MARCA: Året RuntMODELO: Året Runt
ESTILO: Sahti (5'7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Finlandia
CARACTERÍSTICAS: Esta vez no puedo ofrecer datos sobre Nokian Panimo, la compañía que elabora Året Runt, principalmente porque mis conocimientos de finés solo alcanzan a dar las gracias y la web no ofrece otros idiomas. Lo que sí puedo decir es que fue la cerveza más cara de todo el viaje, y de las pocas que me interesaría volver a comprar por haber sido, con diferencia, la que más disfruté.
Forma parte de ese estilo antes desconocido para mí, las Sahti, que me conquistó al instante gracias al enebro empleado en la elaboración. Al igual que Puhti IV B, es de color marrón oscuro, aunque la carbonatación de esta es sensiblemente superior, formando una capa espuma blanca con reflejos beige del grosor de un dedo. El aroma es intenso y complejo, está dominado principalmente por malta y caramelo, acompañado de notas herbales (enebro y posiblemente pino) y frutales, donde se identifican frutas oscuras y bayas, y leves matices especiados.
La fuerza y complejidad del aroma se encuentran también en el gusto, de inicio dulce donde el caramelo y el enebro, este último más evidente ahora, parecen reducir el protagonismo de la malta tostada, mientras las bayas aparecen en segundo plano de forma discreta. Aparece cierta acidez durante el trago que se va transformando hacia el final en un amargor totalmente controlado que desaparece lentamente, produciendo entre ambos una astringencia muy agradable. Quizá peco de novato en el estilo, pero para mí ha sido una cerveza espectacular a la que no podría pedirle nada más.
Forma parte de ese estilo antes desconocido para mí, las Sahti, que me conquistó al instante gracias al enebro empleado en la elaboración. Al igual que Puhti IV B, es de color marrón oscuro, aunque la carbonatación de esta es sensiblemente superior, formando una capa espuma blanca con reflejos beige del grosor de un dedo. El aroma es intenso y complejo, está dominado principalmente por malta y caramelo, acompañado de notas herbales (enebro y posiblemente pino) y frutales, donde se identifican frutas oscuras y bayas, y leves matices especiados.
La fuerza y complejidad del aroma se encuentran también en el gusto, de inicio dulce donde el caramelo y el enebro, este último más evidente ahora, parecen reducir el protagonismo de la malta tostada, mientras las bayas aparecen en segundo plano de forma discreta. Aparece cierta acidez durante el trago que se va transformando hacia el final en un amargor totalmente controlado que desaparece lentamente, produciendo entre ambos una astringencia muy agradable. Quizá peco de novato en el estilo, pero para mí ha sido una cerveza espectacular a la que no podría pedirle nada más.
NOTA:
