Aufsesser Seidla Hell

MARCA: Aufsesser

MODELO: Aufsesser Seidla Hell

ESTILO: Münchner Hell (5'1% ABV)

PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Vuelvo a atacar a esta fábrica de la Alta Franconia de diseño sobrio y elegante que conocí hace un par de años, donde por cierto también se elaboran las cervezas Wegseidla. Es curioso como es la memoria: cuando compré esta botella no recordaba haber probado su Dunkel, y sin embargo sí que tenía la impresión de que era una muy buena marca. Debe de haber alguna parte del subconsciente dedicada a la cerveza de calidad.

Es una Helles muy pálida, de color pajizo blanquecino. Tiene una espuma blanca de burbuja gruesa y poco duradera, en escasos segundos ha desaparecido casi por completo. Sin complicaciones en aroma, y tampoco demasiada intensidad, con un núcleo de malta, masa de pan y cereales, acompañado por algo de manzana y pera.

Sorprende la textura, la burbuja es bastante gruesa y marcada para el estilo. El sabor es dulce, predomina la malta, más suave dulce de membrillo, manzana asada y caramelo de miel. Esta tendencia la rompe un amargor final, herbal, cítrico y algo mineral, bastante largo, que aporta un frescor importante y anima a seguir bebiendo. Es una Helles peculiar, es difícil que destaque a nivel de calidad teniendo en cuenta el nivel que hay en Franconia, pero está buena.

NOTA:

Gaffel Wiess

MARCA: Gaffel
MODELO: Gaffel Wiess
ESTILO: Kölsch (4'9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Las Wiess son el antepasado de las Kölsch, cervezas de alta fermentación pero sometidas a lagerung, elaboradas a partir de malta de cebada, rubias pero no filtradas. Este estilo ha sido recientemente recuperado por la cervecera Gaffel, y creo que sigue siendo la única que lo elabora, a no ser que haya otras con distinto nombre. Con lo que me gustan las Kölsch, y también descubrir cosas cerveciles, me resultó irresistible y compré varias botellas en Bierothek hace unos meses.

Lógicamente al no ser filtrada es una cerveza muy turbia, de color miel, con medio dedo de espuma blanca de burbuja microscópica. Intensidad media en nariz, lo que se encuentra no se puede confundir con una Weizen, predomina malta, cereal crudo, heno y manzana golden, con un delicado toque cítrico y lúpulo floral. 

Al probarla encontramos una cerveza de contrastes, porque es ligera de trago pero a la vez muy sabrosa, con carácter. Se presenta con suave dulzor al principio, con malta sin tostar, cereales, pan blanco y notas de miel. El trago se va secando y sale al final un amargor moderado, con bastante mineralidad y recuerdos de flores blancas, que se quedan en el regusto. Como sucede con las Kölsch, no es una cerveza que le vaya a volver la cabeza del revés a nadie, pero si se disfruta de la sutileza y el equilibrio, la recomiendo sin duda.

NOTA: