lunes, 22 de noviembre de 2010

Cristal

MARCA: Cristal
MODELO: Cristal
ESTILO: Pale Lager (5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Perú

CARACTERÍSTICAS: Cristal tiene el honor de ser la marca de cerveza más consumida en Perú, hasta el punto de que ha dado su nombre a un equipo de Primera División peruana, el Sporting Cristal. Es elaborada por Unión de Cervecerías Peruanas Backus y Johnston, empresa fundada a finales del siglo XIX, la cual a su vez es parte en la actualidad del gigante SABMiller.

La comenté en los primeros meses de vida de este blog tras encontrarla en una promoción de productos sudamericanos en Carrefour, además de forma muy positiva puesto que por el motivo que fuese (calor o inexperiencia, según se vea) me encantó. Sin embargo, pocos meses después la volví a probar y mi opinión fue radicalmente distinta, ante lo cual decidí que tenía que hacer una revisión... cosa que, por pereza, he retrasado hasta hoy.

El aspecto visual por supuesto no ha variado, sigue siendo dorada pálida, cristalina, con apenas un par de milimetros de espuma blanca, pero donde antes percibía un aroma refrescante ahora no puedo destacar más que su monotonía, dominando con mucha timidez malta dulce que recuerda a sirope, leve cítrico, y la presencia más que evidente de adjuntos, con toda probabilidad maíz. En boca más de lo mismo, es casi pura agua, de cuerpo inexistente, malta escasa y encima destrozada por el maíz, y un leve deje mezcla de cítrico y amargor. No podría saber más artificial, yo he sido incapaz de terminarla. Espero que siga vigente eso de que rectificar es de sabios.


NOTA:

viernes, 19 de noviembre de 2010

Delirium Nocturnum

MARCA: Delirium
MODELO: Delirium Nocturnum
ESTILO: Brune (8'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Como a muchos otros, durante la pubertad Delirium Tremens se convirtió en una de mis cervezas favoritas incluso antes de beberla, era imposible pasar por alto un diseño tan espectacular, y bastó enterarme de que existía otra cerveza de similares características para establecer como meta de mi vida hacerme con ella. Por desgracia nunca la ví en el Corte Inglés de Zaragoza, por lo que al final acabé olvidando este sueño, hasta que hace unas semanas, en la tienda de siempre, dicha obsesión volvió a aflorar cuando la ví en la estantería. Podía haber escogido varias cervezas mucho más interesantes, sin embargo el adolescente que llevo dentro, que ya lleva un tiempo agonizando, me suplicó que me llevase esta botella, y no fui capaz de negar a un moribundo sus últimas voluntades.

En la propia copa de la marca, se presenta como una cerveza de color marrón oscuro que se torna granate al trasluz, con una generosa espuma beige de burbuja fina, muy cremosa, protegiendo la superficie. Malta tostada y mucho caramelo conforman la base del aroma, acompañados por un fuerte recuerdo de azúcar quemado, chocolate y fruta, sobretodo ciruelas maduras y dátiles, y leve regaliz. A esto se añade al final una mezcla de clavo picante y alcohol, justo lo que necesitaba para no quedar excesivamente azucarado.

Si resulta dulce para el olfato, lo es incluso algo más para el gusto, donde al instante destaca malta chocolate junto a caramelo y tostados bastante menos prominentes, que compiten con una notable presencia de frutas oscuras, azúcar moreno y pasas en una agradable combinación. En el final el alcohol se evidencia por completo, se ve rodeado por azúcar quemado, caramelo y frutas oscuras, y las especias dan un firme toque picante, para acabar creando un regusto largo, alcohólico, dulce, que evoca con facilidad a bombones con licor. Pasa cremosa por la boca, robusta, con mucho cuerpo, quizá se va un poco con el dulce y el alcohol pero aun así no estropea la cerveza, de hecho me agrada la reconfortante sensación que da el segundo. No es la mejor cerveza del mundo ni tampoco un ejemplo de equilibrio pero qué demonios, no está nada mal.


NOTA:

martes, 16 de noviembre de 2010

Queue de Charrue Triple

MARCA: Queue de Charrue
MODELO: Queue de Charrue Triple
ESTILO: Tripel (9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: En el año 1906 Henri Vanuxeem retomó la cervecera Gillebert y se dedicó a elaborar y distribuir localmente cervezas de distintos estilos. Sin embargo, han sido necesarios 82 años para que los nietos de este se hayan decidido a crear su propia marca, Queue de Charrue, traducción al francés del nombre de Ploegsteert, la villa flamenca donde está situada la empresa.

Sorprende que por su color dorado cristalino parece más una lager que una ale belga, y no es lo único sino que la burbuja grande y la gasificación ligera también despistan. Saliendo de una mínima capa de espuma blanca se aprecia un aroma dulce, no demasiado intenso, dominado por frutas, principalmente naranja y melocotón maduro, acompañado por notas de alcohol y especias, ambas con suavidad y guardando un buen equilibrio.

El sabor controla bien el dulzor, pero es a mi parecer algo inconsistente. Comienza con una suave acidez frutal, mezcla de naranja y limón, con discretos matices florales, a la que se suma el azúcar, muy moderado y que se acentúa un poco más en el largo regusto gracias a la presencia del alcohol. No está mal, aunque es quizá demasiado ligera para mi gusto.

NOTA:



Escrito por Sir Asf:

CARACTERÍSTICAS: Retomando la saga de cervezas francesas que secuestré en mi último viaje al país vecino, esta vez tocaba probar la Queue de Charrue, una cerveza belga, una Ale Belga (lo remarco por el especial cariño y apetito que me suscita este estilo). No quería verme influído por la opinión de Embracing (en este mismo post) y otros internautas, así que sin demora la he servido para acompañar un par de filetes con pimientos.

Viste un color amarillo cristalino, como de miel, sobre el que se posa una capa de espuma blanca y esponjosa, que con fugacidad reduce su tamaño, sin llegar a desaparecer. Como si de champán se tratase, una multitud alborotada de burbujas suben hacia la superficie. Su aroma principal es dulzón, con malta, alcohol, y una base afrutada. Adquiere un punto levemente herbal en el trago, sin dejar de lado los matices anteriormente ostentados, destacando el alcohol, que desequilibra un poco el conjunto.

Me he quedado con ganas de más. Coincido con la valoración de este de aquí arriba.

NOTA:


lunes, 15 de noviembre de 2010

Brewdog Paradox Isle of Arran

MARCA: Brewdog
MODELO: Brewdog Paradox Isle of Arran
ESTILO: Russian Imperial Stout añejada en barrica de whisky (10% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Escocia

CARACTERÍSTICAS: Pese a que me gusta la buena cerveza y evidentemente esta cuesta más dinero que la lager de marca blanca, me suele dar bastante reparo gastarme más de 3 o 4 euros en una botella, considero que esta cantidad acostumbra a ser suficiente para adquirir cervezas de una calidad excepcional. Sin embargo, en ocasiones algunas botellas se te ponen en el punto de mira y, si te lo puedes permitir, es casi inevitable acabar cediendo e invertir algo más de lo habitual. Exactamente esto es lo que me pasó hace un tiempo con Nøgne Ø, lo mismo sucedió el mes pasado con Brewdog Paradox, y la verdad es que en ambas ocasiones mereció la pena el desembolso, aunque por razones distintas.

Servida en copa es tan negra como las previsiones económicas, si me apuras incluso más, y está cubierta por una capa de espuma amarillenta que por su densidad casi parece cemento. Lo que diferencia a esta cerveza de otras Imperial Stout es que está añejada durante 6 meses en barrica de whisky de Isle of Arran, una destilería del oeste de Escocia, antes de ser embotellada, lo que le aporta intensas notas de vainilla, toffee y mazapán al ya de por sí potente perfume de la cerveza, repleto de torrefactos, café y regaliz, y más secundario chocolate y leves dejes aceitunados. La verdad es que como presentación es impresionante, y aún más tras oxigenarse, pues a esta mezcla se añade un toque fantástico del lúpulo herbal quedando exquisita.

Como cabía esperar en boca es rotunda, dulce aunque agresiva, de cuerpo completo, una auténtica bomba de malta, café, azúcar quemado y caramelo, base a la que se suman chocolate negro y más leve regaliz, aunque este último se va potenciando progresivamente. Estos sabores se juntan de forma sublime con el gusto a vainilla y mazapán del whisky, para terminar adquiriendo intensos matices alcohólicos y especiados al final, donde vainilla y regaliz dominan. El regusto es eterno, en él se evidencia el whisky al máximo, junto con hierba y alcohol, dejando la boca como tras un trago de licor. ¿Buena la cerveza? Muy buena sin duda, no tan equilibrada como otras Imperial Stout que he probado, algo áspera, pero de alta calidad. ¿Hay mejores cervezas por menor precio? También, ya dentro de Brewdog hay varias que me gustan más y son más baratas. ¿Vale la pena dejarse 5 euros en ella? Si no la has probado antes, rotundamente sí. Y si ya lo has hecho, según cada persona y las alternativas de las que se dispongan.


NOTA:

sábado, 13 de noviembre de 2010

Cata de Cervezas Belgas en Líquidos

Hace aproximadamente un mes comenté una estupenda cata de cervezas gratuita que se llevó a cabo en la que es ahora mismo la tienda dedicada a esta bebida que más frecuento, y no habían pasado ni tres semanas cuando Ignacio ya me estaba comentando la posibilidad de que organizase otra más, en esta ocasión de cervezas belgas. Pocos días después me confirmó dicho evento, y de paso me invitó a asistir, cosa que por supuesto acepté (y agradecí) de muy buena gana.

Por pura curiosidad se me ocurrió preguntar si sería nuevamente Ramón de Cervezalandia quien dirigiría la cata, y me llevé una buena sorpresa al enterarme de que el encargado de esta labor sería Sergio Ruiz, casualmente la misma persona que organizaba las catas en el Juan Sebastian Bar, que fue donde le conocí hace un par de años, y que ese día tuvo el bonito detalle de regalarme una Stouterik, cerveza de la que nunca antes había oído hablar y que me maravilló por completo.

La actividad estaba prevista para este Jueves, así que ese día al final de la tarde me pasé por Líquidos, como la vez anterior tras una larga sesión de clases, y cuando llegué Ignacio ya tenía todo prácticamente preparado. Fueron llegando los demás participantes, con los que estuve charlando un rato, y Sergio, que me comentó entre otras cosas su intención de poner en funcionamiento proximamente una web para distribución de cerveza y un blog, proyectos para los que le deseo mucha suerte.

El día era frío y un tanto pesado, lo que me puso en perfecta predisposición para disfrutar de cervezas belgas, y al ver las dos botellas que estaban en la mesa preparadas para ser abiertas empecé a salivar. La encargada de dar comienzo a la cata fue la biológica Saison Dupont, una cerveza deliciosa, con tanta presencia del lúpulo que parecía elaborada por Pau. Continuamos después con una algo parecida, también bastante lúpulada, que fue La Rulles Estivale, para terminar la racha de rubias belgas con la excelente Arabier de la cada vez más famosa cervecera De Dolle. Supuso un cambio bastante brusco el paso a la Stout belga que disfruté hace un par de años gracias a Sergio, Stouterik, y que en esta ocasión me pareció igual de fantástica que entonces, para terminar con una de las cervezas más alcohólicas de la Brasserie Dupont, Moinette Brune, que pese a gustarme también mucho casi fue la que menos me entusiasmó.

La organización fue tan buena como la vez anterior, con Ignacio siempre atento para que no hubiese ratos muertos entre cerveza y cerveza, controlando hasta los más mínimos detalles, y la selección y el orden de las botellas a degustar no pudo ser más acertada. Por su parte, la cata en sí también estuvo muy bien dirigida, con Sergio bastante metido en los aspectos más técnicos de cada cerveza pero sin que se hiciese pesado en ningún momento, y además fomentando en todo momento la participación de todos los asistentes, añadiendo las apreciaciones que le parecía más oportuno en cada momento y resolviendo toda duda que se plantease. Aparte, dentro del grupo había un ambiente muy agradable y distendido, se creó bastante confianza desde el primer minuto y la conversación fluyó en todo momento, lo que casi asegura el éxito de este tipo de eventos.

Tras las dos horas que duró la cata, que se pasaron sin que casi no me diese ni cuenta, volví a mi casa con plena satisfacción, habiendo pasado un rato muy divertido y degustado unas cervezas de un nivel altísimo. Una vez más agradezco a Ignacio la invitación y el cuidado con el que organizó todo, a Sergio la magistral impartida, y en general a todos los asistentes el buen ambiente creado. Un placer, caballeros, y salud.

martes, 9 de noviembre de 2010

Sierra Nevada Pale Ale

MARCA: Sierra Nevada
MODELO: Sierra Nevada Pale Ale
ESTILO: American Pale Ale (5'6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Estados Unidos

CARACTERÍSTICAS: Este mismo año celebraba esta famosa cervecera californiana su 30º aniversario, motivo por el cual sacaron a la venta en Marzo una cerveza elaborada en colaboración con Fritz Maytag, el dueño de otra mítica empresa norteamericana dedicada a este negocio, Anchor Brewing Co. Probar esa cerveza es un privilegio al alcance de muy pocos europeos, así que a la mayoría no nos queda más remedio que conformarnos con poder beber con mucha más facilidad el producto más popular de Sierra Nevada, y probablemente una de las cervezas más conocidas y respetadas del panorama microcervecero norteamericano: Sierra Nevada Pale Ale. La cual, por otra parte, tampoco es cualquier cosa.

Esta es de color naranja apagado, con reflejos amarillentos y leve turbidez, protegida por una mínima capa de espuma remanente del par de dedos de grosor inicial. Realmente el aspecto no es nada fuera de lo normal, sin embargo acercar la nariz, aunque sea un poco, es una delicia, pues las fosas se ven invadidas por un aroma intensísimo en el cual sobre un fondo de malta dulce surge una avalancha de frutas, con claro dominio de cáscara de naranja, y pomelo y albaricoque más secundarios. Adornan evidentes matices florales, con los que se entremezclan marcados toques herbales a pino característicos de los lúpulos Cascade, y un mínimo recuerdo picante. Recuerdo que al destapar una de estas en Pilares con mi compañero de blog quedamos ambos impresionados, y no es para menos, raya la perfección.

En boca se presenta con cuerpo medio, comienza ya muy refrescante, repleta de cítricos, dirigidos nuevamente por naranja y suave pomelo, a lo que hay que sumar notas de bizcocho y caramelo aportadas por la malta que demuestran dificultades para superar al potente lúpulo, leve albaricoque y mínima miel, para completar el trago un fuerte soplo sobretodo floral, aunque con importantes toques de pino. La acidez de los cítricos equilibra con maestría el dulzor, para dejar al final un regusto de flores y cáscara de naranja, donde el amargor y la acidez rivalizan por el protagonismo. No se le puede pedir más: potente, compleja, algo agresiva cuando debe serlo y deliciosa en todo momento. A mí por lo menos me ha encantado, todavía estoy dudando en si ponerle la nota máxima... y tras mucho dudar, definitivamente esta cerveza se merece un 10 como una casa.


NOTA:

Almaza Pilsener Beer

MARCA: Almaza
MODELO: Almaza Pilsener Beer
ESTILO: Pilsener (4% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: El Líbano

CARACTERÍSTICAS: Este domingo, aprovechando que había comenzado el festival de cine de Alcalá de Henares, Alcine, me fui con los compañeros de piso para la ciudad a pasar el día. Después de disfrutar de una deliciosa pizza cuyo creador nos advirtió con guasa: "váis a comer pizza por primera vez", nos dirigimos a un bar libanés cuyo interior nos recibió con un estampado de cojines, mesillas pequeñas y tremendas shishas. Seguimos la recomendación del camarero y disfrutamos de un tabaco aromático de sabor de melón y unas Almaza, la cerveza libanesa por excelencia, y en principio la única que exporta este país.

Su historia data de 1933, cuando la fábrica Almaza fue creada por un grupo de accionistas libaneses en Bauchrieh. El nombre de la cervecera experimenta algunos cambios hasta que, después de la guerra del Líbano, en los 90, toma su nombre definitivo: Brasserie Almaza SAL. Esta cerveza se ha agenciado un hueco en todos los restaurantes libaneses alrededor del mundo.

Hubiese sido una experiencia redonda acompañarla de platos típicos libaneses, y quizás ese hubiese resultado el punto necesario para poder encontrar virtudes en esta cerveza. De color amarillo dorado, muy cristalino, con una carbonatación media y una capa de espuma blanca y burbujeante que se vuelve invisible a los pocos minutos. Una apariencia de lo más común, en su alargado vaso de tubo. El aroma no cobra mucha presencia, aunque se puede entender una base de malta y maíz. En boca es muy ligera, con principio maltoso y final herbal y seco. No me ha dicho mucho, aunque es una excelente actriz secundaria para un rato de charla y colegueo.

NOTA: