MODELO: Marston's Oyster Stout
ESTILO: Milk Stout (4'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Inglaterra
ESTILO: Milk Stout (4'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Inglaterra
CARACTERÍSTICAS: Hacía tiempo que no disfrutaba de una de las riquérrimas variedades de Marston's (de las cuales he probado un par), lo que fue un gran condicionante para decidirme por Oyster Stout en mi última visita al Corte Inglés (y primera compra cervecil en esta ciudad). Pocas stout me han decepcionado, por lo que pese a no presuponer grandes cualidades de este ejemplar, cabía esperar una buena cerveza. Y vaya si la he encontrado.
Ya hablamos de la marca en posts como Strong Pale Ale o Marston's Pedigree. El nombre de Oyster Stout viene de las ostras, alimento que acompañaba a las stouts en la antigua Inglaterra del siglo XIX.
Esta cerveza tiene un color negro opaco con reflejos rojizos en el borde. Su cremosa espuma beige se adhiere a la cima del vaso y poco a poco va disolviéndose, sin llegar a desaparecer del todo. Apariencia bastante esperada. Su aroma no resulta muy presente, pudiéndose apreciar notas maltosas y a café, con fondo de chocolate. El sabor es convincente, aquí se demuestra un carácter impecable, con tonos de café, malta torrefacta y base muy suave de delicioso chocolate negro. Junto a una equilibrada presencia del alcohol, resulta una cerveza suave y muy fácil de beber.
Haré un esfuerzo y la próxima vez la acompañaré con unas ostras, pese a no hacerme especial gracia el mundo de los bivalvos.
CARACTERÍSTICAS: Llevaba ya un tiempo sin ver esta Stout en las estanterías de las grandes superficies nacionales, y lo cierto es que la echaba en falta y mucho, puesto que, quitando Hopback Entire Stout, por lo general la calidad de las cervezas de este tipo que poblan los supermercados es cuanto menos discutible. El caso es que, como hacía varios años que no la tomaba, tenía ganas de reencontrarme con ella y, ya de paso, comprobar si con una mayor experiencia era capaz de disfrutarla tanto como siempre.
Como no podía ser de otra manera en lo que a cerveza británica se refiere, desde el aroma parece seguir de forma ortodoxa la línea que cabría esperar del estilo, con un aroma de intensidad moderada, centrado en la malta tostada, que roza el torrefacto y emite ricas notas de chocolate, caramelo y más suave café, mientras deja en un segundo plano frutas oscuras, sobretodo pasas y ciruelas. Bien es cierto que quizá es algo más dulce de lo habitual, incluso con algún recuerdo lácteo, pero nada que no encaje dentro de lo que se considera una Milk Stout.
Reconozco que aunque el aroma no está mal tampoco es nada del otro mundo, sin embargo lo que sí que me resulta fascinante es su sabor, cuya originalidad nunca me deja de sorprender. Se alían en este el torrefacto y las aguas de Burton de forma que consiguen minimizar el dulzor, creando además un agradable contraste entre el inicio dominado por el primero, que desprende notas de cacao en polvo y caramelo, a lo que sigue el suave amargor sulfuroso de las segundas, que absorbe e integra los distintos matices. Al final el amargor se intensifica y exhibe, además de las llamativas notas medicinales que evidencian su origen, suaves notas herbales, malta tostada y mínimos recuerdos lácteos. Debido a las aguas empleadas es dentro de las Stout un ejemplo bastante inusual, pero sin duda muy correcto y elegante, en realidad como la mayoría de las cervezas de esta empresa.
Como no podía ser de otra manera en lo que a cerveza británica se refiere, desde el aroma parece seguir de forma ortodoxa la línea que cabría esperar del estilo, con un aroma de intensidad moderada, centrado en la malta tostada, que roza el torrefacto y emite ricas notas de chocolate, caramelo y más suave café, mientras deja en un segundo plano frutas oscuras, sobretodo pasas y ciruelas. Bien es cierto que quizá es algo más dulce de lo habitual, incluso con algún recuerdo lácteo, pero nada que no encaje dentro de lo que se considera una Milk Stout.
Reconozco que aunque el aroma no está mal tampoco es nada del otro mundo, sin embargo lo que sí que me resulta fascinante es su sabor, cuya originalidad nunca me deja de sorprender. Se alían en este el torrefacto y las aguas de Burton de forma que consiguen minimizar el dulzor, creando además un agradable contraste entre el inicio dominado por el primero, que desprende notas de cacao en polvo y caramelo, a lo que sigue el suave amargor sulfuroso de las segundas, que absorbe e integra los distintos matices. Al final el amargor se intensifica y exhibe, además de las llamativas notas medicinales que evidencian su origen, suaves notas herbales, malta tostada y mínimos recuerdos lácteos. Debido a las aguas empleadas es dentro de las Stout un ejemplo bastante inusual, pero sin duda muy correcto y elegante, en realidad como la mayoría de las cervezas de esta empresa.