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domingo, 21 de abril de 2019

Cervecería en Sarriguren: El Retrogusto es Mío


Los nombres de Ana Murillo y Mikel Garrués pueden resultar familiares para los lectores del Hipos Urinatum, ya que los mencioné como ganadores del III Concurso de Maestría Cervecera de La Vinoteca, eran los responsables del blog El Retrogusto es Mío, y también los he nombrado como elaboradores de las cervezas de Maiku Brewing. Además de todo esto, en diciembre del 2016 iniciaron en Sarriguren, una pequeña población a pocos minutos de Pamplona, la aventura de regentar un bar especializado en cervezas y vinos al que dieron el nombre de su blog. Por motivos laborales, familiares, y porque Sarriguren me pilla un poco a desmano, hasta la fecha no había podido hacerles una visita, pero hace unas semanas nos las apañamos para que una excursión al valle de Egües tuviese una parada para reponer fuerzas en su local. Y la verdad, salimos encantados.

El Retrogusto es Mío se encuentra en una calle peatonal de Sarriguren, tan tranquila como es en realidad todo el pueblo. Funciona como cervecería/vinatería especializada, y además también como tienda dedicada a estas dos bebidas. Es un local espacioso y con mucha luz, cuenta con varias mesas donde sentarse, una barra con 6 grifos de cerveza, y varias estanterías que corresponden a la sección de tienda, repletas de botellas y latas.

Respecto a la oferta de cerveza, en los grifos hay referencias para todos los gustos y bolsillos, desde Pilsner Urquell a 3 euros la pinta hasta estilos más alcohólicos y complicados, y por lo tanto más caros. Sí que tuve la impresión de que hay bastante espacio reservado al producto nacional, e incluso local. Uno de los grifos está ocupado por la cerveza de la casa, la APA de Maiku Brewing, elaborada en las instalaciones de Brew & Roll en Barañáin. Yo me pedí una caña ese día, y me pareció francamente buena, sin nada que envidiar a referencias clásicas del estilo. También hay un buen surtido de botellas refrigeradas, aunque reconozco que no les hice demasiado caso.

En cuanto a comida, El Retrogusto no es un restaurante, ni intenta serlo, pero sí que hay bastantes opciones para picar algo, además a precio muy razonable. Vi en la carta bastantes quesos, embutidos, conservas, bocadillos y tostadas que me pusieron los dientes largos, aunque al final nos decidimos por un guacamole que estaba delicioso. De todas formas, dejo el Saint Marcellin y los mejillones picantes apuntados para la próxima vez, me quedé con ganas.

En resumen, local agradable, buena cerveza y buenos precios. Creo recordar además que la música era buena, así que no se me ocurren motivos para no hacer una parada si se visita el valle de Egües.




CERVECERÍA: El Retrogusto es Mío
DIRECCIÓN: c\ Bárdenas Reales 68
POBLACIÓN: Sarriguren
PROVINCIA: Navarra

lunes, 16 de octubre de 2017

Cervecería en Burgos: The Taverner Celtic Center

Aunque estoy contento de volver a Pamplona tras 6 meses trabajando en Burgos, también me da un poco de pena abandonar esta ciudad rebosante de cosas interesantes (bueno, la provincia entera en realidad), tanto a nivel cultural/histórico como gastronómico. En este último campo, y centrándome en el ámbito estrictamente cervecil, hay dos locales de la capital que voy a echar en falta: La Vache Folle, del que ya he hablado anteriormente, y The Taverner.

Por desgracia, descubrí The Taverner hace apenas un mes y por ese motivo sólo me ha dado tiempo a visitarlo un par de veces, aunque han sido suficientes para quedarme encandilado. Se encuentra en una callejuela entre la Avenida del Cid y la Avenida de los Reyes Católicos, a apenas 5 minutos a pie del centro de Burgos. El local, que curiosamente es el que albergaba La Vache Folle antes de su traslado a otro en una calle aledaña, es de un tamaño diminuto, pero esto no es impedimento para que por las noches se junten allí un buen número de personas. Pese a lo que pueda parecer, sus reducidas dimensiones no suponen una merma en la comodidad del cliente... aunque sí que es verdad que es fácil acabar participando en conversaciones con gente de otros grupos o con los dueños del bar, lo que le da un ambiente curioso y a la vez cálido y agradable, casi familiar.

El repertorio de cervezas es relativamente amplio, y a un precio muy ajustado, pero no tiene el enfoque especializado de La Vache. Cuenta con dos grifos, uno de Maes y otro de Guinness, además de un frigorífico con unas 15 referencias, tanto nacionales como extranjeras, todas ellas apetecibles. Sin embargo, el principal atractivo de The Taverner, y que lo hace diferente a cualquier otro local, es la obsesión de sus dueños con el picante. Mientras se está allí se puede aprovechar para untar los aperitivos en algunas de las salsas más picantes del mundo, por ejemplo Mustard Gas o Scovilla's Dragonfire End of Time (no es que tenga ni idea del tema, es que fueron las dos que sufrí), y poner a prueba la resistencia personal. Para los más atrevidos se preparan nachos ultrapicantes, aunque para probarlos hay que firmar un consentimiento informado... yo probé los picantes, y fue más que suficiente para mí. Si se desea también se pueden comprar a un precio muy ajustado los botes de salsas para llevar a casa. Por último, también se puede disfrutar de sidra asturiana, tacitas de Ribeiro, algún vino tinto de la zona e incluso de queimada tradicional gallega las noches de Luna Llena. 

No es el tipo de local que suelo recomendar en Hipos Urinatum, pero si con esto que he contado a alguien le resulta interesante que vaya sin miedo, que no se arrepentirá. Los dueños no pueden ser más majos, por cierto.

domingo, 25 de junio de 2017

Cervecería en Burgos: La Vache Folle

A pesar de que los 5 años que he vivido en Pamplona me han servido para echar raíces y decidir que antes o después me gustaría residir en Navarra, la verdad es que mi reciente traslado a Burgos tampoco me supuso una tragedia. Lo que sí que me intrigaba (el verbo "preocupar" me parece excesivo en este contexto) era el aspecto cervecil, puesto que en Pamplona tenía como tienda habitual "La Vinoteca", como cervecería de cabecera "La Modelo", y como fábrica predilecta "Naparbier"... y en Burgos no sabía qué me iba a encontrar. Por suerte contaba con la ayuda de la página que tantas veces me ha resuelto circunstancias similares, Localbier, que me indicaba que a pocos metros de mi nueva casa se encontraba una cervecería con un número de referencias considerable: La Vache Folle.

Cuando me metí en su página web vi que se trataba de una cervecería especializada en queso, otro de mis vicios, así que tan pronto como pude me pasé para comprobar si era tan buen sitio como parecía. El local es bastante amplio, con una barra con 6 grifos a la izquierda y detrás una pizarra indicando las cervezas pinchadas, varias mesas a la derecha con algunas pizarras colgadas en la pared indicando los quesos disponibles, y un espacio abierto al fondo con dos neveras repletas de botellas diferentes, tanto locales como de importación, y una diana de dardos. Esta primera vez que estuve la afluencia era bastante importante, sin embargo el ruido no era excesivo en absoluto y se podía hablar con total tranquilidad, lo que me pareció un punto muy favorable.

Los dueños, además de muy majetes, parecen saber bastante de cerveza, a tenor de las recomendaciones que me han hecho hasta el momento y de una conversación con un cliente homebrewer que no pude evitar escuchar parcialmente. También conocen bien los 10-12 quesos diferentes que suelen tener disponibles, que van desde curados nacionales hasta europeos más blandos. Por último, en cuanto a precios, las cervezas de botella están francamente bien; las fijas de barril, Löwenbräu y Leffe están regaladas (2'5 euros y 3'5 euros la pinta respectivamente); mientras que las que rotan varían en función de la marca, aunque sí que hay alguna que llega a un precio algo elevado para mi gusto... imagino que esto depende más de la fábrica que del propio local.

En mi opinión una de las mejores cervecerías del país, y sin duda la mejor de Burgos. Recomendadísima para todo el mundo, y más aún para los amantes del queso.

jueves, 6 de abril de 2017

Cervecería en Pamplona: La Modelo - Cerveza de Garaje


Rubén Fernández, responsable del Club Bier de La Vinoteca, llevaba varios meses avisándonos de la inminente puesta en marcha de su nuevo proyecto, una cervecería especializada llamada La Modelo localizada en el 2º Ensanche de Pamplona. La casualidad (maldita casualidad) hizo que la inauguración, que fue el fin de semana del 18 de marzo, me pillase trabajando en París... pero evidentemente, una vez de vuelta en la ciudad me ha faltado tiempo para acercarme y ver con mis propios ojos cómo había quedado finalmente.

El local es el de un antiguo taller de coches y por lo tanto de gran tamaño y, junto con el estilo minimalista escandinavo de la decoración y del mobiliario (Rubén confesó que se había inspirado en Fermentoren de Copenhague), ha conseguido amplios espacios que permiten que mucha gente pueda estar al mismo tiempo en la cervecería sin agobios. No escasean los sitios donde sentarse, lo que siempre es de agradecer, y además cuenta con una sala algo oculta por el momento que posiblemente se dedicará a catas y eventos similares más adelante.

Centrándome ya en aspectos fundamentales para los fanáticos birreros, La Modelo cuenta con 14 grifos de cerveza distintos y tres neveras con gran cantidad de referencias en botella. Además, los adictos a las Real Ale están de enhorabuena porque esta cervecería se suma a la (tristemente) corta lista de locales españoles con tirador de cask. Cuando yo estuve había pinchado un cask de Young's Stout, mientras que la pizarra avisaba de la presencia de barriles de orígenes y estilos muy distintos, desde marcas nacionales como DouGall's o Populus hasta referencias extranjeras para todos los gustos.

Algo en lo que yo siempre me fijo son los precios, de nada me sirve que un local tenga buena cerveza si me van a pedir 8 euros por tomarme una pinta. Por suerte, en este caso los precios están muy ajustados y oscilan desde los 3 euros por pinta de alguna referencia británica hasta los 6 euros por elaboraciones más especiales, aunque la mayoría de las cervezas recogidas en la pizarra rondan los 4-4'5 euros. Respecto a comida, por el momento la oferta se limita a tablas de quesos y embutidos, aunque me comentaron que tienen la intención de ampliar las opciones más adelante.

No puedo negarlo, a mí me ha encantado.. y por la afluencia que había ese día está claro que no soy el único. Se nota la pasión y experiencia de Rubén con la cerveza, tanto por la variedad de marcas disponibles como por el perfecto estado en el que se sirven. Tengo además la suerte de tener gustos bastante parecidos a los suyos, por lo que la selección casi parece hecha por mí.  Me ha dado bastante pena que se abra justo cuando parece que voy a tener que cambiar de ciudad; lo que tengo claro es que cada vez que pase por Pamplona va a ser uno de los sitios que voy a visitar, y más todavía si se acaba convirtiendo en un brewpub, como tengo entendido que puede pasar a medio plazo.


CERVECERÍA: La Modelo - Cerveza de Garaje
DIRECCIÓN: c\ Aoiz 4,
POBLACIÓN: Pamplona
PROVINCIA: Navarra

sábado, 15 de octubre de 2016

Cervecería en Copenhague: Dia'legd

Por motivos laborales, a principios de octubre tuve que pasar casi una semana en la capital de Dinamarca, y conociendo de antemano la interesante escena cervecera que se ha desarrollado en este país durante las últimas décadas, fui decidido a aprovechar los momentos libres que tuviese para explorarla. 

Evidentemente pasé por Mikkeller Bar, habría sido imperdonable no visitar una cervecería que está considerada como una de las mejores del mundo (aunque a mí me pareció excesivamente cara y bastante snob). Sin embargo, enfrente de este se encontraba un local bastante más distendido llamado Dia'legd, que había convertido en mi objetivo principal a raíz de los comentarios que había leído en Internet.

La peculiaridad de Dia'legd es que únicamente sirven cervezas de Refsvindinge Bryggeri, localizada en la isla danesa de Fionia (Fyn). En su carta cuentan con al menos 20 referencias en botella distintas, todas a 30 DKK (4 euros), un precio aceptable para lo habitual en Copenhague. Además, en la barra hay disponibles 4 grifos con barriles que van rotando a medida que se agotan. En cuanto al nivel de sus elaboraciones, yo lo consideraría irregular; algunas de las cervezas que probamos estaban francamente buenas, por ejemplo su IPA o su Stout, mientras que hubo varias que en mi opinión tenían mucho margen de mejora. 

El local es pequeño pero cómodo, y es tranquilo la mayor parte del tiempo aunque anima un poco los fines de semana. Por último, el trato fue amable y cercano, y sus dueños se tomaron mucho interés en explicarme las diferentes cervezas que ofrecían para que asegurarse de que disfrutase de mi elección. La verdad es que volvería encantado, es una opción diferente a las cervecerías con más renombre de la ciudad y puede ser buena alternativa.


CERVECERÍA: Dia'Legd
DIRECCIÓN: c\ Viktoriagade 1
POBLACIÓN: Copenhague
PAÍS: Dinamarca

sábado, 21 de mayo de 2016

Cervecería en Santander: La Braña de San Celedonio

A mediados de Abril tuve que pasar un par de días en la bellísima Santander (ahora un poco menos bella por culpa de Botín) por motivos de trabajo pero, como suele ser costumbre, aproveché un rato que tenía libre para buscar alguna tienda en la que conseguir una cerveza de la zona. Al final resultó que cerca de mi hotel estaba la tienda "Tercer Tiempo", de la que hablaré en los próximos días, así que decidí pasar por allí con un colega, y de paso aprovechamos para preguntar por alguna cervecería cercana en la que pudiésemos disfrutar de una charla acompañada de una cerveza en condiciones.

Nos recomendaron dos garitos, pero como el de La Braña de San Celedonio vino acompañado de la palabra mágica "cask", mi mente olvidó el otro nombre al instante y al caer la noche nos dirigimos hacia el primero.Al llegar nos encontramos un local pequeño pero espacioso y cómodo, decorado con sencillez y buen gusto, y aprovechando que estaba bastante vacío nos sentamos junto a la barra, cerca del prometido "cask".

Evidentemente pedimos una pinta de este, con más ganas todavía cuando nos enteramos de que estaba pinchada la Bitter de Young's, y la verdad es que nos supo deliciosa, casi como si estuviésemos en pleno Londres. De todas maneras no era la única opción apetecible puesto que, además de una neverita con alrededor de 15 botellas distintas, el bar cuenta también con 6 grifos activos, y de ese día recuerdo, entre otras, referencias tan interesantes como Tripel Karmeliet, Eder's Pilsener o De Molen Amarillo. En cuanto a comida, nosotros veníamos de una cena y no estabamos como para pedir nada más, pero tenían a la vista una carta sencilla pero más que efectiva para acompañar buenas cervezas.


Cualquiera que haya pasado en los últimos meses o años por Madrid o Barcelona asumirá que, aunque el local pueda parecer interesante, también le tocará pagar cantidades ridículamente elevadas de dinero para disfrutarlo. Pues nada más lejos de la realidad; otro de los puntos positivos de La Braña de San Celedonio fue que los precios son por lo general comedidos y, salvo referencias algo especiales, por alrededor de 4 euros podiamos tomar una pinta de la mayor parte de las cervezas disponibles (de hecho, 4'5 euros nos costó la de "cask"), moderación que también se mantenía en la carta de comida.

La verdad, nos gustó tanto que también hicimos una visita al día siguiente para repetir la pinta de Young's, y no me cabe la menor duda de que cuando vuelva a Santander le intentaré buscar un hueco. Además, según me comentaron los responsables, tienen la intención de contar con DouGall's de cask con tanta frecuencia como sea posible, lo cual es un gran aliciente.

Por último, en mi visita no llevaba mi cámara de fotos por lo que todas las imágenes con las que ilustro mi artículo son sacadas de su Facebook. Espero que no les importe.


CERVECERÍA: La Braña de San Celedonio
DIRECCIÓN: c\ San Celedonio, 41
POBLACIÓN: Santander
PROVINCIA: Cantabria

miércoles, 29 de abril de 2015

Cervecería en A Coruña: Cervezoteca Malte

Hacía tiempo que sabía la existencia de la cervezoteca Malte gracias a su web, perfil de Twitter y página de Facebook, y la verdad es que parecía un lugar muy interesante a visitar, tanto su arsenal de cervezas disponible como por las comidas que preparan. Por desgracia el local está emplazado en A Coruña, muy a desmano de donde vivo yo ahora mismo, y salvo por algún evento imprevisto era poco probable que pudiese hacer una visita.

Curiosamente a principios de este año se me citó para una reunión de trabajo en esta ciudad gallega, así que me propuse sacar un rato para pasarme por allí, y tuve la suerte de que mi hotel se encontraba a menos de 5 minutos a pie de la puerta del bar. Así, durante el fin de semana que estuve en la ciudad pude comprobar con mis propios ojos las maravillas que este local ofrecía a la población coruñesa, haciendo un par de incursiones con la intención de tomar algo que no fuese un vino blanco. (excelentes por otro lado, no me habría supuesto ningún problema seguir con ellos)

Lo primero que me quedó claro es que Malte es un local de éxito en A Coruña puesto que, a pesar de dedicarse de forma tan específica a la cerveza, siempre había por lo menos 10-15 personas dentro independientemente de la hora que fuese. Es probable que para esto ayude el ambiente de la cervecería, muy animado y con buena música a un volumen que permitía la conversación, además del trato de los camareros, pendientes de ayudar desde el momento en el que se pone un pie dentro.

Nada más cruzar la puerta llama la atención la pizarra y la pantalla que enumeran las 10 referencias disponibles en barril, mientras que a la derecha, detrás de la barra, se encuentran 3 neveras rebosantes de botellas nacionales y foráneas. Algo que me gustó mucho es que cuentan con cervezas de barril de buena calidad y aptas para todos los gustos y bolsillos: si alguien es más amante de las clásicas o no le apetece dejarse 5-6 euros había opciones más que interesantes, por ejemplo Löwenbräu a 3 euros la pinta, La Trappe Quadrupel, etc; sin embargo, aquellos que busquen novedades tampoco van a quedar insatisfechos, al menos cuando yo estuve habían pinchado marcas como Pizza Port, Naparbier, Amager, etc.

Mi paso por allí incluyó una caña de Löwenbräu y otra de la Brown Ale de Brooklyn Brewing, ambas muy ricas, y el segundo día una pinta de Transatlantic Pale Ale de Amager en perfectas condiciones. En cuanto a comidas, yo tenía organizadas ya de antemano todas las del fin de semana por lo que comí nada allí, sin embargo algún compañero que sí que lo hizo quedó muy satisfecho. Mención especial merece el Menú del Día Maltero, muy completo y elaborado, y además a buen precio.

Lo único que de lo que uno podría quejarse es de que la carta de cervezas en botella no esté actualizada, pero este es un problema menor y fácil de solucionar, por lo demás la cervecería me ha parecido de las mejores en las que he estado hasta el momento, tanto por ambiente y servicio como por productos y precio.



CERVECERÍA: Cervezoteca Malte
DIRECCIÓN: c\ Galera 47
POBLACIÓN: A Coruña
PROVINCIA: A Coruña

domingo, 10 de noviembre de 2013

Cervecería en Salamanca: Slainte

Hace algunos días me embarqué en un viaje a Salamanca por motivos laborales, pero como estaba seguro de que entre tanto trabajo iba a haber algunos momentos de ocio, aproveché para pedir algunas recomendaciones en materia cervecil sobre esta ciudad, ya que mi desconocimiento era absoluto. Pronto obtuve varias respuestas, y me llamó la atención en que casi todas coincidían en un bar llamado Slainte. Así pues, acepté las recomendaciones (aprovecho para dar las gracias por ellas) y apunté esta cervecería de cara a hacer una visita en cuanto tuviese una oportunidad.

Tras un par de días rondando por ahi, con una Pale Ale bastante industrial como mejor cerveza que me había llevado a la boca, una tarde lluviosa me escape durante unas horas y fui a este local dando un paseo. La dirección correspondía a una calle estrecha y algo oscura, perpendicular a una de las grandes avenidas de Salamanca, y allí me encontré ante una puerta de un garito de aspecto modesto, que posiblemente jamás me habría llamado la atención si no hubiese tenido referencias previas. 

Por dentro el local es sin duda pequeño, pero la innumerable cantidad de botellas, copas, carteles y demás merchandising de cerveceras que se pueden encontrar lo hacen muy acogedor para el apasionado de esta bebida. Nada más entrar, queda a mano izquierda una estantería abarrotada con casi la totalidad de las referencias disponibles para el cliente, mientras que a la derecha, detrás de una pequeña mesa, se encuentra la nevera, también hasta los topes. 

A pesar de que cuando entré era el único cliente, desde el primer momento me sentí muy cómodo. Eché un vistazo a las cervezas disponibles, que incluían tanto artesanales nacionales como marcas extranjeras de alto nivel, algunas de ellas como las Jopen neerlandesas o las Innis & Gunn escocesas, que tan poco frecuentemente se ven en el país, y finalmente me decidí por una Malheur 12. Mientras tanto el dueño me desveló, además de futuras incorporaciones al repertorio, su intención de tener una zona en el bar que funcionase como tienda, cosa que me pareció muy buena idea. Me sorprendió gratamente, por cierto, los precios de las cervezas, puesto que todas las referencias oscilaban entre los 2 y 3 euros, bastante por debajo de lo habitual en la mayoría de las cervecerías especializadas del país.

En poco rato el ambiente se empezó a animar con personas de lo más variopinto, desde gente del barrio que parecían clientes de toda la vida hasta jóvenes ávidos de probar cervezas nuevas acompañadas de algo de picoteo, aconsejados por el responsable de la barra. Yo seguí tan tranquilo con mi cerveza y un libro, y muy a gusto me habría quedado a tomarme una segunda, pero por desgracia tenía otros compromisos que atender. Así, pagué los 3 euros que costaba mi cerveza y me fui, aunque con la total seguridad de que volvería a este sitio la próxima vez que visitase Salamanca. 

La verdad, me pareció un muy buen local. Buen surtido y bastante original, y precios excelentes. Quizá queda algo corto en cuanto a comida, pero la verdad es que yo tampoco lo eché en falta.

(NOTA: este negocio se trasladó a la calle Van Dyck meses después de que yo lo visitase)

CERVECERÍA: Slainte.
DIRECCIÓN: Calle Van Dyck, 5.
POBLACIÓN: Salamanca.
PROVINCIA: Salamanca.


viernes, 29 de julio de 2011

Cervecería en Huesca: Rafaela Estación

NOTA IMPORTANTE: A lo largo del 2012 este local retiró su repertorio de cervezas.

Ya nos han preguntado unas cuantas veces por alguna cervecería interesante en Huesca, ciudad de la que soy oriundo. Aunque no es un sitio en el que se puedan encontrar demasiados comercios fuera de lo normal, sí que presume de una cervecería plagada de cervezas donde se puede comer y escuchar buena música (a veces). El Rafaela Estación está situado en la Plaza San Voto nº 3 Bajos.

Esta cervecería tiene un estilo de estación de tren antigua. Tiene unas cuantas mesas con bancos de madera tipo mesas de estación, y una serie de mesas de cafetería. Hay sitio de sobras, aunque pocas veces lo he encontrado practicamente vacío. El servicio suele ser excelente, y aunque de vez en cuando te topas con un camarero sin demasiada mano en el tema cervezas, hacen lo posible por satisfacer el pedido.

La primera vez que cené allí me sirvieron una de las hamburguesas más espectaculares que he comido, en tamaño e ingredientes. No obstante, cada vez que he vuelto con intención de cenar esa tremenda hamburguesa, he visto reducido el plato. Ayer fuimos a cenar, ya que hacía mucho tiempo que no pasábamos por allí, y la hamburguesa había perdido toda grandiosidad. No obstante, cenamos muy bien.

Entre su oferta cervecil ofrecen gran variedad de cervezas, catalogadas por países y con una escueta descripción en ocasiones poco acertada. No obstante podemos encontrar todas las marcas capitales belgas (con capitales me refiero a las Chimay, Grimbergen, Rochefort, Wetmalle, Gulden Draak, etc...), curiosidades españolas de micros, unas cuantas alemanas y recientemente han traído las Flying Dog. Gran cantidad del resto son por lucir carta y añadir países: la danesa Carlsberg; Desperados o La Biere du Demon por Francia; Pilsner Urquell o Staropramen representando a la República Checa; y en ese estilo. Llevan un tiempo trayendo de vez en cuando nuevas marcas, aunque no suelen traer muchos ejemplares.


Uno de los puntos más importantes de esta cervecería son sus precios. Se puede cenar y beber por una más que módica cantidad de dinero, y hay cervezones a un precio del todo irrisorio. Buen ambiente, buena comida, buenas cervezas y buen precio, toda una joyita para los amantes de la cerveza que pasen por Huesca.

Pésimas fotos, si tengo ocasión las renovaré.


CERVECERÍA:
Rafaela Estación
DIRECCIÓN: Plaza San Voto, 3, Bajos
POBLACIÓN: Huesca
PROVINCIA: Huesca

viernes, 31 de diciembre de 2010

Cervecería en Zaragoza: La Cebada

No son pocas las veces que en los comentarios de alguna reseña nos han recomendado La Cebada, una cervecería situada en la márgen izquierda del Ebro, en el 24 de la calle Caminos del Norte, aludiendo a la gran variedad de marcas que en este establecimiento ofrecen. Por desgracia yo vivo al otro lado del río por lo que muy a mano no me pilla, así que por falta de tiempo, aunque para ser sincero la pereza también tuvo algo que ver, todavía no había pasado por allí a explorar (se sobreentiende que con una cerveza en la mano). Sin embargo, bastó terminar examenes el 17 de Diciembre para estar allí el 18 por la noche, libro en mano y sediento tras un largo trayecto en bicicleta, dispuesto a comprobar las tan ensalzadas virtudes del local.

Con toda probabilidad no escogí el mejor dia para visitar el local puesto que nada más tomar asiento me percaté de que me había situado entre dos parejas que estaban entablando agrias discusiones (supongo que sobre la batalla de Waterloo) sin ninguna pinta de ir a resolverse en un corto periodo de tiempo, mientras un grupo cantaba canciones a coro en una de las mesas del fondo (cosa que por otra parte no me molesta en absoluto, de hecho me parece bastante lógico en un Sábado por la noche en España). No obstante esto no me impidió apreciar la maravillosa decoración del local, que es sin exagerar la mejor que he visto nunca en una cervecería, con estanterías repletas de botellas antiguas de todos los países, decenas de jarras de cerámica y multitud de artículos relacionados con el mundo cervecil; ni tampoco más adelante concentrarme en mi libro mientras disfrutaba de rica cerveza. Tampoco podría pasar sin mencionar las 3 o 4 neveras repletas de botellas de distintas marcas, desde Anchor, Flying Dog o Saranac pasando por De Molen, IV Saison, De Dolle y un larguísimo etcétera, que hicieron que se me iluminasen los ojos nada más verlas, infinitas copas de todo tipo, y una zona con una veintena de mesas donde se puede cenar cualquiera de los platos que se ofrecen.

En seguida me atendió el camarero, cuyo servicio y trato es en mi opinión uno de los puntos más fuertes de La Cebada por su amabilidad y su accesibilidad, y me preguntó qué quería tomar, tras lo cual me sugirió una cerveza de Navidad, a lo cual accedí sin pensármelo demasiado. La cerveza en cuestión fue Tongerlo Christmas, muy normalita y bastante ligera, pero aún y todo más que aceptable, que me sirvió para pasar un agradable rato enfrascado en Guerra y Paz (sí, todavía) Cuando la terminé el ambiente se había calmado por completo, pagué en torno a 4 euros por la cerveza y antes de irme charlé un rato con el dueño, que me comentó, entre otras cosas, que abrieron hace unos 3 años y que son varias las distribuidoras que les suministran, una de ellas La Maison Belge, la misma empresa que trabaja con la cervecería Manneken Beer de Pamplona.

En resumen, un local muy bien cuidado con una variedad de cervezas difícil de igualar, un servicio impecable y unos precios que, sin ser baratos, son los habituales para este tipo de cervezas. Tuve la mala suerte de escoger un día algo agitado, pero eso no empaña en absoluto la imagen del local, que bajo mi punto de vista es posiblemente el mejor de este estilo que existe en este momento en Zaragoza. Lo único malo que podría señalar es que la carta de cervezas no estaba del todo actualizada, cosa que no es demasiado grave, y que está permitido fumar, pero como esto último cambia en un par de días deja de ser un inconveniente. Con toda probabilidad volveré a visitarlo varias veces durante este nuevo año que comienza en apenas 5 horas, puesto que a pesar de la distancia merece la pena.

Por último, pido disculpas por las espantosas fotografías pero de todas las que tomé estas son las dos únicas medianamente aceptables, no estuve nada diestro con la cámara. En otra ocasión tomaré mejores, y así además mostraré algo más del interior de la cervecería.

CERVECERÍA: La Cebada
DIRECCIÓN: Calle Caminos del Norte, 24
POBLACIÓN: Zaragoza
PROVINCIA: Zaragoza

jueves, 9 de diciembre de 2010

Cervecería en Pamplona: Manneken Beer

Situada en el número 9 de la calle Íñigo Arista de Pamplona, muy cerca del Parque de la Vuelta del Castillo, abrió sus puertas el 16 de Septiembre de este 2010, y pese a mis habituales visitas a Pamplona me enteré de la existencia de Manneken Beer un par de semanas después cuando Iker, una de las personas al cargo de esta nueva cervecería y también de uno de los blogs de temática cervecil más veteranos de la Península, lo anunció en una de sus entradas. Como se puede suponer por el nombre, la cervecería se centra en marcas belgas, de hecho es la propia Maison Belge, referencia a nivel nacional de cervezas de este país, la que aprovisiona este establecimiento.

Prometí entonces pasarme a tomar algo la próxima vez que viajase a la ciudad, y como soy hombre de palabra aproveché que mis pequeñas vacaciones durante este puente tenían parada en la capital navarra para hacer una breve visita al local, y ya de paso comentar aquí la experiencia. Como acompañante llevé a la muscularmente hipertrofiada Ana, casi ya habitual en Hipos, y mojándonos los calcetines en un intrépido camino desde el centro nos plantamos sin demasiadas dificultades allí.

Nada más entrar el ambiente me conquistó, no demasiado ruidoso, sin rastro de humo, y todo lleno de decoración cervecil (mención especial a las imágenes de Brasserie Caracole, sigo siendo incondicional de esta fábrica). Me resultaba familiar uno de los camareros que estaban detrás de la barra pero en un principio no me atreví a preguntarle, lo consulté con Ana mientras ojeaba la carta de cervezas y cuando al final concluimos que probablemente era Iker (le habíamos conocido dos años antes, cuando llevaba la Maison Belge de Pamplona) fue él quien me me preguntó si yo era Hugo. Ante mi respuesta afirmativa, estuvimos charlando un rato y acto seguido le pedí las dos cervezas que Ana y yo habíamos resuelto tomar.

La chica fuerte no es demasiado apasionada de las cervezas, sin embargo le gustan bastante las Lambic dulces, así que ella optó por una Lindeman's Kriek con la que quedó más que satisfecha, mientras yo, aprovechando la gran cantidad de cervezas navideñas que acababan de llegar a la cervecería, opté por una Corsendonk Christmas Ale, realmente estupenda, en detrimento de De Dolle Stille Nacht, que era la otra que tenía en el punto de mira y que al final no tomé. A la hora de pagar ninguna sorpresa, los precios son más que adecuados tanto para las cervezas que nosotros escogimos como para las innumerables referencias que había en la carta, e incluso se ofrece la posibilidad de comprar botellas para llevar con un descuento de hasta el 35%.

En fin, encantado quedé con Manneken Beer, a la que le deseo todo el éxito del mundo, que será totalmente merecido teniendo en cuenta lo bien que han cuidado cada detalle. Solo me quedó pendiente probar alguna de las tapas, pero tampoco tardaré mucho en hacerlo.

CERVECERÍA: Manneken Beer
DIRECCIÓN: Calle Íñigo Arista, 9
POBLACIÓN: Pamplona
PROVINCIA: Navarra