domingo, 13 de abril de 2014

Brugse Zot Dubbel

MARCA: Brugse Zot
MODELO: Brugse Zot Dubbel
ESTILO: Dubbel (7'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Tras un aluvión de cervezas de fábricas modernas tocaba volver a prestar atención a alguna clásica, y tras el reencuentro hace un par de semanas con la colosal Straffe Hendrik Quadrupel en compañía de mi compañero de blog, me pareció adecuado dar salida a otra vieja conocida de la única cervecera en funcionamiento en el centro de Brujas: Brugse Zot. El nombre hace referencia al apelativo de locos que dio Maximiliano I, emperador del Sacro Imperio Germánico, a los habitantes de Brujas cuando éstos organizaron un desfile en su honor con la intención de solicitar fondos para construir un manicomio, al decir que "no había visto nada más que lunaticos, y que la ciudad entera en sí era ya un manicomio". La botella me llegó de parte del gran Ronda, así que mil gracias por el regalo, compañero.

Vestida de marrón oscuro con reflejos rubí al trasluz, forma una abundante espuma de burbuja microscópica, cremosa y resistente como sólo los belgas saben conseguir. En nariz se entrelazan aromas de malta tostada, cereal y caramelo, cuyo dulzor no llega a saturar a pesar de las chispas de azúcar candi. Acompaña la fruta, representada por manzana madura, ciruela, toques de naranja ligeramente ácida y leve limón, mientras el lúpulo noble se encarga de quitar densidad al perfume con un soplo frutal, ligeramente cítrico y herbal, adornado de especia picante. Es una carta de presentación correcta, muy apropiada para el estilo, pero un poco sencilla para mi gusto.

La entrada en boca es sabrosa, con una buena carga inicial de malta, tostados, suaves recuerdos de frutos secos, manzana y ciruela, aunque llama la ligereza del trago, incluso para el estilo. Se introducen poco a poco toques cítricos y especiados que envuelven al conjunto en una aspereza y sequedad moderadas, antes de derivar en un amargor medio potenciado por la acidez, con notas minerales, de limón y clavo en oposición a apagados recuerdos de fruta y alcohol. Queda un regusto largo en el que, además de los matices comentados, se puede detectar un tenue deje metálico y medicinal. En mi opinión el cuerpo es demasiado ligero, tiene que reforzar las frutas oscuras del sabor y le falta complejidad; por culpa de esto pasa sin pena ni gloria, y posiblemente caiga pronto en el olvido. Sorprende que una fábrica capaz de elaborar una maravilla como la quadrupel de Straffe Hendrik esté detrás de una cerveza tan poco inspirada como esta, incapaz de destacar entre cualquier otra Dubbel belga.

NOTA:

jueves, 3 de abril de 2014

Naparbier/Lervig Grønne Straff IPA

MARCA: Naparbier/Lervig
MODELO: Naparbier/Lervig Grønne Straff IPA
ESTILO: India Pale Ale americana (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Hasta el momento han salido al mercado tres colaboraciones de Naparbier con  reputadísimas fábricas noruegas, Eskua Saison con Haandbryggeriet, Black Rain con Nøgne Ø y la que voy a comentar hoy, Grønne Straff con Lervig Aktiebryggeri. Esta cerveza, cuya traducción al castellano es "Castigo Verde", se trata de una India Pale Ale elaborada en las instalaciones de Naparbier en Noain, a donde se desplazó Mike Murphy, el maestro cervecero de Lervig, a principios del pasado Febrero. El espectacular diseño, como todos habréis imaginado, es obra del sobradamente conocido Antonio Bravo, habitual en las etiquetas de la fábrica navarra.

Su carta de presentación es la abundante y esponjosa crema beige grisácea que cubre un líquido rojo carmesí, velado, con reflejos pardo y anaranjados. A pesar de la multitud de burbujas que alimentan la espuma, esta se desinfla rápidamente, como un globo pinchado, quedando medio dedo casi en todo momento. En el aroma campa a sus anchas lúpulo de origen americano, quizá Cascade o Centennial, que muestra su fuerza desde el inicio con un primer contacto muy cítrico, herbal y repleto de pino. Al instante se abre para dejar hueco a frutas tropicales, entre las que destaca mango, y un fondo dulce, discreto pero evidente, de caramelo, toffee, más suave azúcar moreno y una chispa de especia picante. Al final resulta una mezcla fantástica, en cuyo dominio se alternan fruta, cítrico y hierba, respaldados, eso sí, por el grano.

En boca el frescor es extremo, pero en todo momento mantiene abundante malta y caramelo como soporte, además de un cuerpo consistente que permite controlar al lúpulo. La fruta se incorpora al conjunto con armonía, en forma de mango, albaricoque y suave banana, sirviendo de nexo entre el dulzor del caramelo y la acidez del lúpulo. Este último se manifiesta con intensas notas de pino, resina y limón, moderadas por la malta hasta el final del trago, momento en el que suelta un látigo de acidez, amargor y especia picante que poco a poco se difumina en un regusto largo y sabroso. Es una fusión perfecta de Naparbier y Lervig, puesto que tiene la generosidad en el empleo del lúpulo de los primeros con la pasión por la malta de los segundos, con un equilibrio óptimo. Quizá esta apreciación es pura sugestión por saber de antemano quienes son los responsables de esta cerveza, pero el caso es que han acertado de pleno con mis gustos puesto que, como ya sabéis, siempre he sido partidario de mantener el papel del cereal en el trago.

 NOTA:

lunes, 24 de marzo de 2014

To Øl Goliat Imperial Stout

MARCA: To Øl
MODELO: To Øl Goliat Imperial Stout
ESTILO: Russian Imperial Stout con café, avena y azúcar moreno (10,1% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Dinamarca

CARACTERÍSTICAS: La semana pasada fue especialmente dura, tanto a nivel laboral como por actividades en momentos de ocio, así que decidí que iba a darme un capricho y abrir alguna de esas botellas para las que nunca encuentro el momento... más allá del #FFdA que, evidentemente, no se puede convocar cuando a mí me de la gana. No quise jugármela y opté por una elaboración un poco especial de To Øl, marca danesa cuyo nombre resuena en la cabeza de cualquier amante de las cervezas, y no es para menos, puesto que casi cualquier cosa que estos nórdicos sacan a la venta es oro puro. Por cierto, esta botella llegó a mis manos como un regalo, y lo agradezco enormemente.

Más negra que la conciencia de un banquero, ni se inmuta ante la luz. Al servirla se desliza con viscosidad, por la pared del vidrio, mientras da pie a que se forme una crema marrón ocre de burbuja fina, tan escasa como persistente. En nariz ataca con grandes cantidades de chocolate negro, sirope de caramelo y medidas frutas oscuras sobre un fondo de espresso, torrefacto y más suave regaliz negro. Envuelve el conjunto un firme ahumado, con una fuerza que no he visto en muchas Imperial Stout, acompañado de cacao, olivas negras y mínimo azúcar quemado. Las cervezas de este estilo ya son complejas casi por definición, pero esta tiene una entrada magistral, especialmente variada.

En boca es muy potente, con mucho énfasis en café y torrefacto, quizá demasiado, y también una fuerte presencia de cacao y regaliz negro. El dulce se encarga de amortiguar algo el sabor, con notas de moras, pasas, toffee y más suave azúcar quemado, y lo consigue relativamente durante unos instantes; sin embargo, el desarrollo del trago acaba por desbordarle al potenciarse más aún el café al final, antes de entrar en un amargor intenso cargado de recuerdos de brandy, licor de cacao, sirope y regaliz. De textura oleosa, entra a pequeños sorbos dejando un agradable calor en el estómago y un eterno regusto, licoroso y caramelizado en boca. En mi opinión la combinación del torrefacto y de los granos de café añadidos se hacen demasiado presentes y pueden saturar, de hecho a mí se me hizo un poco pesada. Creo que es una buena cerveza, pero no tanto como para que cueste más del doble que la mayoría de cervezas de esta marca; sin ir más lejos, Mochaccino Messiah, también con café, me parece mucho más lograda.

NOTA:

domingo, 16 de marzo de 2014

Cata "Fission Beer" en la Vinoteca: Entra Cere-Ales

El pasado Febrero se organizó en la Vinoteca el tercer evento del ciclo Fission Beer, que contó nuevamente con una afluencia considerable, en torno a las 40 personas. En esta ocasión la cata iba a estar centrada en el cereal, un ingrediente fundamental en la elaboración de cerveza a pesar de que estos últimos años ha perdido tirón en detrimento de otros componentes. Semanas antes Rubén me había desvelado su intención de presentar 7 cervezas distintas con diferentes cereales, y la verdad es que la intriga no era poca puesto que no tenía claro cómo iba a conseguir tanta variedad. Finalmente desveló el misterio días después,  cuando me envió un listado en el que se enumeraban las siguientes referencias:

- Arroz: Asahi Super Dry (Pale Lager de arroz, 5% ABV)
- Trigo: Agullons Dalmoru (Wheat Ale, 5% ABV)
- Cebada: Fuller's Old Winter Ale (Winter Warmer, 5'3% ABV)
- Multicereal: Baladin Wayan (¿Saison? de 7 cereales y 9 especias, 5,8% ABV)
- Avena: Samuel Smith's Oatmeal Stout (Oatmeal Stout, 5% ABV)
- Calabaza: Hoppin' Frog Frog's Hollow Double Pumpkin Ale (Pumpkin Ale, 8,4% ABV)
- Centeno: De Molen/Närke Goths & Vandals Barrel Aged (Imperial Stout de centeno, 10,6% ABV)

Salvo quizá la Asahi, que aunque posiblemente era la mejor opción de cervezas de arroz disponibles igual podría haber sido sustituida por un sake, las cervezas gustaron mucho, ya fuese por alta calidad o por originalidad

Tras un comienzo un poco flojo con la asiática que acabo de mencionar, el desfile siguió con Dalmoru de Ales Agullons que, aunque sin parecerme una excepcional, me resultó muy disfrutable gracias a su marcada acidez. Siguió una vieja conocida, la Old Winter Ale de Fuller's, antes de dar paso a una de las cervezas más extrañas de la cata: Baladin Wayan. Mi impresión fue que la potente mezcla de especias, entre las que incluso nos pareció reconocer algunas tan poco habituales como orégano, desmejoraba mucho el resultado final, quedando la combinación de cereales como un mero detalle anecdótico puesto que era difícil apreciarlos.

De la segunda británica de la jornada pocas cosas se pueden decir a estas alturas que no se hayan dicho previamente, justo al contrario que la Pumpkin Ale de Hoppin' Frog. Siendo sinceros, este estilo tan poco habitual en la Península no pareció tener demasiado éxito, posiblemente debido a su estridente sabor, (tampoco a mí me gustó) pero de todas maneras fue una suerte poder probar una rareza como esa. Como broche final para una noche fantástica teníamos una apuesta sobre seguro, una Imperial Stout de centeno resultado de la colaboración entre dos grandes: Närke y De Molen. Como era de esperar, no defraudó y fue una de las más aclamadas.

Entre todo esto pudimos charlar de forma más distendida, tomar unos pintxos sencillos y algo de debate. Además, y como ya es costumbre, se celebró un concurso con el que se podía optar a llevarse un apetecible pack de botellas; en esta ocasión se trataba identificar cuál de los granos de cereal que había en unos recipientes en cada una de las mesas correspondía al centeno.

Poco más dio de sí la jornada pero, como no podía ser de otra manera, después nos acabamos juntando en Manneken Beer varios de los asistentes para terminar de regar una dilatada, y en mi opinión exitosa, sesión cervecil. Solo queda felicitar a Rubén y a La Vinoteca por su meticuloso trabajo organizativo, siempre atentos a que todo salga como está previsto, y de paso agradecerles que contasen conmigo otra vez más.

lunes, 10 de marzo de 2014

Emelisse Espresso Stout

MARCA: Emelisse
MODELO: Emelisse Espresso Stout
ESTILO: Export Stout con café
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: En estos 7 años sólo hemos reseñado dos cervezas que contaban con café entre sus ingredientes, y en ambos casos se trató de una grata experiencia. Junto con otras que he podido probar por mi cuenta, mi impresión ha sido que este ingrediente congenia realmente bien con las cervezas oscuras, potenciando los matices del torrefacto sin necesitar prescindir de otras maltas, y a la vez sin sobrecargar demasiado el cuerpo. Y aprovechando que últimamente les estoy haciendo algo más de hueco a las Emelisse en este blog, me pareció una buena idea que la tercera cerveza con café que presentase se tratara de su Export Stout.

Servida en copa es petroleo puro aunque, eso sí, forma una abundante espuma beige-marrón, firmemente adherida a la pared del vaso, que impide confundirla con el oro negro. Mientras ésta va descendiendo lentamente, salen hacia la nariz toneladas de chocolate, adornadas con chispas de cacao y crema, sobre un fondo de frutas oscuras, intensas notas de caramelo, sirope y azúcar moreno. Por supuesto no podía faltar el café, pero su actuación es tan sorprendente como apropiada puesto que, en vez de inundar el aroma eclipsando a los demás matices, consigue únicamente infiltrar el conjunto, estando presente en todo momento pero sin llegar a destacar. El resultado final es un perfume complejo, denso y muy compacto, anticipo de lo que espera a continuación.

En boca hay mucho más café, aquí ya no infiltra sino que es parte fundamental. Se acompaña inicialmente de intenso cacao, más suave caramelo, sirope, frutas como uva negra, moras o ciruelas, y mínimo regaliz negro. Poco a poco este café va ganando terreno, seguido de regaliz y después cacao, a los que después se añaden notas de licor junto con afilados toques de especias picantes. El final es amargo, alcohólico, especiado... y como se puede suponer, muy reconfortante. Se termina entonces de abrir el sabor con gran voluptuosidad, desprendiendo notas de café solo, licor, cacao y crema, antes de terminar en un regusto de sequedad moderada. Llama la atención que a pesar su gran complejidad y de la potencia de los distintos sabores, es una cerveza que no se hace excesivamente pesada, sino que se bebe con relativa facilidad. Posiblemente se encuentre entre las mejores de Emelisse que he probado hasta el momento, y eso no es poca cosa.

NOTA:
 

domingo, 2 de marzo de 2014

Naparbier Napar Pale Ale

MARCA: Naparbier
MODELO: Naparbier Napar Pale Ale
ESTILO: American Pale Ale (4,4% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: La llegada de Napar Pale Ale al repertorio fijo de Naparbier me pilló totalmente por sorpresa, de hecho me enteré por casualidad al curiosear su nueva página web, y antes no había oído ni una palabra sobre este lanzamiento. Reflexionando, una vez asimilada la agradable noticia, decidí que me parecía un acierto; en mi opinión, al catálogo de estos navarros les faltaba algo suave y fácil de beber, para el día a día, pero marcando distancias con su fantástica Pils. Además, siempre resulta apetecible una buena cerveza a un precio asequible, como es el caso de esta.

Entre dorada y naranja, con escasa aunque persistente espuma blanca, se observa en su líquido casi cristalino una carbonatación constante. Su aroma es oro puro, una mezcla casi perfecta de matices, con fondo de malta dulce acompañada de cereales frescos, y medido caramelo sobre ellos. Esto sirve de soporte a un firme perfume frutal, con melocotón, mango y naranja sanguina, adornado por leves toques de limón. Alrededor quedan lúpulo floral y pinceladas de miel, que terminan de edificar una estructura propia de las Pale Ale americanas.

En boca sigue las directrices del aroma, con clara presencia de malta ligeramente tostada, y sobre ella abundante fruta, aunque con predominio de naranja, albaricoque y melocotón mientras se dejan atrás sabores más tropicales. Inicialmente es algo acaramelada, pero pronto el lúpulo potencia amargor y acidez, introduciendo un gusto herbal y cítrico marcado que pasa el dulzor a un segundo plano. Mucho pino y hierba fresca inundan el trago, acompañadas de notas minerales, antes de terminar en un final de amargor más calmado de lo esperado, con recuerdos de mango, albaricoque y especia picante. No obstante, el regusto es seco y el papel del lúpulo es incuestionable. Buen cuerpo, muy sabrosa, de trago fácil y un poco áspera en sus últimos instantes, como no podía ser de otra forma con Naparbier, esta sí que me parece una cerveza para tomar en cualquier momento. Esperaba algo tipo Sierra Nevada, y es algo más agresiva que esta, pero no me ha decepcionado en absoluto. Gran cerveza.

NOTA:

lunes, 17 de febrero de 2014

DouGall's 942 IPA

MARCA: DouGall's
MODELO: DouGall's 942 IPA
ESTILO: India Pale Ale americana (6'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: A mí no me cabe la menor duda, y además es evidente que no soy el único que lo opina, de que DouGall's es una de las grandes fábricas nacionales, una de esas empresas con las que sabes que cada nuevo producto que saquen a la venta va a ser de una calidad incuestionable, pese a que te pueda satisfacer más o menos. Todavía recuerdo cuando localicé por primera vez (además en Pamplona) algunas botellas de sus primeras elaboraciones, mucho menos logradas pero que de todas formas apuntaban en buena dirección, y la sorpresa mayúscula al probar años después su 942, seguida de Leyenda y Tres Mares. Este es el camino que creo que debe llevar una fábrica: primero afianzar sus productos y luego lanzarse a innovar, ya sea con nuevas cervezas o con experimentos.

El problema que tiene esta estrategia es que, cuando tienes una joya como es DouGall's 942, es complicado hacer cosas que estén a ese nivel... y a esta odiosa comparación se tuvo que enfrentar su 942 IPA hace unos días en mi casa. Servida en copa luce un bonito traje dorado anaranjado, disperso entre multitud de burbujas finas, que se oculta bajo una interminable capa de espuma blanca inmaculada y muy resistente, que se me hizo incluso algo excesiva, puesto que obliga a esperar algunos minutos antes de poder mojar los labios con el líquido. En nariz es muy similar a la 942 original, o al menos al recuerdo que conservo de ella: mezcla dulce y variada de frutas tropicales, naranja y albaricoque, sobre un fondo de caramelo, malta y leve miel. Envuelve el lúpulo, con notas de hierba fresca, pino, resina, marcados cítricos y más leve miel, mientras especias como jengibre  y cilantro terminan de redondear sin robar excesivo protagonismo.

El sabor es también muy agradable; siguen presentes abundantes frutas tropicales en forma de mango, maracuyá y más discreta piña, pero aquí se refuerzan con firmeza los cítricos, la hierba y el pino, de carácter afilado y penetrante. Inicialmente mantiene el control la calidez de la malta, acompañada de cereales y quizá algún toque de crema, pero poco a poco la acción del lúpulo terminar por neutralizar este dulzor, quedando un trago ácido, astringente y bastante especiado. El final es de amargor medio aunque potenciado por limón y pomelo, que lo hacer parecer más intenso, y adornado por recuerdos minerales, herbales, de aspirina, y muy de fondo apagadas notas tropicales. Si al principio tenía bastantes elementos en común con su antecesora, en boca marca las diferencias con claridad; ésta es más áspera y agresiva, aunque también da una sensación más fresca. Para ser sincero, no encuentro razones para repetir con esta teniendo la original, al igual que me pasa cuando bebo Sierra Nevada Torpedo y me acuerdo de su Pale Ale. No obstante, también quiero dejar claro que para aquellos que son más amantes del lúpulo que yo esta puede ser una buena elección, ya que está a la altura de las mejores... pero posiblemente con un precio muy inferior. En fin, una vez más un muy buen trabajo de esta marca, y no esperaba otra cosa.

NOTA: