Soy consciente de que paso por Zaragoza menos de lo que debería, y en ocasiones este desapego de mi ciudad natal (involuntario, lo juro) me ha jugado alguna mala pasada, también en el ámbito cervecil. Así, a principios del pasado verano, paseando por avenida Goya, me encontré con que una de las primeras tiendas en irrumpir en el panorama cervecero aragonés, Líquidos, estaba cerrada. Es cierto que, entre que me trasladé a Pamplona hace casi 4 años y que mi despensa suele estar bien surtida por diversos motivos, llevaba bastante tiempo sin pasar por allí, pero tanto por lo mucho que me había aportado este negocio como por la simpatía que tengo por su responsable, Ignacio, este cese de actividad me apenó mucho.
Por suerte, poco tiempo después me llegó un e-mail un tanto misterioso que me informaba de que Líquidos en realidad no había cerrado sino que se había trasladado a una calle paralela a avenida Navarra, además con un nuevo enfoque. La intención era la de funcionar como un almacén, con un catálogo más extenso y precios más ajustados, y para ello se incorporó a la empresa Txema, otro apasionado de la cerveza con una dilatadísima experiencia en este campo y amplios conocimientos, como ha demostrado todas las veces que hemos compartido alguna pinta.
Desde entonces he podido comprobar gracias a las fotos publicadas en su página de Facebook la buena acogida que han tenido estos cambios, viéndose una importante afluencia en catas y demás eventos que se han organizado, pero no fue hasta hace unos pocos días cuando tuve tiempo para visitar en persona el nuevo local.
La primera mejora la noté nada más cruzar la puerta, puesto que el espacio era más del doble del local de Líquidos original, lo que ha permitido colocar una mesa de gran tamaño y unas cuantas sillas para así poder llevar a cabo las catas con comodidad. Altas estanterías recubren la mayor parte de la superficie de las paredes, aglomerándose en ellas varias decenas de cervezas distintas, entre ellas muchas de origen alemán, algo no demasiado habitual en la mayor parte de los negocios de este tipo. También había bastantes botellas de formatos grandes, y lo único que eché en falta fue el poder adquirir alguna cerveza Lambic, que la verdad es que escaseaban.
En cuanto a los precios, la verdad es que Ignacio no exageraba y la bajada es considerable. Las referencias alemanas están cerca de los 2 euros en su mayor parte, mientras que belgas, inglesas y norteamericanas raramente superan los 3 euros, colocándose así entre las tiendas más baratas que yo conozco de la Península. Por último, también está a disposición de los clientes un grifo de cerveza, cuyo contenido va rotando, y por 3'5 euros quien lo desee puede tomarse una pinta del barril que esté pinchado en ese momento. En esta ocasión tuve la suerte de poder probar Tongerlo Christmas, una navideña belga más que aceptable.
Tras mucho pensar qué me iba a llevar para casa, elegí las 6 botellas que me resultaron más apetitosas y me despedí de Ignacio, no sin antes decirle la buena impresión que me llevaba del local. La verdad es que me pareció de las tiendas más interesantes de España, y sin duda la mejor de Zaragoza.
TIENDA: Líquidos Almacén de Cervezas
DIRECCIÓN: Calle Santa Orosia 27
LOCALIDAD: Zaragoza
PROVINCIA: Zaragoza