MODELO: Krušovice Imperial
ESTILO: Pilsener (5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: República Checa
CARACTERÍSTICAS: Krušovice es el nombre de una diminuta localidad de la región de Bohemia Central, y da nombre a una de las cerveceras más antiguas del mundo, fundada en 1581. En 1583 fue comprada por el emperador Rodolfo II, motivo por el cual mantienen la corona de Austria en la etiqueta. En 1685 pasó a manos de la familia noble Valdštejn hasta que en 1945, con la llegada del Comunismo, fue incorporada al Estado. En 1993 fue privatizada de nuevo, y pasó a formar parte del gigante Heineken en el año 2007. Dentro de su catálogo, bien provisto de elaboraciones clásicas, esta es una Ležák de 12º Plato que creo que en el mercado checo lleva el nombre Královská.
Es de un color dorado intenso, brillante, totalmente transparente, con bastantes burbujas que suben de forma aislada. Tiene medio dedo de cremosa espuma blanca, bastante homogénea. En nariz es todo malta y masa de pan, dulce, cálida, con un punto de bollo, algo de toffee y frutas maduras como manzana y pera. El lúpulo suma un perfume floral, con notas de miel, y un deje cítrico y mineral, dándole una cierta complejidad muy interesante.
En boca es exactamente como uno esperaría de este tipo de cervezas. Lo primero en salir es la malta, dulce pero no demasiado, masa de pan, algo de cereal y suave toffee. Se acompaña con las mismas frutas de antes, aunque los cítricos destacan algo más que en el aroma. El nivel de carbonatación y el cuerpo están clavados. Termina con un final amable, de amargor medio, con un marcado carácter mineral, flores, cítricos, leve especia picante y un punto medicinal. Repleta de sabor, es más seca que sus hermanas bávaras pero la jarra se vacía igual de rápido. La verdad es que me ha gustado mucho, y soy plenamente consciente de que hay cervezas mucho mejores en República Checa.
NOTA: