MODELO: Uerige Alt
ESTILO: Altbier (4'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania
CARACTERÍSTICAS: La última vez que estuvimos en Düsseldorf nos trajimos unas cuantas cervezas para comentarlas aquí, por desgracia debido a algunos fallos logísticos en el momento de empaquetar no nos llevamos ninguna botella de Zum Uerige que, aparte de ser de las que gozan de mejor reputación en la ciudad, se encontraba entre nuestras predilectas. Antes de iniciar este segundo viaje ya tenía en mente quitarme la espina de reseñar esta cerveza, cosa que hice al final de la tarde del tercer día como anticipo de una deliciosa botella de Schumacher Alt que tenía refrescándose en la calle.
Como muchas otras marcas de Altbier, la fábrica está situada en el Altstadt de Düsseldorf y funciona también como brewpub, tomar sus cervezas allí es una gozada pero la verdad es que en casa tampoco es que se les pueda hacer ascos. Es muy oscura, preparación para la densidad que estamos a punto de disfrutar, turbia, rebosante de espuma beige compacta. El aroma es explosivo, el caramelo, protagonista sin duda alguna, inunda las fosas nasales acompañado por también intensa malta tostada, azúcar quemado, sirope y más leves canela, dátiles y frutas maduras, mientras la intensa lupulación se manifiesta con un marcado deje herbal, de cierto carácter especiado.
Y en el sabor todo esto, que podría perfectamente describir a una Doppelbock, da un giro de 180º y el dulce comienzo de malta, caramelo, frutas oscuras y pan tostado es interrumpido por una tremenda dosis de lúpulo herbal, algo cítrico, que equilibra con maestría el trago, consiguiendo un final algo áspero, con un rico amargor que da el punto final a una cerveza genial. Por supuesto, no hay que olvidar que es una Alt, es decir, que no es una cerveza pesada ni de alta graduación, y quizá esta es la gracia del estilo, que te encuentras ante sabores muy intensos y relativamente complejos y sin embargo se bebe con una facilidad que asombra.
Como muchas otras marcas de Altbier, la fábrica está situada en el Altstadt de Düsseldorf y funciona también como brewpub, tomar sus cervezas allí es una gozada pero la verdad es que en casa tampoco es que se les pueda hacer ascos. Es muy oscura, preparación para la densidad que estamos a punto de disfrutar, turbia, rebosante de espuma beige compacta. El aroma es explosivo, el caramelo, protagonista sin duda alguna, inunda las fosas nasales acompañado por también intensa malta tostada, azúcar quemado, sirope y más leves canela, dátiles y frutas maduras, mientras la intensa lupulación se manifiesta con un marcado deje herbal, de cierto carácter especiado.
Y en el sabor todo esto, que podría perfectamente describir a una Doppelbock, da un giro de 180º y el dulce comienzo de malta, caramelo, frutas oscuras y pan tostado es interrumpido por una tremenda dosis de lúpulo herbal, algo cítrico, que equilibra con maestría el trago, consiguiendo un final algo áspero, con un rico amargor que da el punto final a una cerveza genial. Por supuesto, no hay que olvidar que es una Alt, es decir, que no es una cerveza pesada ni de alta graduación, y quizá esta es la gracia del estilo, que te encuentras ante sabores muy intensos y relativamente complejos y sin embargo se bebe con una facilidad que asombra.
NOTA: