MARCA: Tanker
MODELO: Tanker Sauna Session
ESTILO: American Pale Ale con hojas de abedul (4'7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Estonia
CARACTERÍSTICAS: La primera vez que oí sobre la cervecera estonia Tanker fue cuando contactaron con nosotros desde Hop In The Box, y me hizo especial ilusión tener la oportunidad de probar alguna referencia de ese país. Se trata de una pequeña fábrica fundada a finales del 2014 en un pueblo cerca de Tallinn por Jaanis Tammela, Ryan Suske y Ants Laidam. Los dos primeros llevaban tiempo elaborando cerveza como hobby en el garaje de Jaanis, mientras que a Ants le conocieron en una reunión de homebrewing pocos meses antes. Este ímpetu para asociarse y comenzar un negocio también lo han mantenido en su ritmo de trabajo, y en sus dos años de actividad han comercializado más de 60 cervezas distintas, aunque ninguna de ellas tan original como la que comento hoy.
Sauna Session se trata de una cerveza elaborada con hojas de abedul frescas, en referencia a las ramas que se utilizan en las saunas para azotarse (sí, eso he escrito). Es de color amarillo anaranjado, tan turbia como una Weizen. Una carbonatación microscópica asciende en rosario, alimentando un anillo de espuma blanca jabonosa. Su aroma es como para caerse de espaldas, intenso y penetrante como pocos pero a la vez tremendamente original. Se presenta como una riada de fruta tropical, sobretodo piña, más suave maracuyá, naranja, albaricoque y un punto de limón, pero por encima tiene un perfume todavía más llamativo, muy herbal y especiado, y que recuerda al eucalipto, al menos a aquellos que no estamos demasiado familiarizados con el abedul. De base queda malta dulce, cereal y algo de crema, aunque hace falta concentrarse porque, como es lógico, la atención la captan otros olores.
En boca es más rara, si cabe. El abedul da un sabor como mentolado que infiltra todos los demás matices. La entrada es de malta cruda y cereal, con un dulzor moderado, acompañada por naranja madura y albaricoque. A medida que avanza se va secando, salen más cítricos a la luz, limón sobretodo, la hierba del abedul, suaves toques florales, recuerdos de gaseosa de sobre y un punto tropical. Final de amargor moderado, el sabor del abedul queda largo tiempo en el regusto. Es una cerveza bien hecha y equilibrada, y eso que no tiene que ser fácil trabajar con las hojas de este árbol. Sin embargo ese sabor tan peculiar me ha acabado cansando, dudo mucho que me pudiese tomar una pinta... no obstante creo que merece la pena probarla. ¡Gracias Hop In The Box!
NOTA: