MARCA: Cantillon
MODELO: Cantillon Grand Cru Bruocsella 2020
ESTILO: Lambic ecológica (5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica
CARACTERÍSTICAS: Cantillon es una de las fábricas de Lambic con mayor prestigio y, a pesar de que su precio se ha disparado en la última década, algunas de sus referencias no son nada fáciles de encontrar (y menos todavía de pagar). A mí es algo que no me preocupa demasiado, soy muy feliz con otras marcas que acaparan menos atención, pero si encuentro alguna botella a precio razonable no pierdo la oportunidad de darme el capricho. Este fue el caso de su Grand Cru Bruocsella, una
Lambic pura en el sentido de que no hay ninguna mezcla con
Lambic joven, sino que se produce una maduración en barrica durante 3 años antes del embotellado.
Es de un bonito color melocotón, con una leve turbidez por la levadura en suspensión, y no tiene ni gota de espuma, como le corresponde a una cerveza de este tipo. Su aroma es intenso y penetrante, bien cargado de cereal y con bastante fruta poco madura, destacando sobretodo el albaricoque, naranja y cáscaras de cítrico, infiltrado por notas de madera, levadura salvaje y recuerdos de bodega o granero. Está todo bien armonizado y da para entretenerse buscando matices.
En boca la acidez es mucho más comedida de lo que uno espera para una cerveza de esta marca, y la carbonatación es inexistente, lo que da una sensación acuosa. Se presenta con cereal, albaricoque y grosellas, con un dulzor muy leve. A medida que avanza el trago va ganando en complejidad al sumarse la acidez propia de las Lambic, sin llegar a niveles demasiado altos, y se incorporan las notas de levadura salvaje, pomelo, cáscara de limón, heno, y un carácter claramente vinoso. Regusto muy largo, que acompaña a la salinidad, con la levadura muy presente y notas balsámicas para completar así una cerveza verdaderamente compleja. Quizá la ausencia de carbonatación pueda impactar de forma negativa en la opinión de la gente respecto a Cantillon Bruocsella, pero yo creo que es una cerveza excelente que por lo menos hay que probar una vez... y quizá repetir para pillarle el gustillo.
NOTA: