sábado, 5 de octubre de 2013

Black Isle Organic Scotch Ale

MARCA: Black Isle
MODELO: Black Isle Organic Scotch Ale
ESTILO: Scotch Ale ecológica (6'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Escocia

CARACTERÍSTICAS: Black Isle es una de las fábricas independientes escocesas más reputadas, y lleva el bello nombre de la región en la que está emplazada la fábrica, una península (sorprendentemente) en los Highlands, en concreto en el condado de Ross and Cromarty. Fue fundada en 1998 por David Gladwin, junto a su granja orgánica, y durante 11 años fue una cervecera de muy pequeño tamaño, con una capacidad de unos 800 litros, muy acorde con el ideal de su dueño de dedicarse al mercado local. El gran éxito de sus cervezas permitió una ampliación, y en el 2008 iniciaron un proceso de modernización que vendría a durar 18 meses, multiplicando finalmente su capacidad por 6.

Posiblemente sea gracias a este crecimiento que la pude encontrar en una tienda del centro de Edimburgo, donde una experimentada vendedora, con un gran dominio de sus productos, me convenció para decantarme por ella en detrimento del resto del arsenal de botellas escocesas de que disponían. Al llegar al hostal la serví, encontrándome una cerveza marrón roble con destellos rubí, en cuyo líquido era imposible ver las burbujas de gas, tanto por su color oscuro como por la alta turbidez. De su consistente espuma beige, que impide poner en duda la carbonatación, surge un aroma dulce, compuesto por una especie de núcleo de malta tostada caramelizada envuelto en ciruelas pasas, toffee, sirope, y más suave pera y manzana, incluso con algún recuerdo de dátiles, dejando en un segundo plano leves notas de chocolate con leche, azúcar moreno y té negro. Llama la atención, de todas formas, el que parece mucho menos dulce de lo que acostumbran las cervezas de este estilo que nos llegan, quizá porque estas son mayoritariamente de procedencia belga.

En boca se presenta con cuerpo consistente y textura muy cremosa, casi oleosa. Su sabor desprende todavía más malta y caramelo, si es que se puede, aunque muy bien contrarrestado por la fruta madura, similar a la del aroma pero con algo más de protagonismo de frutas del bosque, con la que se ensambla a la perfección. También ganan presencia chocolate con leche y té inglés, salpicados de azúcar moreno. Al final aparece un soplo de alcohol moderado, ligeramente impregnado de cítricos por el lúpulo, quedando estos en el largo regusto junto con dátiles, pasas, suave café y especias. Posiblemente la mejor Scotch que he tomado nunca; es compleja, sabrosa y, a diferencia de otras de este tipo, nada empalagosa. Resulta fascinante la buena mano de algunos maestros cerveceros británicos para equilibrar tanto cervezas dulces como muy lupuladas, permitiendo que se expresen infinitud de matices sin perder la esencia del estilo. Excelente recomendación, se agradece.

NOTA:

domingo, 29 de septiembre de 2013

Cata "Fision Bier" en la Vinoteca: Bombardeando al Lúpulo

El primer ciclo de catas del Club Bier de la Vinoteca se tituló "Style Fighter", y consistió en la comparación de cervezas según su estilo, para discernir las diferencias que existen entre estos. Le siguió un nuevo ciclo que llevaba el nombre "Bier Chrome", haciendo referencia a la idea principal del mismo, la exploración de los distintos sabores y olores que se pueden encontrar en cervezas de color similar, y en el que tuve la oportunidad de participar como ponente o asistente en varias catas hasta su conclusión, en Junio del 2013.

Apenas 3 meses después, se me informó del comienzo de "Fision Bier", un nuevo proyecto que iba a estar centrado en analizar los distintos componentes de la cerveza y experimentar con ellos. La primera cata, "Bombardeando al Lúpulo", se fue dirigida por Rubén Fernández el pasado Jueves 26 de Septiembre, como bien sugiere su nombre con el lúpulo como protagonista principal. Las cervezas que sirvieron para este cometido fueron lógicamente, al menos en su mayoría, cervezas con un marcado carácter lupulado, entre las que se contaban varias single-hop. Probamos en este orden las siguientes:

- De Molen Single Hop Simcoe (India Pale Ale, 4'8% ABV)
- Mikkeller Nelson Sauvin Single Hop (India Pale Ale, 6'9% ABV)
- De Molen Single Hop Centennial (India Pale Ale, 4'8% ABV)
- Mikkeller Citra Single Hop (India Pale Ale, 6'9% ABV)
- Anchorage Galaxy White IPA (Witbier macerada con kumquats y pimienta negra añejada en barrica de roble, 7% ABV)
- Lervig Rye IPA (India Pale Ale de centeno, 8'5% ABV)
- To Øl Mochaccino Messiah (Brown Ale con café y lactosa, 7% ABV)

Siguió el esquema de las realizadas previamente; cada persona contaba con 7 copas en las que sucesivamente se le irían sirviendo las cervezas, como siempre con 3 pausas para picotear algo, mientras Rubén explicaba las características de las mismas, de los lúpulos empleados en la elaboración y desmenuzaba cada uno de los matices que estos aportaban. El detalle diferente lo descubrimos nada más sentarnos, cuando comprobamos que cada mesa tenía un pequeño cuenco con unos pocos pellets de lúpulo. Su finalidad se nos explicó al comenzar el evento, y no era otra que intentar adivinar de qué lúpulo se trataba de entre los que formaban parte de los ingredientes de las 5 primeras cervezas. Entre los acertantes se realizaría un sorteo, del cual salieron dos ganadores que se llevaron las 7 botellas catadas

¿Impresiones generales? Respecto a la organización, tan buenas como siempre; fue una cata amena y muy explicativa, en la que no hubo un segundo de aburrimiento. En cuanto a las cervezas, ambas De Molen resultaron decepcionantes, me parecieron demasiado planas en boca, y tampoco Mikkeller Nelson Sauvin me pareció nada del otro mundo. Por supuesto, tanto Lervig como To Øl me parecieron magníficas, y me encantó tener de nuevo la oportunidad de probar Galaxy White IPA de Anchorage, una de las cervezas más peculiares que tomé el año pasado. 

Una vez más, mi enhorabuena al Club Bier de La Vinoteca por el exitoso evento y a Rubén por una exposición magnífica.

martes, 24 de septiembre de 2013

Unertl Weissbier

MARCA: Unertl
MODELO: Unertl Weissbier
ESTILO: Dunkelweizen (4'9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Antes de que Martin, el amistoso (y extremadamente bávaro) compañero de piso de mi amigo Miguel en Munich, me recomendase esta marca, desconocía por completo su existencia. En mi favor, debo decir que entre las miles de cerveceras familiares que pueblan Baviera, dedicadas con pasión a suplir la intensa demanda interna de esta región, no conocer una de ellas está totalmente justificado. En la que se elaboran las cervezas Unertl se situa en Haag, unos 50 km al Este de Munich, y comenzó su actividad a principios del siglo XX bajo el mando de Alois I, tras el cual fueron discurriendo sus sucesores hasta el actual gerente, Alois V, habiendo conseguido así que la fábrica haya mantenido su actividad por más de 100 años.

Si algo me sorprendió al echar un vistazo a la página web de la cervecera es que, entre otros muchos otros datos, afirman que en la elaboración de sus cervezas utilizan un 70 % de trigo, un porcentaje muy elevado en comparación con la mayoría de las fábricas. Quizá esto explica (sinceramente, no lo sé), su color marrón roble con reflejos pardos, mucho más oscuro de lo que es habitual en una Hefe-Weißbier, cubierto por una abundante espuma beige grisácea. Es posible que fuese sugestión, pero mi olfato también detectó la presencia de las maltas oscuras, que al cereal dulce, el plátano y la manzana madura que formaban el núcleo del aroma, añadían intenso chocolate con leche, galleta y suaves recuerdos de canela, flores y mínimo limón. En este punto yo asumí, a pesar de que su etiqueta no lo indicase, que se trataba de una Dunkelweizen, y como tal la seguí disfrutando.

El dulzor del aroma, claro pero bien controlado, se traslada también a la boca, muy bien apoyado por una textura cremosa que se desliza desprendiendo a su paso un sabor muy intenso, con un protagonismo compartido por malta, caramelo y plátano con chocolate, y la compañía de suaves notas cítricas del trigo, cereales y miel. Al principio del trago predomina el dulce, pero poco a poco van dejando paso a una leve acidez, para terminar en un final con flores, limón, suave especia picante e incluso mínima hierba. No es mi estilo favorito y las cervezas de este tipo se me suelen hacer un poco pesadas, no obstante no ha sido éste el caso. Puede que sea gracias a su carbonatación casi perfecta y su dulzor totalmente controlado, pero Unertl me ha parecido un ejemplo fantástico que convertiría encantado en una de mis cervezas habituales, si pudiese. Buena recomendación, Martin.

NOTA:

sábado, 7 de septiembre de 2013

Paulaner Oktoberfest Bier

MARCA: Paulaner
MODELO: Paulaner Oktoberfest Bier
ESTILO: Märzen de Oktoberfest (6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Si bien es cierto que dentro de las 6 marcas clásicas de Munich, Paulaner está entre las que se considera que han perdido su esencia tras la inferencia de las grandes multinacionales, junto con Franziskaner y Spaten, yo siempre he considerado que conserva su calidad, al menos gran parte de ella. Su cerveza básica, la Hefe-Weißbier, (me ha hecho gracia, por cierto, leer la reseña que hicimos el día de mi cumpleaños, pero hace ya 5 años) es en mi opinión una de las mejores que se pueden conseguir en los supermercados de la Península, y los demás productos de esta fábrica que he probado me han parecido de un nivel que muchas marcas quisieran siquiera rozar. 

Su edición de Oktoberfest, la protagonista del post de hoy, la probé por primera vez hace un par de años con Alberto, cuando nos reunimos para abrir el pack consistente en una lata de un litro de esta cerveza junto con una bonita maß que amablemente nos regalaron los responsables de la marca. En esa ocasión la disfrutamos mucho, y al encontrarla este año en las estanterías de La Vinoteca me apeteció repetir la experiencia y me la llevé a casa. En jarra de cristal viste un color dorado intenso, con toques amarillo pajizo en periferia, techado por una crema blanca, no especialmente abundante. Sin ser apabullante, su aroma es robusto, bien cargado de malta dulce y masa de pan, acompañado por frutas maduras como manzana asada o pera. Quedan de fondo caramelo, miel y suaves recuerdos de plátano, salpicados de flores y mínimo limón.

Mantiene el mismo esquema en boca, dominado por un núcleo de malta, cereal, masa de pan y suave toffee, envuelto en frutas maduras y miel, con toques cítricos y levadurosos totalmente secundarios. La textura es densa y cremosa, aunque el paso por boca es fugaz, permitiendo engullir grandes cantidades sin esfuerzo. Termina en un final largo, de amargor claro pero controlado, donde notas florales y suaves notas cítricas del lúpulo noble se mueven con libertad entre matices más dulces para acabar de redondear el trago, dejando un suave picante en la garganta con el regusto. La única pega que le he encontrado es que la carbonatación me resultó al inicio un poco molesta, por lo demás me ha parecido una Märzen sólida y disfrutable, como para repetir una tercera vez... o las que hagan falta. 

NOTA:

domingo, 1 de septiembre de 2013

Marbel English Pale Ale

MARCA: Marbel
MODELO: Marbel English Pale Ale
ESTILO: Golden Ale (3'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: La marca de cervezas Marbel era una completa desconocida para mí hasta este año, cuando Ibán Garro, su responsable, dio la campanada en el Concurso de Maestría Cervecera de La Vinoteca al ganar tanto el premio del público como el del jurado en la sección de Pale Ale de la categoría profesional, con tan apenas dos años de experiencia en la elaboración de cerveza. Yo pude participar como jurado en dicho certamen pero me tocó valorar en el estilo Porter (no me quejo, por ahí andaba la Janis Porter de Naparbier),por lo que me quedé sin probar esta marca; sin embargo, estaba claro que oportunidades no me iban a faltar, puesto que se fabrica en Pamplona capital y era cuestión de tiempo empezar a verla por algunas tiendas.

Finalmente la encontré en una tienda de productos ecológicos, además a 1'70 euros, buen precio para lo caras que suelen ser estos establecimientos. Tenía unas cuantas botellas pendientes en la despensa, pero aun así preferí dar prioridad a esta, como suelo hacer con las nacionales que encuentro y con las novedades, y la abrí un par de días después. Al servirla me llamó la atención el color, dorado turbio con brillos bronce, con una protección de dos dedos de espuma blanca y cremosa, de burbuja fina, que la hace más similar a una Weizen alemana que a otra cosa. En nariz deja claro que no tiene nada que ver con este estilo germano, al atacar con una mezcla de malta y cereales con fruta no muy madura, sobretodo manzana verde, uva blanca y limón, acompañada con un toque de hierba, clavo y mínima levadura. Es un aroma agradable y refrescante, aunque poco tiene que ver con una Pale Ale inglesa, si acaso lo etiquetaría como una Golden Ale

En boca comienza muy ácida, sobretodo teniendo en cuenta el estilo, dirigida por lima, limón y manzana verde, con un tinte de hierba fresca e incluso mínimos recuerdos lácticos, llegando a hacer planteable si la cerveza está contaminada. A medida que se tranquiliza va apareciendo la malta, sin llegar en ningún momento a ser protagonista, para terminar finalmente en un amargor moderado, con los restos de la acidez inicial, junto a suaves notas de pino, hierba y especias. Es una cerveza con poca fuerza, y que no encaja con lo que se espera de ella. Mi impresión es que aún falta mucho camino por recorrer. Por lo pronto, veo necesarios unos ajustes en la receta, dando mayor presencia a la malta, quizá con algo de caramelo, y quitando esa acidez tan presente; al menos esa es mi opinión. Espero que en poco tiempo podamos disfrutar de una Marbel mucho mejor terminada.

NOTA:


sábado, 24 de agosto de 2013

Tyris Riu Rau

MARCA: Tyris
MODELO: Tyris Riu Rau
ESTILO: American Pale Ale (4'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Ésta es una más en la larga lista de botellas que Cristina y Fernando me han ido trayendo de sus distintos viajes durante los últimos años, en este caso de sus vacaciones en Jávea. (antes de que se me olvide, muchísimas gracias a ambos) Esta cerveza originaria de Benissa, en la comarca alicantina de Marina Alta, lleva el nombre de una construcción típica de esta región que tiene la función de proteger a la uva del clima durante el proceso de secado para convertirse en pasa. Actualmente se elabora en In Extremis, la fábrica de Tyris, de cuyas cervezas ya hablamos hace un par de años a raiz de un generoso regalo de la ya  tristemente difunta Lupulo A Mansalva.

Es una cerveza de color marrón rojizo, con destellos amarillentos, que al tocar la copa forma una compacta espuma beige que rápidamente mengua hasta medio dedo de altura. En nariz es discreta, no muy potente, aunque con una acidez cítrica y muy especiada que penetra en nariz con ferocidad. De fondo, sin estorbar demasiado, queda malta tostada, manzana dulce, ciruela negra, leve naranja y plátano, con un sutil punteado de hierba que potencia el cítrico. Más que otra cosa, lo que me pareció es una cerveza bastante peculiar, al menos su aroma.

En boca tampoco está mal, la textura es agradable y el sabor, pese a ser algo apagado, se disfruta, aunque sí que es cierto que daba la impresión de ser algo rudimentario. Se junta en el sabor un centro de cereales frescos, manzana, uva blanca y más suave malta, envuelto en un manto de hierba con chispas de pino y lima. De trago largo, refrescante, deja en la boca notas de levadura a medida que se va secando, hasta terminar con un final de amargor moderado, dirigido por lúpulo herbal, que con la ayuda de cítricos y especia picante sirven de impulso para un regusto sin prisas. Una cerveza rústica y un tanto rara, no demasiado complicada ni sabrosa, pero que antes de que te des cuenta se ha terminado. Creo que le falta afinar la receta y definir más los sabores, pero no me importaría tomar alguna en otra ocasión si no es demasiado cara.

NOTA:

domingo, 18 de agosto de 2013

Dispensador Happy Beer (Compra ECO)

Hace unas semanas se puso en contacto con nosotros Marta Guiu, en representación de la tienda online Compra ECO, comentándonos que, si bien esta empresa no se dedicada específicamente a la cerveza, tenían un producto que nos podía resultar interesante tanto a nosotros como a nuestros lectores: un dispensador de cerveza Happy Beer, que estaban dispuestos a enviarnos gratis para que probásemos y comentásemos nuestras impresiones.

Hacía un tiempo me había planteado comprarme uno, pero puesto que nunca había probado uno de estos aparatos y no estaba seguro de que mereciese la pena, junto con el inconveniente de que los barriles de 5 litros se deben consumir en las primeras 24 horas después de abrirlos y no suelo juntarme con los amigos en casa, al final rechacé la idea. Así, ésta nos pareció una excelente oportunidad de tener una primera experiencia con este tipo de artículos, contestamos a Marta que aceptábamos encantados su propuesta, y en menos de 3 días teníamos en casa la caja con el dispensador perfectamente empaquetado.

Por supuesto, en cuanto llegó lo primero que hice fue desembalarlo y montarlo con la ayuda del manual, y la verdad es que quedé bastante satisfecho con el elegante aspecto del aparato. Por desgracia en ese momento no tenía un barril a mano, ni tiempo para estrenarlo ni compañía para hacerlo, así que decidí esperar hasta un momento más adecuado y así tener unos días para buscar algún mini-keg que mereciese la pena. No obstante, lo que sí que pude es deleitarme tras comprobar algunas características de este dispensador que me parecieron muy interesantes:

- Se conecta a la corriente, enfría el barril y lo mantiene a una temperatura determinada.
- Tiene adaptador para todo tipo de barriles. (incluyendo uno especial para los de Heineken, que me temo que en mi caso se quedará sin estrenar)
- Incluye también una garrafa de plástico de 5 litros desde la que se puede servir cualquier bebida que se coloque en su interior, muy útil para homebrewers.

Pasaron un par de semanas hasta que pude estrenarla, cosa que hice ayer aunque con una cerveza no tan apetecible como esperaba, pero que igualmente disfruté. Su funcionamiento no tiene mucho misterio; solo hay que enfriar el barril, colocar el adaptador adecuado y conectarlo al dispensador por dos tubos, uno que desemboca en el grifo, y otro que introduce aire en el barril y hace que la cerveza salga con presión. La única dificultad la encontré a la hora de poner el adaptador, puesto que hay que retirar la pieza de plástico de la parte superior del mini-keg y no es fácil, de hecho unos alicates me parecen imprescindibles. 

Una vez hecho esto solo queda la parte fácil, que es beber la cerveza. Hay que reconocer que sale en muy buenas condiciones tanto de temperatura como de carbonatación y se nota claramente la diferencia tanto con la botella como al tomarla directamente del barril, empleando la llave que estos suelen incorporar. La única decepción ha sido el escaso calibre que tiene el chorro de cerveza, lógicamente el de la goma que va por el interior del grifo, pero es de todas maneras una pega de una importancia escasa.

Para resumir, salvo este último inconveniente, me ha parecido un aparato que puede resultar interesante, aunque posiblemente es para ocasiones puntuales más que para tenerlo siempre conectado. ¡No puedo esperar a tener un mini-keg de Schlenkerla Märzen para probarlo con una cerveza que merezca la pena! Muchísimas gracias a Compra ECO y a Marta Guiu por habernos permitido probar el dispensador.