ESTILO: Wheat Ale (5'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España
CARACTERÍSTICAS: Tras muchas semanas de espera, fue durante las fiestas del Pilar de 2008 cuando por fín se empezó a distribuir en bares y restaurantes el nuevo lanzamiento de La Zaragozana, Ambar Caesaraugusta, la primera cerveza de trigo producida por una cervecera industrial española. Ciertamente, la campaña de marketing había sido intensa, aunque no pesada, y las ganas que tenía de saborearla eran enormes. Además, el ciudado diseño, obra de Versus, contribuyó a alimentar mi interés: la botella serigrafiada en oro, con un estilo claramente influenciado por el Imperio Romano, y el dibujo, también en oro, de una moneda romana en la que se podía ver el rito etrusco para la fundación de una ciudad, que fue empleado en la colonia de Caesaraugusta hace 2000 años, consistente en un sacerdote togado guiando un arado de reja de bronce tirado por una yunta compuesta por un buey y una novilla, trazando el perímetro de la ciudad. Una presentación intachable, la verdad.
Cuando salió a la venta nos gustó bastante, se parecía a una Witbier aunque sin los ingredientes de rigor (cáscara de naranja y cilantro). Mucho ha llovido desde entonces; a los pocos meses se modificó la receta y la cerveza pasó a ser pasteurizada debido a que por la distribución no podían asegurar la estabilidad del producto. Más recientemente ha habido otra nueva receta, además del cambio de diseño, y desde La Zaragozana han tenido el detalle de enviarnos alguna botella para que la probemos. Ahora es de color dorado algo pálido, filtrada, con miles de burbujas formando una
espuma blanca con muy buena retención. Bastante malta en el aroma, cereal crudo, frutas frescas, más que nada manzana verde y algo de pera. La malta de trigo es evidente y aporta notas cítricas, especialmente marcadas si se agita la copa, sobretodo limón y cáscara de naranja. También destaca la especia picante, un deje mineral muy marcado, y el lúpulo floral. Da la impresión de que también hay algo de DMSO, aunque no es especialmente llamativo ni molesto y puede ser problema de mi botella.
En boca el cambio también es radical respecto a la antigua receta. Más dulce de lo que recordaba, con malta sin tostar, pan blanco, notas de manzana asada y plátano maduro por el trigo malteado. Carbonatación media, a mitad del trago arrastra a los cítricos y estos adquieren más presencia. Final de amargor firme, con una acidez clara, notas de limón, suave naranja, flores del lúpulo y un toque mineral. Da la impresión de que esta cerveza se ha adaptado para hacerla más acorde con los gustos del público general, y como consecuencia de ello se ha vuelto más plana, menos arriesgada. A mí personalmente me ha gustado menos, aunque la he bebido a gusto y no tendría problema en repetir si fuese necesario. De todas formas no la pediría si estuviesen disponibles otras opciones de la marca como Ambar Especial o Export.
Cuando salió a la venta nos gustó bastante, se parecía a una Witbier aunque sin los ingredientes de rigor (cáscara de naranja y cilantro). Mucho ha llovido desde entonces; a los pocos meses se modificó la receta y la cerveza pasó a ser pasteurizada debido a que por la distribución no podían asegurar la estabilidad del producto. Más recientemente ha habido otra nueva receta, además del cambio de diseño, y desde La Zaragozana han tenido el detalle de enviarnos alguna botella para que la probemos. Ahora es de color dorado algo pálido, filtrada, con miles de burbujas formando una
espuma blanca con muy buena retención. Bastante malta en el aroma, cereal crudo, frutas frescas, más que nada manzana verde y algo de pera. La malta de trigo es evidente y aporta notas cítricas, especialmente marcadas si se agita la copa, sobretodo limón y cáscara de naranja. También destaca la especia picante, un deje mineral muy marcado, y el lúpulo floral. Da la impresión de que también hay algo de DMSO, aunque no es especialmente llamativo ni molesto y puede ser problema de mi botella.
En boca el cambio también es radical respecto a la antigua receta. Más dulce de lo que recordaba, con malta sin tostar, pan blanco, notas de manzana asada y plátano maduro por el trigo malteado. Carbonatación media, a mitad del trago arrastra a los cítricos y estos adquieren más presencia. Final de amargor firme, con una acidez clara, notas de limón, suave naranja, flores del lúpulo y un toque mineral. Da la impresión de que esta cerveza se ha adaptado para hacerla más acorde con los gustos del público general, y como consecuencia de ello se ha vuelto más plana, menos arriesgada. A mí personalmente me ha gustado menos, aunque la he bebido a gusto y no tendría problema en repetir si fuese necesario. De todas formas no la pediría si estuviesen disponibles otras opciones de la marca como Ambar Especial o Export.