando en la superficie; no es que sea lo fundamental, pero así ya me puedo centrar en los aspectos positivos, que no son pocos. De la copa, teñida de un cristalino color marrón pardo, emana un agradable e intenso aroma resultado de la combinación de malta, caramelo y toffee con pasas, dátiles, ciruelas y un toque de naranja, adornados con suaves aunque firmes recuerdos de regaliz, anís y canela. Sorprende bastante, sobretodo teniendo en cuenta el estilo y la graduación, lo refrescante que llega a ser al olfato, sin duda debido a la acción del lúpulo, cuyo perfume herbal se extiende como una gota de aceite.

La textura en boca es una delicia, es oleosa y acaricia el paladar dando una sensación sedosa al pasar, mientras deja un sabor también potente que sigue el esquema del aroma, es decir mezcla de malta tostada dulce con frutas maduras y una leve reminiscencia cítrica. Los dátiles ganan algo de fuerza y a medida que avanza el trago se combinan con naranja de sangre, cerezas, suaves especias picantes y un calido soplo de alcohol, dando un final profundo y reconfortante. Es menos pesada que la mayoría de las Quad que he probado, pero también es de las más complejas y mejor equilibradas, de hecho sus 12º de alcohol podrían pasar perfectamente por 7º.

NOTA:
 



Actualizado por Sir Asf:

CARACTERÍSTICAS: Llevaba un tiempo con esta robusta cerveza rondando en mis alacenas, y tras utilizarla como muestra de cerveza quadrupel para un ejercicio audiovisual (que espero no tardar en tener listo), la abrí en una suculenta cena multitudinaria. Tenía grandes esperanzas puestas en esta cerveza, al ser un estilo que me es tan interesante y tras leer los comentarios a la entrada anterior a esta, de Hugo.

El aroma impacta en la nariz fuertemente al abrir la botella. El color de la cerveza servida en copa es de un rojizo oscuro y cristalino, con una carbonatación media-alta vista al traslúz. La espuma es blanca, de burbuja muy fina, y al contrario que a Embracing, me resultó abundante y duradera. El aspecto es espléndido.

En su aroma destacan notas malteadas, con caramelo, melocotón y especias en menor medida. Su sabor me dejó loco, pues no me resultó tan poco pesada como había leído. Los matices son intensísimos, con el alcohol presidiendo el trago desde el principio. La malta torrefacta, seguida de un toque picante y algo amargo, el afrutado a melocotón y pasas, y ese regustillo a inconfundible ale belga fuerte bordan un trago poderosísimo.

Me ha parecido incluso demasiado fuerte, algo descompensada en su sabor por las notas alcohólicas, traducido en ardor en el paladar y el estómago. No obstante, es una cerveza que juega a mi juego, sin duda.

NOTA: