lunes, 2 de marzo de 2020

Rodenbach Alexander

MARCA: Rodenbach
MODELO: Rodenbach Alexander
ESTILO: Flanders Red Ale macerada con cerezas (5'6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Rodenbach Alexander se empezó a elaborar en 1986, coincidiendo con el 200 aniversario del nacimiento de Alexander Rodenbach, uno de los fundadores de la fábrica. Cuando la empresa fue adquirida por Palm NV se dejó de elaborar, y no fue hasta el año 2016 cuando recuperaron esta receta en forma de edición limitada, aunque parece que finalmente se ha incorporado al catálogo de la marca. Consiste en la mezcla de un 33% de cerveza joven y el resto madurada durante 2 años en fudre de roble, macerada con cerezas.

Es una cerveza mate, de color rojo marronáceo y muy turbia. Si a esto le sumamos una espuma blanca muy escasa, que se limita a un anillo adherido a la copa y algún resto de la misma en el interior, la verdad es que el aspecto no es el más apetecible. Por suerte con Rodenbach no hay lugar para la desconfianza, y el aroma deja claro desde el primer instante que nos encontramos ante una cerveza de máximo nivel. El conjunto es agridulce, con un fondo cítrico y herbal muy fresco, como asidrado, en contrapunto al núcleo de malta tostada, frutos secos, pan negro, suave caramelo y gran cantidad de frutas rojas, sobretodo cereza y frambuesa, también algo de fresas, e incluso bayas y arándanos. Claros recuerdos de madera y Brettanomyces, notas de limón y leve heno, cerrando así un perfume complejo y muy atractivo.

En boca es extremadamente refrescante. Entra con mucha fruta, y ahí es evidente la cereza belga, sin olvidar tampoco a los otros frutos rojos. Después el dulzor gana peso con malta, algo de caramelo, toffee, quizá notas de higo. Tras esta curva surge la acidez que será la tónica predominante al final, asidrada, balsámica, y que seca las encías. En ella se encuentra mucha cereza, como no puede ser de otra manera, recuerdos de vino rosado, manzana verde, notas de granero y levadura salvaje. Regusto eterno, con cereza, frambuesa y levaduras, dejando una aspereza un poco quemante en la garganta. Es una cerveza extraordinariamente compleja y muy bien equilibrada, adjetivos que servirían para describir también a otras referencias de la marca. Para los que disfrutan de las Flanders Red Ale, esta es una de las que no hay que dejar escapar.

NOTA:

martes, 25 de febrero de 2020

Einstök Icelandic Winter Ale

MARCA: Einstök
MODELO: Einstök Icelandic Winter Ale
ESTILO: Winter Warmer ahumada con agujas de abeto (8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Islandia

CARACTERÍSTICAS: Reconozco que el diseño de las Einstök hace que las cervezas de esta marca me resulten muy atractivas, y es que la mitología vikinga me encanta. No obstante esta botella no la compré sólo por ese motivo sino por la originalidad de su receta, en la que combina malta ahumada con turba y agujas de abeto. Además recuerdo con especial cariño Alba de William Bros, que también contaba con este último ingrediente, y antecedentes como este siempre animan para probar cosas nuevas con algún elemento en común.

Antes de abrirla el color era un misterio, no tenía muy claro hacia donde iba a tirar una "Icelandic Winter Ale". Finalmente es de color marrón oscuro con reflejos rubí, muy turbia, y con una finísima capa de espuma beige. En nariz es potente, incluso algo áspera, con abundante malta tostada, pan integral y nueces, adornado con un punto dulce de ciruelas, cerezas silvestres, algo de chocolate y un toque de caramelo. Tiene un suave fondo ahumado que puede pasar desapercibido si no se busca, mientras que el lúpulo sí que es algo más prominente, con claras notas herbales y algún deje de cítricos.

En boca es más amable de lo que sugería el aroma, el conjunto es un poco más dulce, con malta y caramelo generosos, suave azúcar quemado, cereales y tostados más integrados, y acompañados de algo de fruta, ciruelas y cerezas maduras sobretodo. Fácil de beber, cierra en un final amargo, seco, cargado de pan tostado, nueces, y con una acidez verde y especiada, más por el abeto que por el lúpulo, entre la que se esconde el ahumado. Este se desata en el regusto, volviéndose la nota dominante, junto a hierba, pino y mucha mineralidad. Tiene que ser una cerveza difícil de elaborar, pero a pesar de ello han conseguido una cerveza equilibrada, compleja y muy sabrosa. La herencia británica es evidente.

NOTA:

lunes, 17 de febrero de 2020

EKU 28

MARCA: EKU 28
MODELO: EKU 28
ESTILO: Doppelbock (11% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: En el año 1872 se fundó en Kulmbach, en la Alta Franconia, la cervecera Erste Kulmbacher Unionbrauerei, a lo que corresponden las siglas EKU. Tienen en su repertorio 6 cervezas distintas de corte clásico germano, que elaboran siguiendo la Reinheitsgebot, y entre ellas la más popular en nuestro país es con diferencia la que comento hoy, puesto que durante mucho tiempo ha estado en las estanterías de diferentes supermercados (aunque en mi caso compré esta botella en La Vinoteca). Tiene 11º de alcohol y un extracto original del 25%, y durante un tiempo fue mi archienemiga: era incapaz de terminarme la botella. Volví a probarla años después con una impresión más positiva, y esta semana me apeteció dedicarle un rato para desempatar.

Es una cerveza de color marrón pardo con un brillo rojizo, ligeramente velada. Genera al servirla una escasa espuma blanca, y en segundos ha desaparecido absolutamente toda, pese a lo cual se ve una potente carbonatación ascendiendo hasta la superficie. En nariz es tan potente como dulce, con malta tostada, toneladas de toffee, bizcocho y suave chocolate con leche, que se juntan con ciruelas sobremaduras, algo de guindas, higos e incluso recuerdos de dátiles. El lúpulo aporta un toque herbal discreto, todeado por pimienta contundente, apoyada por el calor del alcohol, y algo de canela. Muy golosa, preludio del sabor.

Yo de verdad creo que no es una cerveza para todo el mundo, y definitivamente no es para mí. Entra en boca con toda la artillería, toneladas de caramelo, dulcísima malta tostada, bizcocho de chocolate, higos muy maduros, ciruelas pasas y dátiles. Cuerpo completo, incluso textura algo viscosa. En el final termina de explotar con una carga de dulce todavía mayor, con recuerdos de crema catalana, algo de azúcar quemado, sale alcohol calido y goloso, y una generosa carga de especia picante. El amargor final está eclipsado, aunque se intuye algo de cítricos y minerales, antes de concluir en un largo regusto con cacao y un leve toque quemado. Así transcurrió el desempate, y finalmente creo que gana mi "yo" del pasado... no creo que sea una cerveza espantosa, pero a mí me sigue empalagando. Prefiero Doppelbock más equilibradas, y no necesito tanto alcohol para nada.

NOTA:

lunes, 10 de febrero de 2020

Weißenoher Green MONKey Hersbrucker

MARCA: Weißenoher
MODELO: Weißenoher Green MONKey Hersbrucker
ESTILO: Pilsener con dry hopping de Hersbrucker (5'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Me supuso una gran sorpresa cuando en una visita a La Vinoteca descubrí que Weißenoher, cervecera francona clásica donde las haya, había sacado una serie de corte moderno, Green MONKey, y mi curiosidad me obligó a llevarme una botella. A pesar de lo que pueda sugerir el diseño de las etiquetas lo que han preparado en Weißenoher no son IPAs, sino Pilsener de 13.4º plato con un lagerung de 3 meses, habiendo realizado antes un dry hopping con una variedad de lúpulo regional. Hasta la fecha han salido a la venta elaboraciones con, Polaris, Mandarina Bavaria y Hersbrucker, y la botella que llegó a mis manos corresponde a la última de ellas.

El aspecto de la cerveza llama mucho la atención y no es por el color, dorado brillante estándar para el estilo, sino por la gran cantidad de partículas sólidas que se pueden ver flotando en el líquido, algo extremadamente infrecuente en elaboraciones alemanas de este estilo. Además la espuma blanca es también bastante escasa, no llega a cubrir toda la superficie. La potencia aromática es mucho menor de lo que cabría esperar, y el lúpulo es evidente pero por suerte no se come el resto de ingredientes de la cerveza. Se presenta con malta sin tostar, pan, algo de grano crudo, mucha manzana golden y más suave pera. El lúpulo aporta intensas notas herbales, cítricos entre los que destaca la lima, leves recuerdos minerales y mínima especia. Esta bien, aunque hasta aquí tengo que ninguno de los aspectos de esta cerveza se acercaba a lo que me estaba esperando.

Es una cerveza refrescante, de trago limpio que deja claro que ha sido sometida a guarda en frío. De cuerpo medio, combina malta de dulzor moderado, cereal, pan y frutas, sobretodo manzana madura, y algo más suave lima y limón. Al final el lúpulo hace de las suyas y el trago se seca bastante, surge un amargor marcado con recuerdos de cáscaras de cítricos, mucha hierba, un punto mineral y una efervescencia un poco picante en la garganta. Se bebe fácil, es sabrosa y está bien equilibrada, yo he disfrutado bebiéndola. De todas formas creo que está lejos del nivel de las referencias clásicas de esta fábrica, es difícil enfrentarse a cientos de años de tradición.

NOTA:

sábado, 1 de febrero de 2020

Avery Old Jubilation Ale

MARCA: Avery
MODELO: Avery Old Jubilation Ale
ESTILO: Old Ale (8'3% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Estados Unidos

CARACTERÍSTICAS: Me gustan tanto las cervezas tradicionales que incluso cuando reseño referencias de fábricas modernas, estas entran con frecuencia dentro de lo que se denomina "clásicos modernos", entre los que pueden estar Anchor, De Dolle o la protagonista de hoy, Avery Brewing Co. Fue fundada en 1993 en Boulder, Colorado, y tan sólo 1 año después su Stout llamada Out of Bounds ganaba la medalla de oro en el Great American Beer Festival. Tienen en su repertorio más de 30 cervezas distintas, y la que reseño hoy es su edición navideña, elaboración sin utilizar ninguna especia (por suerte) sino 5 tipos distintos de malta.

Es de un color marrón muy oscuro, caoba, con escasa espuma beige grisácea en forma de anillo que se adhiere con fuerza al vaso, rodeando una pequeña isla. El aroma es fantástico, y gracias a ello la cerveza te conquista desde el principio. Se presenta con toneladas de malta, caramelo y sirope, algo de toffee, en contraposición a una importante carga de de nueces, almendras, un punto intenso de café solo, más suave cacao, e incluso mínimo tabaco y un toque de humo. La fruta también juega su papel, y con uvas pasas y moras silvestres es capaz de atemperar el empuje de los tostados. El lúpulo queda en un segundo plano y refuerza la complejidad con notas herbales y terrosas con un cierto frescor, incluso un deje de naranja que no sé si puede tener relación con el origen de los lúpulos.

En boca es algo más golosa, aun así mantiene un nivel altísimo. Con una textura algo oleosa y carbonatación calmada, recuerda un poco a un licor. La entrada está dominada por dulce malta oscura, sirope de chocolate y abundantes nueces caramelizadas. Se suman una ración generosa de fruta, ciruelas muy maduras e higos lo que más destaca, más suave uvas pasas. A pesar de estar en un segundo plano los tostados también son claros, con notas de pan negro, cereal, incluso algún deje de té. Final de amargor moderado, seca un poco el trago aunque sin romper la armonía del trago. Se remarcan los tostados, salen potentes recuerdos herbales del lúpulo, también cítricos y minerales, suave especia picante y un punto de frutos rojos. Me ha parecido una elaboración elegante y muy bien afinada, y aunque el origen es yankee da la impresión de inspirarse en recetas del Viejo Mundo. A ver si el año que viene (o este) la vuelvo a encontrar.

NOTA:

sábado, 18 de enero de 2020

Ambar Terrae

MARCA: Ambar
MODELO: Ambar Terrae
ESTILO: American Pale Ale (6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: La décima de las referencias de la serie Ambiciosas de Ambar salió al mercado a finales del 2019. Su presentación, o al menos una de ellas, fue en el Casco Viejo de Pamplona, y la elección del lugar no fue casual y es que la tierra navarra tiene cierta relación con esta cerveza, ya que en su elaboración se emplea lúpulos Colombus y Cascade producidos en Olite, en terrenos antes empleados para el cultivo de la vid. Nos llegaron un par de botellas como regalo de Reyes por parte de La Zaragozana, y les agradecemos mucho el obsequio.

El color es dorado ligeramente anaranjado, cristalino, con unas pocas burbujas subiendo perezosas hasta una delgada capa de espuma blanca. El primer contacto al olfato resulta interesante, es una cerveza muy aromática en la que se combina malta dulce, cereal crudo, manzana golden y suave pera, con el lúpulo frutal, que aporta intensas notas tropicales y claros recuerdos de naranja madura. Queda un fondo de masa de pan y levadura, con algún leve toque de canela. La verdad es que me dio muy buena sensación.

Esta primera impresión tan positiva se confirma en boca. De cuerpo medio, tiene una textura ligeramente oleosa que la carbonatación afina. La entrada es dulce, con mucha malta, algo de toffee y toneladas de fruta, principalmente mango y naranja madura, más suave maracuyá. Final de amargor moderado, con lúpulo tropical, suave especia picante y un deje mineral. El alcohol es apenas perceptible, sólo deja una agradable calidez. Muy bien equilibrada, el lúpulo hace un gran papel y queda una APA perfecta para el verano... aunque yo la he disfrutado mucho con 2º C en la calle. Una de mis Ambiciosas favoritas hasta la fecha.

NOTA:

sábado, 11 de enero de 2020

N'Ice Chouffe

MARCA: Chouffe
MODELO: N'Ice Chouffe
ESTILO: Quadrupel de Navidad con tomillo y curaçao (10% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Todos los años tengo la costumbre de presentar en el blog al menos una cerveza navideña, y este 2019 sigo con la tradición con N'Ice de Chouffe. Me ha apetecido comentar esta porque han pasado ya 8 años desde la última vez que una referencia de esta marca circuló por el blog, y dado el buen nivel de todas sus cervezas creo que merecen que les haga un poco más de caso. Se trata de una Quadrupel de 10º de alcohol, en cuya elaboración se han empleado cáscara de naranja, curaçao y tomillo, ingredientes no muy habituales en una cerveza de este tipo, pero que seguro que los enanos de Chouffe han sabido utilizar adecuadamente.

Es de color marrón caoba casi negro, y muy opaca. El líquido es adornado por una generosa cantidad de espuma beige grisácea con muy buena retención. Es una de estas cervezas que el aroma te obliga a sentarte. De gran intensidad, dulce sin complejos, combina malta muy tostada, abundante caramelo y toffee, y sirope de chocolate. Juntos, estos matices conforman un núcleo que es adornado por frutas oscuras, sobretodo ciruelas, pasas e higos, aunque también algo de cereza picota. Se perciben además leves notas licorosas que pueden recordar al Pedro Ximénez, lo que siempre es un placer.

En boca los tostados se presentan con mucha fuerza, con la compañía de frutos secos, cacao y leve café, aunque parcialmente compensado por un dulzor de malta, caramelo, suave toffee y frutas oscuras entre las que destacan las ciruelas. Carbonatación robusta, como es habitual en las elaboraciones belgas, que amplía el volumen en boca. Hacia el final gana el dulce, surgen recuerdos de cereza picota y pasamos a registros más ligeros. Cierra con un amargor medio, con lúpulo cítrico y algo herbal, pimienta, suave jengibre, y claras notas de anís estrellado. El alcohol se percibe pero es muy comedido, no pensaría que esconde 10º. Es una buena elaboración navideña, incluso aquellos no demasiado amigos de lo belga podrían disfrutarla gracias a su importante carga de tostados, que evitan que la cerveza resulte empalagosa. Una buena opción, planteable para el año que viene... eso sí, yo he sido incapaz de detectar el tomillo. 

NOTA: