No son pocas las veces que en los comentarios de alguna reseña nos han recomendado La Cebada, una cervecería situada en la márgen izquierda del Ebro, en el 24 de la calle Caminos del Norte, aludiendo a la gran variedad de marcas que en este establecimiento ofrecen. Por desgracia yo vivo al otro lado del río por lo que muy a mano no me pilla, así que por falta de tiempo, aunque para ser sincero la pereza también tuvo algo que ver, todavía no había pasado por allí a explorar (se sobreentiende que con una cerveza en la mano). Sin embargo, bastó terminar examenes el 17 de Diciembre para estar allí el 18 por la noche, libro en mano y sediento tras un largo trayecto en bicicleta, dispuesto a comprobar las tan ensalzadas virtudes del local.
Con toda probabilidad no escogí el mejor dia para visitar el local puesto que nada más tomar asiento me percaté de que me había situado entre dos parejas que estaban entablando agrias discusiones (supongo que sobre la batalla de Waterloo) sin ninguna pinta de ir a resolverse en un corto periodo de tiempo, mientras un grupo cantaba canciones a coro en una de las mesas del fondo (cosa que por otra parte no me molesta en absoluto, de hecho me parece bastante lógico en un Sábado por la noche en España). No obstante esto no me impidió apreciar la maravillosa decoración del local, que es sin exagerar la mejor que he visto nunca en una cervecería, con estanterías repletas de botellas antiguas de todos los países, decenas de jarras de cerámica y multitud de artículos relacionados con el mundo cervecil; ni tampoco más adelante concentrarme en mi libro mientras disfrutaba de rica cerveza. Tampoco podría pasar sin mencionar las 3 o 4 neveras repletas de botellas de distintas marcas, desde Anchor, Flying Dog o Saranac pasando por De Molen, IV Saison, De Dolle y un larguísimo etcétera, que hicieron que se me iluminasen los ojos nada más verlas, infinitas copas de todo tipo, y una zona con una veintena de mesas donde se puede cenar cualquiera de los platos que se ofrecen.
En seguida me atendió el camarero, cuyo servicio y trato es en mi opinión uno de los puntos más fuertes de La Cebada por su amabilidad y su accesibilidad, y me preguntó qué quería tomar, tras lo cual me sugirió una cerveza de Navidad, a lo cual accedí sin pensármelo demasiado. La cerveza en cuestión fue Tongerlo Christmas, muy normalita y bastante ligera, pero aún y todo más que aceptable, que me sirvió para pasar un agradable rato enfrascado en Guerra y Paz (sí, todavía) Cuando la terminé el ambiente se había calmado por completo, pagué en torno a 4 euros por la cerveza y antes de irme charlé un rato con el dueño, que me comentó, entre otras cosas, que abrieron hace unos 3 años y que son varias las distribuidoras que les suministran, una de ellas La Maison Belge, la misma empresa que trabaja con la cervecería Manneken Beer de Pamplona.
En resumen, un local muy bien cuidado con una variedad de cervezas difícil de igualar, un servicio impecable y unos precios que, sin ser baratos, son los habituales para este tipo de cervezas. Tuve la mala suerte de escoger un día algo agitado, pero eso no empaña en absoluto la imagen del local, que bajo mi punto de vista es posiblemente el mejor de este estilo que existe en este momento en Zaragoza. Lo único malo que podría señalar es que la carta de cervezas no estaba del todo actualizada, cosa que no es demasiado grave, y que está permitido fumar, pero como esto último cambia en un par de días deja de ser un inconveniente. Con toda probabilidad volveré a visitarlo varias veces durante este nuevo año que comienza en apenas 5 horas, puesto que a pesar de la distancia merece la pena.
Por último, pido disculpas por las espantosas fotografías pero de todas las que tomé estas son las dos únicas medianamente aceptables, no estuve nada diestro con la cámara. En otra ocasión tomaré mejores, y así además mostraré algo más del interior de la cervecería.
CERVECERÍA: La Cebada
DIRECCIÓN: Calle Caminos del Norte, 24
POBLACIÓN: Zaragoza
PROVINCIA: Zaragoza