sábado, 19 de octubre de 2024

Sierra Nevada Big Little Thing

MARCA: Sierra Nevada
MODELO: Sierra Nevada Big Little Thing
ESTILO: Double IPA (9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Estados Unidos

CARACTERÍSTICAS: En este blog siempre hemos tenido debilidad por Sierra Nevada desde que su Pale Ale nos volvió la cabeza del revés, allá por la prehistoria, y pese a que no es la fábrica que más de moda ahora mismo, casi todo lo que elaboran me suele gustar bastante. Hace poco tuve la suerte de poder pasarme por el outlet de Cervebel en Casetas de Ciriza, a unos 30 minutos de Pamplona, con la intención de arrasar con sus ofertas de Spencer Imperial Stout y Schneider Weisse Aventinus a menos de 1 euro la botella, y cuando Erik Coene me comentó que las cervezas que tienen de Sierra Nevada no han salido de cámara desde su producción me apeteció probar el frescor del lúpulo de esta IPA doble, así que me llevé una.

Está elaborada con un amplio repertorio de lúpulos, concretamente Cascade, Chinook, Columbus, Crystal, Idaho 7, Magnum y Mosaic, y tiene la peculiaridad de que el molido del cereal es especialmente intenso para aumentar la proporción de azúcares fermentables. De color dorado intenso, con un tono algo más oscuro que sugiere que la carga de malta va a ser importante, con una capa de espuma blanca de burbuja microscópica, con dedo y medio de grosor que se reduce a la mitad pero mantiene un aspecto bastante bueno. Sin sorpresas en nariz, aroma muy intenso con una buena base de malta, caramelo de toffee, gominola de corazón de melocotón, y sobre esta todo el lúpulo del mundo, resinoso, cítrico, destacando la mandarina, y sobretodo tropical.

En boca se presenta sedosa, con bastante cuerpo. La entrada es de malta dulce, masa de galleta y caramelo de toffee. Poco a poco aparecen intensos recuerdos tropicales, gominola de melocotón, refresco de naranja, chicle de maracuyá, antes de terminar en un final amplio, amargo, licoroso, con notas de pino, hierba recién cortada y resina, que se mantienen en el largo regusto, confirmando el frescor del lúpulo que me habían prometido en Cervebel. Me ha gustado mucho, una IPA de las de siempre con el sello de calidad de Sierra Nevada.

NOTA:



martes, 15 de octubre de 2024

La Salvatge Bufanúvols

MARCA: La Salvatge
MODELO: La Salvatge Bufanúvols
ESTILO: Wild Ale envejecida en barrica de vino blanco (6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Dani Ruiz es un pamplonés afincado en Barcelona que lleva décadas con una actividad frenética en el mundo de la cerveza artesanal. Uno de los trabajos que le ha dado mayor popularidad es el excelente documental "Lambic: About Time & Passion", fruto del tiempo que ha pasado entre grandes elaboradores de este estilo, también es el responsable del canal de YouTube CerveTV, fundado en el 2012, y organiza el festival Rustic & Wild, dedicado a las cervezas de fermentación espontánea y que ya va por su tercera edición. Por último, y este es el motivo de esta entrada, es el responsable de una marca de cervezas, La Salvatge, en la que juega con levaduras salvajes autóctonas, diferentes frutas y envejecimientos en barrica, muy acorde a su trayectoria. La que comento hoy se trata de una cerveza con una primera fermentación con levadura de alta fermentación seguida de un dry hopping de lúpulo Chinook de Lupulina, y una segunda con levaduras salvajes de Puig de Llaés, que madura durante 14 meses en barricas utilizadas para la elaboración de vino blanco.

Sin tener ni idea del color que podía tener en base a su descripción, me encontré una cerveza de color dorado algo anaranjado, bastante turbia, con una membrana de espuma blanca de burbuja fina, no muy abundante pero mucho más que la mayor parte de las cervezas del estilo. En nariz es muy interesante y compleja: predomina el dulce aunque este es moderado, con un fondo de masa de pan, bollería, manzana verde y mandarina madura, adornado con intensos recuerdos de vino, la madera de la barrica, lúpulo herbal y resinoso, y un delicado toque de levadura salvaje. Es un aroma fresco, y el lúpulo está en plena forma.

El sabor es una pasada, con una complejidad tan alta como cabía esperar, y con un equilibrio admirable. Entrada más bien calmada, de claro carácter vinoso, con notas de uva blanca, grosellas, manzanas, pan blanco y cereal crudo. Tiene cuerpo y también una carbonatación muy ajustada que favorece el frescor. Progresivamente se va potenciando la acidez, de la mano de una importante mineralidad, y es cuando aparece la levadura salvaje, lúpulo herbal recuerdos de granero y, en un segundo plano, la madera. Regusto larguísimo, deja salivando y pidiendo más. Me ha impresionado, me ha parecido una cerveza a la altura de las mejores referencias belgas. Y es curioso, porque durante el tiempo que uno se toma esta cerveza diferentes aspectos se turnan el protagonismo, a ratos destaca la madera, otras veces el lúpulo o la levadura... muy entretenida de catar.

NOTA:


jueves, 3 de octubre de 2024

Monográfico Drei Kronen

A pesar de su etiqueta de diseño moderno, la cervecera francona Drei Kronen tiene poco de reciente puesto que se fundo hace más de medio milenio, en el año 1457. Sus instalaciones se encuentran en el centro de Memmelsdorf, localidad escasos kilómetros al este de Bamberg de tan solo 3000 habitantes pero dos fábricas de cerveza; Höhn Brauerei se llama la segunda.

Los actuales responsables de la fábrica son el matrimonio formado por Isabella Straub (ahora Mereien) y Markus Mereien, al mando desde 2016, siendo la 4º generación de esta familia. Elaboran sus cervezas de acuerdo a la estática Reinheitsgebot, pero tienen algunas recetas más modernas, dado que no son impermeables a las infuencias más recientes. 

Como muchas cerveceras de esta región, cuenta también con un restaurante donde se pueden acompañar sus cervezas de deliciosa comida tradicional, que por desgracia no visité cuando estuve por la zona hace unos años, así como un alojamiento, Frankenhotel Drei Kronen. En España sus cervezas son difíciles de encontrar, y yo las conseguí gracias a Bierothek, además a un módico precio:

- Drei Kronen 1457 Lager: cerveza densa y cremosa, inesperadamente tostada. Tiene una estructura impecable, está bien cargada de cereal, el lúpulo noble juega su papel con elegancia al final, y el sabor se mantiene entre un trago y el siguiente. No lo pone por ningún sitio pero yo a esto lo llamaría Kellerbier, y además de las muy alto nivel.

 - Drei Kronen Lotte Fränkisch Hell: clara para incluso para una Helles, de un color amarillo pajizo y bastante turbia. Cerveza muy sabrosa, repleta de malta y cereales, bien equilibrada... es casi una lástima que venga en botella de 500 ml, se hacen cortos.

- Drei Kronen Stöffla Rauchbier: el humo no pasa desapercibido, con una base de caramelo, pero mantiene un frescor herbal que se infiltra al final en el ahumado, quedando una Rauchbier potente pero de trago fácil. Exquisita, una versión lupulada de Weichsel de Schlenkerla.

Esta fue mi primera experiencia con la marca y, la verdad, salí impresionado. Sin salirse de los estilos tradicionales, al menos en estos tres ejemplos, han conseguido crear unas cervezas que destacan entre las otras cervezas franconas, a pesar de que el nivel de esta zona es altísimo. Para repetir tantas veces como se pueda.

martes, 24 de septiembre de 2024

Riedenburger Historisches Emmer Bier

MARCA:
Riedenburger Brauhaus
MODELO: Riedenburger Historisches Emmer Bier
ESTILO: Kellerbier Biológica (5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Sin quererlo ni beberlo me planté este verano en Münich, al final del recorrido de mi viaje por rutas germánicas, con la maleta cargada de cervezas, sin espacio para nada más. No obstante hice un esfuerzo final y adopté esta cerveza biológica que encontré en un mercadillo que habían montado al lado de la plaza del ayuntamiento (qué espectáculo, por cierto).

Esta cerveza pertenece al nombre de Riedenburger Brauhaus, del cual nos habló Embracing en su comentario a la Riedenburger Brauhaus Pils. Esta cervecera produce productos ecológicos, entre los que destacan las cervezas biológicas.

Tiene un color pardo muy turbio, prácticamente opaco, en el que se aprecia carbonatación media en forma de burbujas pequeñas que suben a la superficie. Genera una capa de espuma blanca, cremosa, de tamaño modesto y duración abundante. En el caldo se aprecian restos de levadura. Un aspecto prometedor.

El aroma se debate entre los lúpulos, el trigo, y las notas cítricas y afrutadas (melocotón y limón, sobre todo). En el trago descubre una intensidad media-alta, con cuerpo pesado y tono agridulce, en su justa medida. Sus matices más importantes son el cítrico, la fruta (naranja y melocotón sobre todo) y pan. La malta caramelada hace aparición a continuación para terminar en un deje ámargo y seco, ligeramente ácido, muy agradable.

En conjunto me ha parecido una cerveza excelente, aunque por lo que veo, no es demasiado sencillo hacerse con una.

NOTA:



Actualizado por Hugo el 24/09/2024

CARACTERÍSTICAS: La peculiaridad fundamental de esta cerveza es que está elaborada con múltiples cereales, entre ellos escanda, espelta, cebada y trigo, pero fundamentalmente trigo farro o emmer, que le da nombre a la cerveza. Se trata de uno de los primeros cereales que cultivó la humanidad, en concreto en el Neolítico, habiendo evidencia de su consumo hace 19 000 años (y 32 días, 21 horas y 6 minutos).

Color marrón roble, apagado, con una espuma beige grisácea de apenas un par de milímetros de grosor. La nariz ya nos pone sobre aviso de que estamos ante una curiosidad. En el intenso aroma destaca el cereal, pero es un cereal tostado, como de pan negro alemán o cereales integrales, con cacao y ciruelas pasas aportando un mínimo dulzor. Por su parte el lúpulo, que lo esperaba ausente, aporta frescas notas herbales y minerales.

En boca sigue la línea esperable, los cereales tostados llevan la iniciativa, envueltos en notas de frutos secos, pan integral y algo de masa de pan. Es un sabor intenso y penetrante, la carbonatación suave parece concentrarlo, y al final el lúpulo crea un amargor firme, mineral y especiado, que completa una estructura impecable. Excelente equilibrio entre originalidad y calidad, repetiré con frecuencia.

NOTA:

viernes, 20 de septiembre de 2024

Atzengold Hell

MARCA: Atzengold
MODELO: Atzengold Hell
ESTILO: Münchner Hell (4'9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: En la ciudad de Fürth, a escasos kilómetros de Nuremberg, se encuentra la cervecera Atzenhof, en el distrito del mismo nombre. Fue fundada en el año 2023 por Gabriel, nacido en Tegernsee, posteriormente habitante de Berlín, y que se había ido a Franconia por amor. El nombre de la fábrica, Atze, es alemán antiguo, está relacionado con el verbo "comer", y se utiliza para referirse a amistades cercanas con las que uno compartiría la comida.

Atzengold Hell es bastante turbia para una Helles, y luce un dorado con una sensacional capa de 2 dedos de espuma blanca. Es discreta pero agradable en nariz, nada que se salga de lo esperable en este estilo. Más bien dulce, destacan malta, pan blanco, muesli, manzana asada y algo de levadura. El lúpulo tampoco es demasiado prominente.

En boca tiene una textura cremosa y bastante cuerpo, quizá más del esperado para el estilo, imagino que como consecuencia de un lagerung no del todo eficaz. El sabor es intenso, la malta sigue llevando un rol protagonista, y le acompaña masa de pan, cereales y manzana golden. La carbonatación, un tanto excesiva, da una sensación esponjosa y rompe la estructura. Amargor final medio tirando a leve, con bastante mineralidad y cítricos, que termina en un regusto largo con algún toque metálico. Se puede beber pero tanto gas le hace perder algún punto, sobretodo en este estilo que suele ser más bien conservador en este aspecto.

NOTA:


Maryensztadt Grodzisz

MARCA: Maryensztadt
MODELO: Maryensztadt Grodzisz
ESTILO: Grodziskie (3% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Polonia

CARACTERÍSTICAS: Las Grodziskie es el único estilo de cerveza propio de Polonia, y se caracteriza por elaborarse exclusivamente a partir de malta de trigo secada mediante humo de madera de roble. Sus orígenes parecen remontarse a la Edad Media, concretamente a la ciudad Grodzisk Wielkopolski, que le da nombre. El estilo llegó incluso a desaparecer a finales del siglo XX, aunque en las últimas décadas unas cuantas cerveceras se han esforzado en recuperarlo, comercializándose en la actualidad varios ejemplos por parte de distintas fábricas, tanto polacas como extranjeras. La que yo comento hoy la produce la cervecera Maryensztadt, fundada en el año 2015 en Zwoleń, al Este del país.

Es una cerveza de color bronce oscuro, con una espuma blanca escasa aunque bastante persistente. Un cálido ahumado es la nota predominante del aroma, recuerda a la leña pero también al de la carne. De fondo están malta, masa de pan, levadura y plátano, que aportan estructura y complejidad.

Lo curioso de este estilo es que, a diferencia de las Rauchbier, son muy ligeras de trago, con una sensación incluso algo acuosa, y uno se podría beber un par de botellas sin dificultad, siempre que el ahumado no le sature (cosa que a mí, personalmente, nunca me ha pasado). Tiene un comienzo dulzón con bastante cereal, malta, plátano maduro y manzana asada, pero en seguida superados por el humo. El final rompe la línea con un amargor medio, algo agrio y con un punto metálico, que termina en un regusto con una delicada mineralidad que consigue escapar de la losa del humo. No es un estilo con el que tenga demasiada experiencia pero todo lo que he probado me gusta. Y la originalidad es un plus.

NOTA:


viernes, 13 de septiembre de 2024

Aufsesser Seidla Hell

MARCA: Aufsesser
MODELO: Aufsesser Seidla Hell
ESTILO: Münchner Hell (5'1% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Vuelvo a atacar a esta fábrica de la Alta Franconia de diseño sobrio y elegante que conocí hace un par de años, donde por cierto también se elaboran las cervezas Wegseidla. Es curioso como es la memoria: cuando compré esta botella no recordaba haber probado su Dunkel, y sin embargo sí que tenía la impresión de que era una muy buena marca. Debe de haber alguna parte del subconsciente dedicada a la cerveza de calidad.

Es una Helles muy pálida, de color pajizo blanquecino. Tiene una espuma blanca de burbuja gruesa y poco duradera, en escasos segundos ha desaparecido casi por completo. Sin complicaciones en aroma, y tampoco demasiada intensidad, con un núcleo de malta, masa de pan y cereales, acompañado por algo de manzana y pera.

Sorprende la textura, la burbuja es bastante gruesa y marcada para el estilo. El sabor es dulce, predomina la malta, más suave dulce de membrillo, manzana asada y caramelo de miel. Esta tendencia la rompe un amargor final, herbal, cítrico y algo mineral, bastante largo, que aporta un frescor importante y anima a seguir bebiendo. Es una Helles peculiar, es difícil que destaque a nivel de calidad teniendo en cuenta el nivel que hay en Franconia, pero está buena.
NOTA: