Oud Beersel Vandervelden 137

MARCA: Our Beersel

MODELO: Oud Beersel Vandervelden 137

ESTILO: Gueuze añejada en barricas de Brunello di Montalcino (6'5% ABV)

PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Este mes de octubre terminé (al fin) una etapa de trabajo bastante intensiva, y para celebrarlo decidí abrir una de las botellas de mi alijo de Lambic. La elegida fue esta elaboración especial de Oud Beersel, cuyo nombre hace referencia al tiempo transcurrido desde la fundación de la fábrica. Se trata de una Gueuze creada a partir de Lambic de 3 años de edad envejecidas en 3 foudres que anteriormente se habían contenido Brunello di Montalcino, un reputado vino de la Toscana.

De color dorado, velada, con bastante burbuja que asciende con rapidez, pese a lo cual apenas es capaz de formar un anillo de espuma. Aroma potente al servirla, aunque luego parece que se apaga un poco. Predominan manzana verde, cereal crudo, notas lácticas de la levadura salvaje y marcados recuerdos de heno fresco. Se nota también el roble de la barrica, más tostado que avainillado, cáscaras de cítricos y algo de acético que parece recordar al vinagre de manzana. A ratos la madera parece más evidente, otros ratos se disimula tras la levadura, tiene la deliciosa complejidad y variabilidad de este tipo de cervezas.

En boca es especialmente equilibrada, con una carbonatación casi perfecta. Más ácida al principio, con cáscaras de cítricos, pomelo, cereal crudo, se fija en el paladar. Sabor con mucho volumen, sale una sequedad que recuerda al jerez, dejando notas de madera, manzana verde, leves recuerdos vinosos y levadura salvaje que se marca sobretodo en la garganta. Termina seca, mineral, con un regusto en el que se entrelazan heno, vino tinto y algún punto de albaricoque. Me gusta mucho, es menos ácida que otras pero está muy equilibrada, y resulta agradable notar la influencia de la barrica de vino. ¿Mejor que otras Gueuze no tan especiales, de forma que justifique el precio? Pues no sabría que decir.

NOTA:

Huppendorfer Vollbier

MARCA: Huppendorfer

MODELO: Huppendorfer Vollbier

ESTILO: Kellerbier Märzen (5% ABV)

PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Anteriormente ya hablé de la Zwickl de Huppendorfer, pero si esta marca tiene una referencia clásica es su Vollbier. Se trata además de una cerveza muy apreciada y popular en Franconia, tanto que si se pide una "Huppi", todo el mundo va a saber exactamente a qué se refiere. Es, por supuesto, una recomendación absoluta para todo aquel interesado en la cerveza de esta región.

En algún lugar la he visto clasificada como una Kellerbier, y como tal la voy a dejar, aunque algunas características me cuadran con una Märzen... y es que bajo el término Vollbier uno se puede encontrar casi cualquier cosa. El color es pardo anaranjado, algo velada, con mucha burbuja gruesa que ocupa todo el volumen del líquido, pese a lo cual apenas pueden mantener una membrana de espuma amarillenta. En nariz es maravillosa, cada vez que lo pruebo me sorprende, tiene un torrente de malta limpia, un punto de toffee y galleta, con recuerdos de sobao más de fondo, y marcadas notas de manzana madura, suave plátano y algo de pera. El lúpulo noble no se esconde tampoco aunque es muy delicado, con un carácter mineral, terroso y ligeramente floral, consiguiendo un aroma muy afinado.

En boca es la perfección hecha bebida. Resulta más bien dulce, aunque la carbonatación la afina, con un sabor potente, que llena la boca. Tiene de todo, mucha malta, con un tueste delicado, y pan oscuro, algo de bollo y galleta, y también fruta abundante, manzana golden y plátano sobretodo, que se suman al conjunto y ayudan a equilibrarlo. El sabor va evolucionando con calma y, casi sin que uno se de cuenta, van saliendo notas de miel, cítricos y hierba. Termina en un amargor complejo, que permite al lúpulo desarrollarse en todo su esplendor liberando minerales y hierba, para cerrar en un regusto larguísimo en el que las maltas dejan claro cuál es su posición. Nota máxima sin dudarlo un segundo, es una de las cervezas franconas que más repito, y una de las que más echo de menos.

NOTA:

Riegele Aechtes Dunkel

MARCA: Riegele

MODELO: Riegele Aechtes Dunkel

ESTILO: Dunkel Lager (4'9% ABV)

PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Volviendo a Riegele, cuya densa Kellerbier con trigo tanto me gustó, hoy ataco su Dunkel. Como ya hemos comentado alguna vez, en este estilo los elaboradores francones son particularmente buenos, pero desconozco si sucede lo mismo con los suabos. El nombre de esta cerveza es toda una declaración de intenciones, Aechtes Dunkel o Dunkel auténtica, fiel a la tradición bávara, y curiosamente no está pasteurizada.

Al servirla es un poco turbia pero en seguida se aclara, es posible que se deba al gas. Desvela un color marrón roble con algún tono rojizo, protegida por una espuma blanca grisácea no muy abundante. En nariz es deliciosa, se presenta con un montón de malta tostada dulce, acaramelada, intensos aromas de ciruelas negras, más suave pasas, sobre un fondo de pan oscuro y quizá bizcocho. El lúpulo tampoco aporta demasiado, sobretodo notas minerales y cítricas, aunque el dominio de la malta es absoluto.

El sabor es limpio, firme, con una entrada de malta tostada con un punto de caramelo, de dulzor equilibrado, corteza de pan integral, cacao y nueces. La fruta predominante sigue siendo la ciruela negra, aunque en este caso está algo más desplazada por la malta. Hacia el final es más sobria, se hace énfasis en los tostados, mientras que el lúpulo va desarrollando un amargor que carga de recuerdos minerales. Deja un regusto largo, acaramelado, ligeramente terroso. Es una Dunkel sólida, quizá no mi favorita de Baviera pero de muy alta calidad. Me fío de los suabos a partir de ahora.

NOTA:

Espiga Hop Collection Series Mosaic

MARCA: Espiga

MODELO: Espiga Hop Collection Series Mosaic

ESTILO: American Pale Ale (5'5% ABV)

PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: La segunda botella de Espiga que ha caído en mi poder es una Mosaic que forma parte de la serie Hop Collection de esta fábrica, consistente en APAs elaborados con un tipo distinto de lúpulo (creo que esta es la primera, al menos no he encontrado ninguna más). La compré sin pensármelo un momento, dado el altísimo nivel que me encontré con su Imperial Stout llamada Dark Way, y apenas ha estado un mes en mi despensa hasta que tuvimos un día suficientemente cálido como para disfrutarla.

Esta APA es turbia, de un bonito color miel mate, con abundante carbonatación que mantiene medio dedo de cremosa espuma blanca grisácea. En nariz es muy expresiva, de aroma más bien dulce, con una base de malta, bastante galleta y un punto de mazapán, a la que se suman las notas de melocotón, almíbar y piña muy madura del lúpulo, encontrándole en algún momento algún deje de chicle. Tan apenas especia picante, parece tan amable como golosa.

La entrada en boca es limpia. En inicio es algo dulce, de nuevo malta sin tostar y grano sobre un fondo de galleta. Sale seguidamente lúpulo tropical no demasiado afilado, destacando mango y piña, y naranja confitada. Al final sale un amargor ligero, resinoso, herbal, con un punto de especia y cáscaras de cítricos. Es una cerveza a la que no veo defectos y de buena gana me pediría una en un bar, pero se me hace un poco plana y no me llama a repetir. Tengo la impresión de que de tirador puede ganar bastante, pero sólo es una sospecha.

NOTA:

Monográfico Bird Brewery

Rik van den Berg y Ralph van Bemmel se conocieron en un curso de la certificación StiBON, un equivalente al famoso Ciccerone, en Amsterdam. En aquel entonces Rik formaba parte de la junta de la asociación cervecera 't Nieuweland, mientras que Ralph era el responsable de la tienda de cerveza online Bierlab.

De forma un poco espontánea, una noche de juega terminó con la decisión de que iban a hacer un crowdfunding para elaborar su primera cerveza, Rumoerige Roodborst. Esta convocatoria fue un auténtico éxito, habiendo vendido más de la mitad de la cerveza antes de que terminase el crowdfunding, lo que les animó a continuar con la elaboración de cerveza. Y así nacio Bird Brewery.

Los primeros lotes se produjeron en Kees Brouwerij, pero por falta de capacidad de esta fábrica pasaron a elaborar en Jopen Browerij. Cada cerveza está representada por un pájaro distinto, el nombre es siempre un juego de palabras (divertidísimo según aseguran sus responsables), y en sus coloridas etiquetas está escondido el logo de la fábrica, aunque a veces hay que buscar bien. Del diseño de las etiquetas se encarga el hermano de Ralph van Bemmel.

Ahora mismo trabajan 6 personas en la fábrica, y producen un buen número de cervezas distintas: 9 regulares, 3 estacionales, un montón de elaboraciones especiales, 3 envejecidas en barrica y algunas colaboraciones. Tienen además un compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente bastante curioso, y es que por cada 100 litros de cerveza que elaboran plantan un árbol... y han superado ya ampliamente los 60000.

Solo he podido probar algunas de sus cervezas regulares, pero me han bastado para tener una imagen bastante completa de la fábrica:

- Datisandere Koekoek: a pesar de los experimentos e innovaciones que diferentes fábricas vienen haciendo con este estilo en estos últimos años, esta se mantiene fiel al patrón clásico y consigue una Saison resultona, muy sabrosa, fresca, frutal y perfectamente equilibrada.

- Nog Eendje: por el "funky" me esperaba  algo ácidamente descompensado pero no es así en absoluto. Se trata más bien de una Blonde belga bien hecha, con un ligero toque de acidez que no sé si encontraría en si la etiqueta no me avisase, y que destaca sobretodo al vaciar la botella.

- Nognietar Huismus: una Brown Ale, la gran olvidada tanto de las fábricas clásicas como de las modernas. Por suerte hay algunas honrosas excepciones, como puede ser la de Samuel Smith, la de Anchor o esta. Muy elegante y sobria, todo frutos secos y cereal, aunque con un punto moderno que refuerza el carácter.

- Rumoerige Roodborst: más maltosa en aroma, con intensas notas de cereza picota, mientras que en el sabor se evidencia el perfil norteamericano, aunque más orientado hacia la Costa Este con frutas tropicales, y quizá algo de resina. Me ha encantado, me tomaría dos pintas bien a gusto.

- Zwaan Zinnig: una Wit impecable. Es refrescante y a la vez muy sabrosa, cargada de cítricos y con un buen soporte de malta. A la altura de referencias clásicas como Hoegaarden o St Bernardus.

La verdad es que es una fábrica que ha cosechado un  éxito más que considerable en los World Beer Awards, sin embargo la impresión que tengo es que en España es una gran desconocida. A mí me ha gustado mucho; hacen cervezas de estilos en su mayoría tradicionales y, aunque alguna vez transgreden esta tendencia, cuando esto sucede no pierden de vista el equilibrio como principal indicador de calidad. De precios, estupendo: alrededor de 2.5 euros. Repetiría, y repetiré.

Veldensteiner Rotbier

MARCA: Veldensteiner

MODELO: Veldensteiner Rotbier

ESTILO: Nürnberger Rotbier (5'4% ABV)

PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: La cervecera Veldensteiner toma su nombre del bello castillo medieval de Veldenstein (donde vivió por cierto Hermann Göring), situado en la localidad francona de Neuhaus an der Pegnitz, entre Nuremberg y Bayreuth. Se fundó en 1929 en las instalaciones de elaboración de cerveza comunales del pueblo, y es propiedad de la familia Laus, siendo en el momento actual los hermanos Josef y Wolfgang gerente y el maestro cervecero, respectivamente. Entre sus referencias incluyen una gama de cervezas rubias, otra de cervezas de trigo, otra de estacionales y una de especialidades tradicionales. A este último grupo pertenece la cerveza de hoy, y se trata de una Rotbier, estilo tradicional de Nuremberg del que ya he hablado en alguna ocasión y que se caracteriza en que las maltas se hornean a temperaturas más altas.

Esta Rotbier ha recibido varios premios, entre ellos mejor cerveza y segunda mejor cerveza de Alemania en los años 2018 y 2019 en los World Beer Awards. Fiel al nombre del estilo es de un color rojo brillante, anaranjada en periferia al trasluz, con una membrana de espuma gris de burbuja microscópica. El aroma es de intensidad media, destaca malta tostada, y bastante caramelo y suave bizcocho apuntalando la parte dulce. Cuentan con la compañía de frutas maduras, sobretodo manzana y frutos rojos.

En boca cuerpo medio, con más gasificación de lo que recuerdo de otras Rotbier que he probado (aunque no soy experto). Inicialmente dulce, con malta tostada y un profundo toque de caramelo y toffee, que se entrelaza con ciruela, manzana golden madura e incluso un punto de picota. El trago se seca rápido, notas minerales ganan mucha presencia, también algo de hierba y cáscaras de cítricos, para protagonizar en un final amargo, lupulado, sobre un fondo cálido de caramelo y frutos rojos. Como con las otras cervezas de este estilo, nada que objetar: es sabrosa, se apoya mucho en la malta y tiene una relativa complejidad que la hace muy interesante. Otro medio litro, por favor.

NOTA: