MODELO: Ambar 1900
ESTILO: Pale Ale (4'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España
CARACTERÍSTICAS: Y otro modelo de La Zaragozana que se suma a este blog, Ambar 1900, la cerveza que conmemora el aniversario de Ambar. Aunque es una cerveza que he bebido en múltiples ocasiones (sobre todo por la accesibilidad a esta marca en Huesca y Zaragoza), decidí comprarla en Burgos para darle una cata más pausada.
Ambar 1900 es una Pale Ale, estilo poco común en las cervezas industriales de España, que como he comentado celebra el aniversario de la marca, lanzado en principio como cerveza de temporada, pero que a partir del 2000 podemos encontrar durante todo el año.
Tiene un color dorado claro y cristalino, casi transparente, pudiéndose ver a través de él y sus burbujas, rematado con una nube de espuma blanca que no dura demasiado. En su aroma destacan los cítricos y la malta, con leves matices herbales. Una vez en la boca hay un cierto toque afrutado, levemente ácido, que combina con la malta y el alcohol. Este se entrevé tímidamente, añadiendo un poco de fuerza al trago. Tiene un final caracterizado por un suave amargor, pero que no se aleja mucho del aspecto dulzón anterior.
Refrescante, suave y agradable. No es algo extraordinario, pero agradezco tenerla tan accesible, porque es una excelente cerveza de sesión.
Ambar 1900 es una Pale Ale, estilo poco común en las cervezas industriales de España, que como he comentado celebra el aniversario de la marca, lanzado en principio como cerveza de temporada, pero que a partir del 2000 podemos encontrar durante todo el año.
Tiene un color dorado claro y cristalino, casi transparente, pudiéndose ver a través de él y sus burbujas, rematado con una nube de espuma blanca que no dura demasiado. En su aroma destacan los cítricos y la malta, con leves matices herbales. Una vez en la boca hay un cierto toque afrutado, levemente ácido, que combina con la malta y el alcohol. Este se entrevé tímidamente, añadiendo un poco de fuerza al trago. Tiene un final caracterizado por un suave amargor, pero que no se aleja mucho del aspecto dulzón anterior.
Refrescante, suave y agradable. No es algo extraordinario, pero agradezco tenerla tan accesible, porque es una excelente cerveza de sesión.
NOTA:
CARACTERÍSTICAS: Siendo de Zaragoza, esta cerveza la he bebido en bastantes ocasiones, aunque habían pasado muchos años desde la última vez. Así, aprovechando que los de La Zaragozana me enviaron a casa esta botella para presentar la nueva imagen de la cerveza, me pareció un buen momento para reencontrarme con ella. El color es dorado bronceado, y al ser cristalina permite apreciar su viva carbonatación, aunque quizá la mía no tenía tanta burbuja como la de Alberto. Este gas sirve para alimentar una generosa capa de espuma blanca, con muy buena retención. En nariz se presenta con abundante malta, mucha masa de pan, vainilla, y algo de bizcocho y levadura, acompañado por también una buena ración de fruta, más que nada manzana madura, membrillo y suave pera. El lúpulo es fundamentalmente cítrico y herbal, no demasiado potente y encaja bien con el conjunto.
En boca sigue un patrón parecido. El núcleo principal está formado por malta, cereales, masa de pan y frutas maduras como las mencionadas antes. Tiene sin embargo un sabor curioso, como de verdura, y una falta de definición que imagino que se deberá al arroz que incluye la receta. Cierra con un amargor final leve, con notas de levadura, un toque cítrico aportado por el lúpulo, con un suave punto herbal, y un mínimo deje metálico, quedando cierto calorcillo en el regusto. Lo que está claro es que no es una Pale Ale al uso, aunque tiene la frutalidad propia de la fermentación alta. Por lo demás la veo una cerveza sencilla y que se deja beber, con algún problema derivado del arroz utilizado en la elaboración que pueden llamar la atención en la cata pero que seguro que pasan desapercibidos en cualquier ambiente informal.
NOTA: