MODELO: St. Bernardus Abt 12
ESTILO: Quadrupel (10 % ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica
CARACTERÍSTICAS: Sin motivo aparente, puesto que la he tomado infinitas veces en los últimos años, no me había animado hasta ahora a hablar de una de mis cervezas belgas predilectas, el estandarte de la casa St. Bernardus. La Abt 12 es una Quadrupel que mantiene la receta original de la época en la que en esta fábrica se elaboraba bajo la licencia de los monjes de Westvleteren, y quizá por ello una de las cervezas más famosas y reputadas de las que se elaboran en Bélgica en la actualidad.
Es muy oscura, de color roble que se
torna rubí al trasluz. Forma al servirla una espuma de color beige,
no muy abundante pero suficientemente resistente como para mantener
en todo momento un anillo pegado al borde de la copa y un cúmulo en
el centro. Su aroma es denso, repleto de malta en forma de tostados,
sirope de caramelo y un suave deje de chocolate y regaliz, que se
combina con ciruelas negras, pasas, frutas del bosque, un leve toque
de naranja, azúcar moreno, té negro y mínima hierba. Tras varios
meses sin tomarla, su perfume es tal como lo recordaba, denso y
complejo.
Cálida
en boca, de cuerpo completo, presenta muchas similitudes con el
aroma. La base es muy intensa, compuesta por malta, cuyo tostado
frena el dulzor de las frutas maduras e impide que lleguen a aparecer
dátiles, chocolate con leche, caramelo y suaves toques de nuez. Sin
tener una presencia demasiado evidente el lúpulo, de carácter
cítrico y herbal, también contribuye en controlar el dulzor, junto
con un fuerte componente de especia picante. Se consigue así un
equilibrio algo precario que finalmente rompe el alcohol, al forzar y
potenciar el amargor final del trago, quedando naranja, caramelo,
malta y especias en la garganta, y una agradable calidez en el
estómago. Y si bien desde el primer momento ya es espléndida, en
cuanto reposa unos minutos los infinitos matices se ensamblan,
quedando un conjunto fantástico. Obligatoria, sin duda alguna.
NOTA: